~Capítulo 2~

32 3 5
                                    


Me quedé en el parque más cercano de en dónde me encontraba anteriormente, Krist sabría en donde encontrarme. Me senté en una banca de la misma con ella en mis brazos.
Me sentía tan culpable por lo que le había pasado a la pobre chica, tenía que ayudarla. Pero no sólo llevándola al hospital, sino, quedándome con ella. Me quedaré junto a ella día y noche hasta que se recupere.
En éso oígo una vocina, quito mi vista de aquella joven que yacía en mís brazos y busqué con la mirada al emisor de aquél sonido. Allí estaba la camioneta de Krist.
_ ¡Kurt! _me llamó Anthony bajando de la misma_ ¿Qué hiciste ahora? ¿Quién es ella?
_ Te explicaré en el viaje. _respondí levantandomé desde mi lugar.
Abrió la puerta trasera del auto y entré con ella en mis brazos.
_ Hola Kurtco, ¿Quién es ella? _preguntó Krist.
_ Bien, en el camino a tu casa escuché como ella discutía con quien supongo que era su novio. Me escondí a escuchar un poco más. Oí que la golpeó, cuando salí ella yacía inconsciente en el suelo. Le di su merecido al idiota ése. No podía dejarla sola, no iba a dejarla sola.
Krist y Anthony me miraron por el espejo retrovisor.
_ ¿Cómo se atrevió? _preguntó Krist.
_ Es sólo una niña, ¿Está loco o qué? _agregó Anthony.
Acaricié su mejilla golpeada y solté una lágrima.
_ Tranquilo Kurt, ella va a estar bien. _aseguró Krist.
_ De lo contrario no me lo perdonaré.
_ No es tu culpa...
_ ¡Claro que lo es! Yo me escondí como el cobarde que soy, no la ayudé, sólo me escondí... ¡Y mira como ha quedado!

Llegamos y bajamos de inmediato. Apenas entramos unos doctores la subieron a una camilla y se la llevaron. Obviamente unas enfermeras comenzaron a hacernos preguntas sobre ella, sobre quienes somos y sobre qué le pasó. Dije toda la verdad y ellas me creyeron.
_ Bien, fueron muy buenos ciudadanos. Ahora nosotros nos encargamos del resto, ¿Si? _aseguró una enfermera.
_ ¿A qué te refieres? _pregunté.
_ A que ya pueden irse.
_ No, no quiero irme, no voy a hacerlo hasta saber que ella está bien... _aseguré.
_ Kurt... Vamos, ella estará bien. _dijo Anthony, colocando una mano en mi hombro.
_ ¡No voy a irme! _exclamé.
_ Kurt... _Krist intentó calmarme.
_ ¡No!
_ Bien, pero calmese. _dijo otra enfermera.
_ Está bien... _solté, más calmado.

Habrán pasado unas cuatro horas, en las que me quedé sentado en la sala de espera. Anthony y Krist ya se habían marchado, pues tenían padres que se preocupaban por ellos. En cambio a mi ni si quiera mi "mamá" me había llamado.

No podía pegar un ojo, y ya era demasiado tarde. Vi a una enfermera pasar y no dudé en preguntarle por la joven.
_ ¿Cómo está?
_ La chica... Ella está bien. Hemos encontrado en su mochila escolar un cuaderno de comunicaciones pero los números que figuran allí no contestan, lo bueno es que sabemos su nombre, su número de documento, su domicilio y demás datos personales.
_ Que bueno.
_ Ella se llama Chloe Dómine. Tiene quince años. Yo pensé que era mayor, lo aparenta. _comentó.
Al oír lo que la enfermera dijo quedé anonadado, ¿Quince años? ¿Cómo podía éso ser posible? Pues no aparentaba para nada tener ésa edad.
_ Bien, cualquier tipo de información que tengamos sobre ella serás avisado, ¿Si? _asentí_ ah, y por cierto. Ella aún no ha despertado, pero esperamos que lo haga mañana, mientras tanto sólo queda esperar. ¿No quiere volver a su casa y venir mañana? _negué con la cabeza en forma de respuesta_ ¿Seguro?
_ Completamente.
_ Bien, trate de descansar. _me sonrió, amablemente y se fue.
La vi mientras se marchaba y luego volví mi mirada a su lugar anterior, el suelo.
Sinceramente no podía pegar un ojo pensando en ella, cada vez me sentía más culpable hasta que de tanto pensar al fín logré conciliar sueño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 26, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

My Life With HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora