Capitulo 21

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Vida.
Rápida, corta...vívela.

Mire sus bellos ojos marrones tan cerca de los míos y sonreí, lo abrace y recargue mi rostro en su hombro.
-Te amo. -Me susurro al oído. Pude sentir sus carnosos labios rozar mi piel y sus manos apartarme el cabello del cuello. -Te amo. -Repitió y beso mi cuello. Sonreí y me enderece mirando la vereda.

-Liam...vamos a casa. -Sonrió y me ayudo a pararme cuando él ya lo había hecho. Comenzamos a caminar a la casa.

-Mama, podrías decirle a Anne que te lleve a la casa? Voy a usar mi carro.

-Pero, para qué? Geoff.

-Oh, vamos Karen es su auto y va a salir con la Nena. -Sonreí al escuchar la lógica de Geoff.

-Entonces quieres que te lleve a tu casa?

-Sí, ya son casi las siete. Y ya está oscureciendo...

-Entonces a tu casa. -Arranco el auto, un bello Beetle VW negro.

-Gracias Liam...

-Por qué? Yo soy el que...

-No. Me refiero a gracias por buscarme, gracias por regresar, gracias por...

-Shhh! Si lo hago es porque te amo. Y créeme no voy a desperdiciar esta oportunidad. -Me tomo la mano y sonrió mirando el camino.

-De verdad eso espero. -Estreche su mano con cariño, era tan cálido y hermoso.


-Te acompaño...-Insistió de nuevo y sonreí al pie del elevador.

-No es un viaje tan largo...-Dije mirando el elevador

-Ya lo sé, subí muchas veces ese elevador. Pero quiero acompañarte. -Volví a sonreír y la puerta del elevador se abrió. -Entonces?-Solté una risita y entre al elevador haciéndole una seña para que entrara.

-Vas a bajar solo, he.

-Eso ya lo sé, no me da miedo.

-Debería últimamente hay tipos muy...

-No me da miedo. A ti si?

-La verdad es que si...pero procuro mantenerme en calma ya que... -De pronto sentí sus brazos alrededor mío, unos brazos cálidos, si, por lo normal Liam era así; cálido. Era fácil estar con él, había paz. Y así se sintieron sus brazos alrededor de mis hombros, cubriendo mi espalda y el otro mi vientre.

-Ahora te sientes mejor?-Sonreí, incluso sentí como si se iluminara una pequeña parte de mí. Asentí atrapada en el marrón de sus ojos. -Nena, quiero protegerte siempre. -Las palabras adecuadas. -Quiero que estemos juntos. -Yo misma lo había predicho. -Porque tú...has sido la razón por la que aun tengo un corazón. -Sentí su respiración correr por mis mejillas con dulzura, sentí su cuerpo caliente y el estrechar de sus abrazo, sentí sus manos bajar lentamente a la parte más baja de mi espalda y presionarme contra su cuerpo, sentí su nariz chocar con la mía...Y Liam lo había conseguido.

Escuche la puerta al abrirse y mire la puerta de mi departamento, nos miramos sonriendo...amaba esa manera de sonreír, esa manera en que la felicidad se reflejaba en sus ojos, cuando su boca se curvaba en una sonrisa sus ojos sonreían también. La puerta iba a volver a cerrarse y la paro de inmediato. Salimos de allí, tomados de la mano y nos miramos por lo que pareció un eterno segundo.

-Creo que...tengo que irme. -Mascullo sin querer hacerlo, dejo de abrazarme e inmediatamente sentí la soledad en mi cuerpo. Lo vi pasar su mano por su nuca, pensando.

Que era lo que yo quería exactamente? Quería a Liam, eso sin dudas. Y si, tal vez había querido estar enamorada de Louis para soñar que podía vivir sin Liam. Pero ya no lo necesitaba, aquí estaba Liam...diciéndome lo que quería escuchar, abrazándome como quería que lo hiciera y besándome como si el mundo se acabara despues. Y eso significaba que si quería a Liam y Liam estaba para mi yo...debía estar solo para él, dejar lo mío con Louis e intentar ser feliz, intentar hacer las cosas como se suponía que debieron haber sido desde hace tiempo. Pase la lengua por mis labios con rapidez y mire el chocolate claro de sus hermosos ojos...parecía preguntarse qué pensaba. Y así...lo decidí.

