Capitulo 29

278 13 0
                                    

Narra Sabrina

Estoy lista para ir a cenar con Bradley, me puse un vestido suelto rojo carmesí, zapatos de tacón plateados, y deje mi cabello suelto. Esta noche le contaré sobre las vacaciones, se que al principio le molestará que no se lo haya dicho antes, porque tiene que dejar las cosas de la empresa bien organizadas antes de irse, y queda poco tiempo para irnos, pero yo se que su padre puede encargarse de todo, es solo que Bradley es muy melodramático. En fin, estoy muy feliz porque necesito un descanso, despues de el nacimiento de las niñas duermo 4 horas por noche, ya que hay que darle de comer y cambiarle el pañal, no es que no las quiera , es solo que, necesito descansar y pasar tiempo romántico con Bradley. Alguien interrumpe mis pensamientos, Bradley.

-Sabrina, ¿Estas lista?-.
-Si, vamos-. las niñas se habían quedado en casa de Sarah.
Ibamos en el auto, todo estaba en silencio, ni siquiera había musica, cuando por fin Bradley habla:
-Sabrina, me gustaría pintar nuestra habitación, el color
azul marino me deprime-.
-Esta bien, y ¿Que color quieres pintarla?-.
-Café-.
-¡Café!-. ¡Éste se volvió loco!-. ¡Me dices que el azul marino te deprime y la quieres pintar café, el color más deprimente que ha existido!-.
-Esque el color azul marino me entristece, porque cuando tenía 6 años tenía un perro llamado Marlin, un día fuimos a la playa a andar en barco, y Marlin se cayó del barco, se quedo atascado en el motor y murió, por eso no me gusta el color azul marino, me recuerda a ese traumante momento-. ¡Muy bien ahora me siento terrible por gritarle!
-Bradley lo siento yo no sabía nada de eso, aunque, en mi defensa en todos estos años viviendo juntos nunca me contaste nada-.
-No lo decía en serio, era broma, nunca tube un perro llamado Marlin que se ahogó, es solo que el azul marino no me gusta-. ¡No, esto no me lo aguanto!, ¡A éste yo lo mato! ¡Y además el muy desgraciado lo dice riéndose, mientras yo me siento horrible por ser mala con el mientras recordaba ese traumante momento, que ni siquiera era real!
-¡Estupido, sabes que odio esa clase de bromas!-. Le pego un puñetazo en el brazo-.
-Perdón-. Dice riendose, otra vez, estoy segura de que se ríe para molestarme, porque sabe que no me gusta que se ría mientras yo le estoy hablando algo serio.
-Bueno y ¿Tu de que color quieres pintar la habitación?
-Color salmón-.
-¿Cuál es el color salmón?-.
-Espera un poco, voy a buscar una imagen en internet y te la muestro-. Saco mi teléfono del bolsillo y busco una foto del tono que quiero, no tardo mucho en encontrarla y se la muestro a Bradley-.
-Bien este es-.
-¡Sabrina, eso es rosa, no pienso pintar mi habitación de rosa!-.
-¡Bueno, y yo no la quiero pintar de café! ¡¿Porque nunca podemos estar de acuerdo? ¡Si en las vacaciones estas así de insoportable todo el tiempo, no lo voy a tolerar!-. Y lo dije, quería decírselo de forma romántica y tranquila, ¡Pero no! ¡Teníamos que pelear y arruinarlo todo!.
-¿Cómo sabías de las vacaciones?-.
-¿Cómo sabías tú de las vacaciones?-.
-¿Como no iba a saberlo si yo las organizé?,en 5 días tendremos una semana y media de relajación en el mejor resort de México.-.
-¿México? ¿De qué estás hablando? La próxima semana vamos a ir 15 días a Francia, yo lo organizé.
-¿A Francia? ¿Cómo esque no me dijiste antes?-.
-¡Quería que fuera una sorpresa! ¡Y tu como no me avisaste antes!
-¡También quería que fuera una sorpresa!-. Sería romántico que se nos hubiera ocurrido la misma idea, al mismo tiempo, si esque no tuviéramos dos viajes pagados para la próxima semana.
-Bueno, esto es muy simple, solo podemos hacer un viaje, así que iremos a México, y problema resuelto-.
-Espera un segundo, yo quiero ir a Francia no a México-.
-¡Pues yo soy el que paga el viaje así que yo elijo!-.
-¡Desde cuando tu eres el que manda en esta relación! ¡Ambos sabemos que tu eres el que pone el dinero y yo soy la que tomo las decisiones!-.
-¡Bueno, pero yo quiero ir a Mexico!-.
-¡Y yo quiero ir a Francia!-. Algo me dice que esta va a ser una larga discusión y eso que ni siquiera hemos llegado al restaurante.

Sálvame Babrina ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora