My Lady. | Mahidevran Sultan.

02

En el palacio comenzaron a esparcirse rumores de que Hurrem había faltado al respeto al príncipe Aleksei, y no pasó mucho tiempo antes de que estas habladurías llegaran a oídos del Sultán Süleyman.

Mientras tanto, en los jardines del harén, Mahidevran y el príncipe Aleksei compartían una taza de té, conversando con nostalgia sobre cómo habían cambiado sus vidas desde su partida a Rusia.

Mahidevran dejó su taza sobre la mesa de mármol y suspiró, con la mirada perdida entre las flores que adornaban el jardín.

━━ Parece que fue ayer cuando caminábamos por estos jardines, contentos de pasar tiempo juntos. ━, dijo, esbozando una ligera sonrisa. ━ O jugábamos a escondernos.

Aleksei soltó una risa suave y tomó un sorbo de su té.

━━ ¿Cómo olvidarlo, sultana? ━, respondió, contemplando el cielo despejado. ━

Antes de que Mahidevran pudiera contestar, una de las sirvientas del palacio apareció, inclinándose respetuosamente.

━━ Sultana, Príncipe. ━, dijo en voz baja. ━ El Sultán Süleyman desea ver al Príncipe Aleksei de inmediato.

Mahidevran sonrió en grande, seguro que alguna de las sirvientas ya le había contado al Sultán sobre lo ocurrido con Hurrem hace unas horas atrás. Aleksei, en cambio, se puso de pie con calma, aunque su mandíbula se tensó ligeramente.

━━ Será mejor que no lo haga esperar. ━, dijo, acomodando las mangas de su traje.

Tras dedicarle una mirada a Mahidevran, siguió a la sirvienta por los senderos de mármol que llevaban a los aposentos privados del Sultán.

Al llegar a las puertas talladas con inscripciones doradas, la sirvienta le indicó que esperará. Entró y, tras un breve intercambio de palabras con el Sultán, regresó y le indicó que podía pasar.

Aleksei cruzó el umbral, y al instante su mirada se encontró con la de Süleyman, quien permanecía de pie en medio de los aposentos. Su porte era imponente, como si el peso del imperio descansara sobre sus hombros y el poder mismo emanara de su figura, envuelta en una túnica de terciopelo bordada en hilos de oro.

━━ Sultán. ━, saludó Aleksei, inclinando ligeramente su cabeza.

Por un instante, el rostro del sultán permaneció serio, pero luego una sonrisa cálida suavizó sus rasgos.

━━ Aleksei, mi querido hermano. ━, dijo con voz firme, cargada de emoción contenida. ━Al fin has vuelto.

Sin dudarlo, Süleyman avanzó y lo envolvió en un abrazo fuerte, fraternal. Fue un gesto que habló más que las palabras: no eran solo el sultán y el príncipe, sino dos hermanos reencontrándose tras años de distancia.

Aleksei correspondió al gesto, sintiendo en ese abrazo la mezcla de afecto y la responsabilidad que su regreso traía consigo. Al separarse, Süleyman lo observó con orgullo.

━━ Has cambiado. ━, comentó, con una leve sonrisa. ━ Ahora eres todo un apuesto hombre.

Aleksei sonrió agradecido por sus palabras e inclinó su cabeza ligeramente.

Süleyman giró lentamente y caminó hacia una mesa de madera de nogal, donde reposaba un delicado juego de té. Sirvió dos tazas y le ofreció una a su hermano.

━━ He oído los rumores. ━, murmuró Süleyman. ━ Hablan de ti y de Hürrem. ¿Qué ha osado a faltarte al respeto?

Aleksei entrecerró los ojos, debatiéndose entre callar o decir la verdad.