-Liam...no te vayas, quédate esta noche. -Y como si mis palabras fueran mágicas me beso al instante, nos detuvimos para abrir la puerta y cerrarla.

Sus manos parecían cargadas de pasión, y sus besos...era otro cuento, un mundo que no conocía. Parecía tan nuevo...incluso aunque hace una semana también hayamos estado juntos, era tan...real.
Arquee la espalda a causa de que sus labios recorrían el camino entre mis pechos, a causa del placer que me producía. Clave las uñas en las sabanas al sentir sus besos en la parte baja de mi vientre, su lengua comenzó a jugar con mi ombligo y gemí dándole a entender que me gustaba lo que hacía. Sus dedos se clavaban frenéticamente en cada parte de mi piel, los hundía sin resistencia, con una mano atraje su rostro hasta la altura del mío y cedió sin rodeos, unió sus labios a los míos haciendo un beso inolvidable, podía incluso sentir el truene de los fuegos artificiales en mi propio cielo. Acaricie su cabello con fervor y mordisquee con ternura su labio inferior.

La pasión no se hizo esperar una vez más e hizo un camino de besos por mi cuello hasta mi clavícula, mientras que su sexo palpitante rondaba entre mis piernas haciendo que mi cuerpo reaccionara ante él. Solté un grito clavando los dedos en su espalda y enterrando mi rostro contra su hombro, lo acaricie y lo bese como pude. Se sentia tanta calma...se sentia tanto amor, tanto silencio y ruido por la fiesta en mi cabeza, por la fiesta y el ritmo que había entre nuestros cuerpos con el vaivén.

Sentia su sudor contra el mío, haciendo de este un combustible para el placer, y por consecuencia para nuestro amor. Lo amaba...lo amaba, y no sabía cómo había vivido tanto tiempo sin él. Lo amaba más de lo que pensaba y lo quería conmigo para siempre.

La luz de la mañana se filtró por la ventana y sonreí, llevaba despierta ya una hora, y aun no podía creer que Liam se quedaría aquí para siempre, mis dedos hacían figuras en su espalda con delicadeza, sus espalda color vainilla era tan impactante, había tantos lunares, había veces en los que pensaba que si los unías formarías algo espectacular, como las estrellas, me moví un poco y bese sus hombros con amor, su olor en la mañana era inolvidable, era perfecto, su cabello despeinado y dormido boca abajo con los brazos cruzados bajo la almohada, con los músculos de sus brazos saltando a la vista...nunca había podido olvidar todo eso y el no había cambiado nada. Seguía siendo el chico del que me despedí ese día. Mis beso llegaron hasta su cuello y escuche un quejido, se estaba despertando...sonreí, y se movió un poco.

-Buenos días. -Susurre a su oído, y se movió dejando ver su rostro adormilado y un poco rojo por la presión, me abrazo y me arrimo a su cuerpo. Ni siquiera había cambiado en eso...era su manera de decir "Buenos Días", lo abrace también y me hundí en el calor de su cuerpo. Mire como volvió a cerrar los ojos y acomodarse contra mi clavícula. Acaricie su cabello como si fuera mi pequeño y quisiera dormirlo de nuevo. Hasta que sentí sus labios presionarse contra mi piel y luego sonreír.

-Cómo estás?-Su voz se escuchó amortiguada por mi cuerpo y me reí, la piel se me puso chinita.

-Excelente y tú?

-Muy, muy feliz. -Lo estreche con fuerza y sonreí.

Despues de desayunar se vistió y dijo que tenía que irse.

-Liam?

-Mande?-Dijo ya casi cuando iba a salir, pero...tenía que preguntarle.

-Si...nos vamos a Londres, cuanto tiempo tienes? Cuando nos vamos?-Me miro sonriente y se recargo en el marco de la puerta.

-Hasta que tú lo decidas. Esta vez todo lo decides tú. -Se acercó y beso mi frente como su fuera una niña pequeña, sonreí, me encantaba la idea. Lo mire entrar al elevador y se despidió con un gesto de mano, se cerró la puerta y se fue.

Estaba dispuesta a olvidarme de todo con tal de estar con el amor de mi vida.

Puedo soñar sin ti☀ |Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora