58

32 8 0
                                    

                                   
                                         

Hyeon-Seok estaba sentado en un sofá opuesto, con el teléfono en la mano. Cada tanto, su ceño se fruncía, reflejando su impaciencia. Hatker y Marsh estaban de pie cerca de la puerta.

Yoongi, atado de manos y con una cinta en la boca, yacía en otro sofá. Las ataduras apretadas comenzaban a lastimarle las muñecas, pero lo que más le preocupaba era que apenas hace un par de minutos sintió un pequeño calambre en su vientre, fue como un ligero pinchazo,  apenas perceptible pero suficiente para despertarle una alarma en la mente.

Intentó cambiar de posición, girando ligeramente el cuerpo para aliviar la incomodidad, pero las cuerdas se clavaron más en su piel. Frunció el ceño, cerrando los ojos mientras trataba de controlar su respiración. La música del club resonaba débilmente a través de las paredes, un ruido constante que hacía el ambiente aún más sofocante.

Otro calambre lo hizo tensarse, esta vez más prolongado. Yoongi respiró hondo por la nariz, pero su mente ya estaba en pánico.

"No he administrado la insulina desde hace horas. ¿Pero y si esto es algo más?"

Trató de calmarse, de pensar que todo estaría bien, pero el miedo era imposible de ignorar. Apretó las manos detrás de la espalda, como si el dolor físico pudiera distraerlo de la angustia que lo consumía.

Hyeon-Seok, ajeno a todo, soltó un gruñido mientras miraba su teléfono. Lanzó un insulto bajo y chasqueó la lengua antes de levantarse y caminar hacia la mesa improvisada donde había dejado una botella de agua y algo de comida.
Se acercó a su hijo, inclinándose un poco para mirarlo con una sonrisa burlona. Sin mucho cuidado, arrancó la cinta de su boca con un tirón brusco.

Yoongi tomó aire profundamente, aliviado de sentir sus labios libres, aunque sus labios estaban secos y agrietados. Hyeon-Seok no pareció notarlo o simplemente no le importó.

──¿Algo que quieras decir? ──preguntó, con una sonrisa falsa y peligrosa mientras sostenía la botella cerca, pero fuera de su alcance──¿Tienes sed?

Yoongi lo miró con los ojos entrecerrados, el dolor comenzando a formarse en su expresión. Se quedó en silencio, lo cual pareció frustrar a Hyeon-Seok.

──Claro que no──dijo Hyeon-Seok con desprecio, dejando la botella en la mesa. Luego se dio la vuelta y regresó a su lugar, con la mirada fija nuevamente en su teléfono.

Yoongi cerró los ojos, respirando con dificultad. Otro calambre más lo hizo estremecerse, y su mente no dejaba de repetir un único pensamiento; que su bebé estuviera bien



🍷



La sala estaba cargada de un silencio asfixiante. Taehyung caminaba de un lado a otro, con las manos enterradas en los bolsillos y la mandíbula apretada. Cada vuelta que daba parecía cargar más tensión en el aire. JungKook, sentado en el sofá con los brazos cruzados, no apartaba los ojos de Jimin, esperando una explicación sobre por qué había corrido a los oficiales de la policía.

Unos golpes secos en la puerta interrumpieron el momento. Jimin se levantó con un movimiento rígido y fue a abrirla. Allí, en el umbral, estaba Jong-su apoyado contra el marco con su típica sonrisa ladeada, parecía disfrutar de la incomodidad que provocaba su presencia.

──Buenas tardes ──saludó, como si su visita fuera lo más natural del mundo.

Jimin apretó los puños, luchando contra el impulso de cerrarle la puerta en la cara. Tras un segundo que se sintió eterno, se hizo a un lado para dejarlo pasar. Jong-su entró con paso tranquilo, mirando alrededor como si inspeccionara el lugar por primera vez, aunque había estado allí antes.

Creatura Del Luna [Jimsu] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora