Capítulo 1 - Sofía y Carlos.

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La alarma de mi celular me despertó. Parecía una mañana como cualquier otra, eran las seis en punto y tenía que alistarme para ir a la escuela.  Mi hermana estaba saliendo de la ducha mientras yo bajaba por algo de desayunar como de costumbre antes de la escuela, solo un vaso de leche con un poco de pan, lo necesario para la iniciar el día, según yo. Tomé mi celular y fui a la sala a sentarme para comer mi desayuno mientras mis padres  bajaban para llevarme a la escuela. Mientras tanto encendí la tele y a falta de cable tenía que ver la televisión pública por lo que solo tenía tres opciones, ver los productos milagrosos que vendían para poder bajar de peso y tener un cuerpo como de Dios griego, ver caricaturas a mis 19 años o ver las noticias y creo que es preferible ver las noticias, siempre es bueno estar informado de lo que pasa afuera aunque no pase mucho en realidad, a decir verdad ahora recuerdo por qué deje de ver las noticias hace ya un largo tiempo, y es que ¿A quién le interesa saber la tonterías hechas por las jóvenes estrellas pop y las consecuencias de estas? Si bien era eso aburrido y estresante, es peor con los deportes, es todo drama en las canchas. Todo es un desfile de gala, un círculo vicioso sin fin y la verdad es algo realmente triste ver cómo la gente se preocupa más por esas tonterías que por lo que debería de preocuparse uno como la creciente tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur, aunque pensándolo bien es un tema igual de aburrido, los presidente de ambas naciones siempre están tratando de declararle la guerra a cualquier país. Llevan años peleando entre ellos, amenazando constantemente con bombardearse y con soltar bombas nucleares a diestra y siniestra y ya me estaba hartando de eso, mejor apague la televisión, no quería saber una cosa más referente al conflicto y así no tener que pensar, al menos no quería comenzar a pensar tan temprano. Para el momento que había consumido el último pedazo de pan que estaba en mi mano, mis padres por fin bajaron, rápidamente corrí al baño para lavarme los dientes mientras mi familia subía al auto. Comencé a enjuagar mis dientes cuando escuche a mi padre gritando que me apresurara. Corrí tan rápido como pude y subí al auto para que emprendiéramos el camino a la escuela.

No pasó gran cosa en la escuela, era un día normal como cualquier otro, la clase de 2 horas de matemáticas que eran como un somnífero muy potente que nos obligaba a dormir a todos (Excepto uno que otro alumno que parece ser inmune a tal efecto y hasta parece disfrutar el momento), la clase de filosofía y después la de historia donde nunca falta el que se cree un Sócrates, un Marx o un Nietzsche cuando nunca han leído algo sobre estos autores o cualquier otro autor más que su biografía y la verdad es que también dudo que lean al menos eso y si lo han hecho me sorprendería mucho si lo entendieran, y por ultimo teníamos la clase de inglés, la cual todos, absolutamente todos tomábamos a juego pues aun estando en el nivel de aprendizaje intermedio del idioma todos creíamos dominarlo cuando la verdad era que de 300 alumnos a nivel preparatoria de la escuela, no más de 25 alumnos podían hablarlo de una forma semi fluida. Yo bien podría ser de esos 25, de hecho podría ser de los mejores alumnos de la escuela pues tengo el potencial para serlo pero me faltan las ganas y el interés para serlo.

La clase de ingles para mi siempre fue fácil y era más un recreo para mi que una clase en si, terminaba rápido mis trabajos y me ponía a escuchar música hasta que la clase terminara pero ese día olvide mis audífonos y lo único que podía hacer era escuchar las conversaciones de mis compañeros.

Ted -¿Vieron las noticias anoche?, Corea amenazó con lanzar una bomba atómica-

Arturo -¿Qué Corea? ¿La del Norte o la del Sur?-

Ted -Del Norte, ¿Corea del Sur tiene bombas atómicas?-

Arturo –No lo sé, pero siempre es así, son solo puras amenazas.-

Parecer ser que Dios escucho mis plegarias, aunque hubiera preferido que se interesaran en otro tema, como los niños de Siria o que tarde o temprano una guerra civil estallaría en México y no que hablaran sobre el conflicto de las Coreas. Es preferible que hablen de algo más nacional, como las reformas que propone nuestro señor presidente, porque bien que las critican pero no saben de qué tratan y es bastante gracioso escuchar sus argumentos.

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