Capítulo 5 : El Bifrost.

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Capítulo 5 : El Bifrost.

Loki hizo que lo que había pasado en la tina fuera sólo un sueño no lo fue Loki la había besado él quería poseerla pero le llamaba la atención lo que decía ''lo que le quedaba de alma'' lo decía porque estaba desinhibida por la magia de él. O en realidad ella creía que no tenía alma. Era lo más puro que había tocado nunca.

Su mortal, su guerrera y se sentía mal con su cuerpo él no lo entendía ella era simplemente hermosa aunque seguía siendo inferior a él, una pobre Midgardiana. Había tomado un baño con ella había sentido su piel sus labios carnosos en ese momento se sintió inferior sentía que ella._____ era morena y cálida se sentía tan bien tener su piel seca era tan suave.

Solo con el hecho de que su guerrera era pura lo hacía sentir poderoso ser el primero quien entrara en ella quería a esa Midgardiana, ella sentía dolor él lo podía percibir. Por lo menos en sueños ella lo buscaba él quería estar con ella aunque ella le tuviera miedo. No sólo Quería poseerla quería consumirla terminarla.

Mientras...

Cuando fue por la esmeralda rogó que no hubiera ningún Gigante rojo de fuego por ahí ella corrió y la tomo, se recostó en su cuarto y pensó. Las preguntas se volvieron un millón de preguntas pero todas terminaban en el mismo hombre o ''Dios'' Loki necesitaba verlo y que le explique qué estaba pasando trato de decirlo en forma de broma.

-¡Heimdall abre el Bifrost!- se sentía tan patética pidiéndole a alguien imaginario que abriera un puente era como pedir ir a Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería de Harry Potter.

Lo que ella no sabía es que el Bifrost no se les abría a humanos a menos que estén con un dios.

El Bifrost le fue abierto. Llevándola en un viento incontrolable se ahogo tanto que dejo de respirar por unos segundos apareció a los pies de un hombre Moreno con una armadura dorada sus ojos eran intensos su frialdad al mirarla la dejo inmóvil había una espada él estaba posado sobre ella inmóvil mirándola. ¿Dónde estaba? ¿Él era Heimdall?

-¿Cómo cruzó el Bifrost?, los humanos no pueden cruzarlo-se escuchaba la voz de un hombre que aprecia ya adulto.

-No lo sé, ¿loki tendrá algo que ver en esto?- se abrió una puerta. Se escuchaban ruidos de cadenas por qué no puedo moverme será una parálisis del sueño.

-Hermano _____ la mortal a cruzado el Bifrost, ¿cómo lo ha hecho?- se escuchaban pasos.

-No lo sé porque no se lo preguntas a ella, yo estaba en mi celda hasta que los guardias me dijeron que tu y el padre de todo querían verme- contestó con suspicacia.

Comencé a poder moverme como si fuera un acto de magia él aparecía y yo ya está bien.

-Thor... Ayúdame, No puedo moverme- ella recordaba que él había sido bueno con ella eso a Loki lo enfureció que llamara a su tan perfecto hermano y no a él.

-Thor tranquila está bien sólo te estamos examinando, porque no me cuentas como cruzaste el Bifrost-le dijo tranquilo y acercándosele mucho a Loki no le gusto que su hermano se le aproxima tanto a su Mortal.

-Yo sólo quería hablar con Loki de Asgard, y lo desee y aquí estoy- mentí las cosas habían sido diferentes yo tenía la gema en mis manos y el Bifrost se abrió.

-Está humana no debería estar aquí debe irse- Loki interrumpió al padre de todo.

-Deberíamos dejarla descansar y averiguar cómo es que esa Midgardiana a logró cruzar el Bifrost, o será que Heimdall está fallando tras tanto años de cuidarlo.

-No te atrevas a ofender a Heimdall en mi presencia- dijo un hombre grande barbudo canoso y con lo que era un ''Parche''.

-Thor por primera vez Loki es sabio deberíamos dejarme descansar y averiguar un gigante de fuego la seguía y quiso matarla lo que es raro es como si la estuvieran buscando.

-Guardias lleven a está humana a la habitación de Loki, y lleven a Loki a su celda hasta otra guerra.- volví a quedar inconsciente.

Me desperté no sabía dónde estaba pero era el cielo una cama gigante juro que cabíamos quince personas pero como yo Gorda.

Las almohadas olían tan bien eran casi tan grandes como su torso las sábanas de seda eran negras con detalles verdes oscuro, las almohadas verdes oscuras. La habitación era incluso más grande que toda mi casa junta. Era todo dorado color oro se sintió una cucaracha en tal palacio. Todo olía tan bien y se dio cuenta de donde estaba en la habitación de Loki había un enorme biblioteca llena de libros gigantes quizás más grandes que su brazo.

Se sintió tan pequeña ella siempre era la gordita del grupo la que destacaba por sus cachetes piernas rellenas y un gran Estomago cuando era niña tenía mucho luego cuando fue creciendo sus senos debían ser siempre más grandes que su estómago en cuanto se sobrepasaba hacia gimnasia por un mes y dieta y la bajaba y luego empezaba de vuelta el mismo mecanismo repetido.

Quería ir al baño quería vomitar se sentía enferma.

Entró una señora con unas ropas.

-Señorita aquí tiene sus ropas para cambiarse- la mire asustada no por ella si no porque la ropa no me quedaría estaba segura.

- no gracias señora temo que no me quedaran las mujeres aquí deben ser tan finas y delgadas pero puedo preguntarle ¿Dónde está el lavado?- dije nerviosa tomándome de las manos.

-Créame señorita le quedara no se preocupe, el baño esta en esa dirección – me sonrió y luego se fue.

Agarre las ropas y fui al baño, nunca había visto una tina tan grande abrió el grifo se llenó en seguida todo era tan relajante. Se desató los zapatos se los saco además de las medias las dejo en el suelo era todo tan grande que no sabía donde dejar las cosas sintió una brisa fría en su espalda.

-Déjame quitarte la ropa y hacerte mía- la voz era la de Loki agarrando sus brazos.

-Hazlo- se sentía tan embriagada por tocar la piel de Loki.

-Eres hermosa – le beso la mejilla antes de sacarle la remera.

-Como tú- se dio la vuelta. Lo miró a los hermosos ojos verdes con esa mezcla de azul.

Le quitó la remera lento como si estuviera desvistiendo a la criatura más indefensa de los nueve mundos.

-Para... no quiero aléjate de mí – se arrepintió de todo no se sentía cómoda se fue del baño en sostén solo.

Cuando salió vio a Thor buscando a Loki, él puso cara de seductor. Se avergonzó demasiado de pronto la misma brisa fría se interpuso entre ella y la mirada de Thor. Loki lanzó a su hermano fuera de su alcoba.

-¡Espera Loki! No... tranquilos- seguía en sostén tratando de correr no quería que se hicieran daño. 

Claro, dioses Nórdicos que podía hacer ella.

Nunca me dejes ir. Loki y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora