*Sonido de despertador activado *
-...- mascullé de mala gana.
El despertador sonó interrumpiendo mi delicioso sueño. Posé mi mano sobre la mesita de noche de la manera menos delicada posible. Realmente me frutraba la idea de levantarme temprano para apagarlo.
-Ahhh- bostecé estirándome aún recostada sobre mi cama. Mi mente aún vagaba sobre el sueño que acababa de tener y que cada vez se hacía más constante. Aunque no sabía si el origen de tal sueño era un recuerdo o solo una invención de mi cerebro que se ensañaba en perturbarme.
¡Lo olvidaba! Hoy comenzaban mis clases en mi nuevo Instituto. No podía llegar tarde, por lo menos el primer día.
A duras penas me despegué de las sábanas y me dirigí directamente al baño a lavarme la cara. Observé mi reflejo. Parecía un león. Agh.
Con el agua del lavamanos humedecí mi desarreglada melena para poder peinarme. Al salir del baño me coloqué mi ropa para bajar a desayunar.
Tras cerrar la puerta de mi cuarto pude escuchar los utensilios de cocina chocando y logré olfatear un aroma delicioso que provenían de la primera planta.
-¿Tía?- me asomé por una de las dos puertas de la cocina que quedaba más cerca a la escalera -¿estás cocinando?- dije sorprendida.
-Buenos días, señorita- exclamó mientras dejaba el último panqueque en el plato -¿y esa cara? Me miras como si nunca hubiera cocinado-.
-Bueno...sí, pero no es cualidad tuya levantarte temprano a preparar el desayuno- mi mano no se pudo resistir y cogió un pedazo de panqueque -además ayer tuviste un día pesado-.
-Lo hice porque hoy comenzabas el Instituto, pero que no se te haga costumbre- dijo levantando su dedo índice -esta belleza tiene que dormir sus ocho horas diarias- solté una pequeña risa. Ella podía ser tan graciosa cuando quería.
Nos sentamos en el comedor para desayunar.
-¿Tienes todas tus cosas listas?- asentí, tomé la pequeña mochila que llevaba para mostrarle.
Hace poco mi tía y yo nos habíamos mudado a este pequeño pueblo. Durante el tiempo que llevaba viviendo lejos de mi madre, la tía Agatha ha sido un gran apoyo para mí. Tras la muerte de mi padre, mi mamá tuvo que trabajar el doble para solventar, sobretodo, mis gastos escolares y avanzados. Aún recuerdo lo destrozada que se veía por la ausencia de mi papá, pero ella no quería que la viera así, ella quería ser fuerte para mí. Consiguió un trabajo fuera del país dónde le iban a pagar más por menos horas al día. Aunque significaba alejarse de mí, sabía que era lo más conveniente. Además, estaba segura que si me quedaba con Agatha, estaba en buenas manos.
Así que ella fue la responsable de mi crianza tras el accidente de mi padre.
Cuando terminé de desayunar cogí mi mochila y celular.
-Déjalo todo ahí, pequeña- dijo cuando me vio levantar mi plato -tienes que llegar temprano-.
-Mejor para mí. Jeje- me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla -¡adiós tía! Cuídate-.
-Tú también y corre, que el que madruga rápido encuentra chicos-.
-No recuerdo que el refrán sea así- le sonreí.
Salí de la casa y miré mi reloj, 7:40 am, faltaban 20 minutos y el instituto quedaba a 15 minutos a pie, me coloqué mis audífonos y comencé mi camino.
Al llegar recibí la bienvenida del gran cartel que tenía por escrito "Sweet Amoris". Mismo cartel que mi tía había halagado cuando buscábamos posibles Institutos. Le encantaba lo resaltante que era.
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Mi dulce recuerdo (Armin x sucrette) #ShortStory
FanfictionUn vago recuerdo se abre paso en su mente dejando regados un montón de dudas a su paso. Pero no hay tiempo para pensar, una nueva vida comienza, conocerá varias personas; entre ellas, un joven chico que pondrá a tu cabeza echar humo. ARMIN X SUCRETT...