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Hay deseos tan poderosos, muchos de ellos son meras cosas materiales, pero se han preguntado que tan fuerte puede llegar a ser un deseo carnal, la necesidad de tocar otra piel y sentirse deseado así sea unos cuanto minutos, esta persona deseo volver a conectar con una persona piel con piel y lo obtuvo, claro que sí, siempre logro los deseos de las personas, el problema es que ninguna de las veces que lo hizo lo llego a disfrutar, no hubo la conexión que tanto añoro, ese fue el precio que tuvo que pagar, el resto de personas sentían deseo por él, pero nunca sintió deseo por ellas. Esa fue su vida hasta el día de su muerte, por eso debemos pensar muy bien en los deseos que queremos, a el le faltaba confianza y autoestima lo que lo llevaron al fin.

Pidan bien sus deseos queridos lectores, uno nunca sabe cuándo se harán realidad.

Atte.

El genio de la lampara.

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