Mahou Shoujo ni Akogarete: Pasión explosiva

Capítulo 35: Pueblo de sombras

Nota: Gracias a todos por seguir leyendo mi historia, cada vez nos acercamos más y más a la parte final de este fanfic, hay historias que quiero contar, hay tantas tramas y subtramas que deben ser resueltas, misterior que revelar y vendas que quitar de nuestros ojos para entender este fantástico mundo fanfiction de MahoAko que he escrito, espero lo disfruten.

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Un auto de lujo de color oscuro se movilizaba a toda velocidad por los caminos montañosos a las afueras de la ciudad, se podía ver a un costado la ciudad la cual estaba envuelta en una neblina oscura que en realidad eran los Schiavos inflados.

— Korisu-chan, Utena-chan, Korisu-chan, Utena-chan... ah... no... 

Murasaki estaba con la respiración muy agitada mientras sostenía su teléfono móvil.

— Vamos, vamos, Utena-chan contesta, contesta por favor, no me hagas esto, por favor, por favor.

Sus ojos se estaban llenando de lagrimas, sus hombros temblaban y sus labios se arrugaban.

— ¡Murasaki-chan!

Una mano rodeó la espalda de Murasaki quien estaba encorvada.

— A-Aoi...chan...

Murasaki sintió el calor del cuerpo de aquella mujer de cabello turquesa.

— No estas sola Murasaki-chan, te ayudaré a encontrarlas, mandé a algunas de mis chicas a la secundaria para ver a nuestras hijas, todo saldrá bien, todo saldrá bien.

— G-gracias...

— Minakami-sama, estamos por llegar.

Era la conductora la cual utilizaba un traje formal de color oscuro al igual que el auto lujoso que manejaba.

— Gracias, por favor informa a las demás chicas en donde estamos y que nos vengan a seguir.

— Si.

El auto había entrado en un camino que se desviaba de la avenida principal hasta adentrarse en el interior de las montañas, la vegetación era muy frondosa, el camino que el auto seguía era apenas perceptible, parecía que hace mucho tiempo no se había usado ese camino.

Un túnel que atravesaba una de las montañas apareció en frente del auto el cual prendió sus luces para entrar, era un camino no tan largo pero era muy estrecho, apenas y cabrian dos autos si entraran al mismo tiempo, al salir se pudo ver una vista panorámica de un valle rodeada de montañas.

— ¿Qué es este lugar?

Aoi se preguntaba mientras miraba mientras posaba su mano encima de la de Murasaki.

Lo que miraron a continuación era un extenso cumulo de casas tradicionales japonesas abandonadas con unas calles estrechas llenas de vegetación que se alzaba casi a la altura de una niña.

— Al parecer es un pueblo que fue abandonado hace unos veinte años, son muy comunes en este sector.

Respondió la chofer quien se parqueaba a la entrada de dicho lugar rodeado de vegetación y casas abandonadas.

— Muchas gracias por traernos hasta aquí ¿Puedes indicarnos como van las cosas en la ciudad?

— Si, Aoi-sama.

La chofer sacó su teléfono móvil pero al tratar de revisar no aparecía nada.

— No hay señal...

— ¿No hay señal?

Aoi y Murasaki se preguntaron aquello al mismo tiempo.

— Debe ser por las montañas que hay aquí, la señal se bloquea, quizás debería buscar un lugar alto para obtener señal.