Una chica extraña.

Entre mariposas.

Mi abuela dice que estar conmigo es como estar entre mariposas que vuelan por todas partes sin dirección permanente. Que soy tan apasionada como una novela, tan inocente y viva como un niño pequeño, tan soñadora como un cuento y tan noble como un caballo, como el de ella.
En realidad soy impulsiva, necia y desastrosa, no pienso mucho las cosas, solo lo hago y a veces lo arruino dejándome llevar por el momento sin respetar reglas a menos de que sean las mías pero bueno ¿Qué se puede esperar de una chica de tan solo 15 años? Tengo un mundo tan grande en mi cabeza, las preguntas siempre rondan sin ninguna respuesta, avanzo lento y puedo caer tan rápido, con un gusto por la experiencia y una tremenda obsesión por la libertad. Comienzo a creer que la gente dice tantas cosas que terminas creyendo que así debe ser pero ¿Cómo evitar los errores? Grita te lo dije que yo lo quiero sentir. Intento hacerle caso a los mayores, ellos ya han pasado por donde yo a penas estoy podiendo atravesar y de verdad lo intento pero no puedo, siento necesario el experimentarlo por mi misma, el sufrir mis problemas, intentar una y otra vez salir adelanté por mi y sin haberme dado por vencida para luego sentirme orgullosa porque lo pude lograr, es de eso de lo que de aprende después de todo, se que soy lo que soy, por todo lo que a sido.

Tener el don de la confianza no era muy fácil, sin embargo yo lo tenía, no confiaba en nadie pero todo llegaba a mi. Papá dice que soy una llave capas de llegar adentro de cualquier puerta y en serio que me gustaba pero ¿A mi quién me conocía? La gente creía siempre en lo que decía pienso que hablando cualquier tonteria con suficiente seguridad el mundo la cree.