PRÓLOGO.

123 5 0
                                    

Por fin.

Después de un año preparándome, lo he conseguido; soy detective de homicidios en la Brigada de Investigación Criminal de Nueva York.

La verdad es que todavía no es algo seguro porque tengo que hacer un informe final, algo parecido al trabajo de fin de carrera, pero soy una alumna ejemplar y además tengo todo el verano para pensar como hacerlo. Por lo tanto tengo mi plaza casi asegurada y no es por alardear. Bueno, en realidad si.

Mi vida es muy normal, nada del otro mundo.

Me llamo Patricia Alexander aunque todo el mundo me llama Patti. No me gusta demasiado pero mis abuelos eran de España y claro mi nombre tenía que ser español. Tengo un hermano mayor que se llama Jack, si, muy americano. Nos llevamos tres años, así que como yo tengo 21, él tiene 24, obvio. Terminó su carrera de económicas en Inglaterra hace un año y ahora es copropietario de una empresa bastante exitosa.

Mis padres,  Adryan y Carol; viven felizmente enamorados y ahora que ya no cuidan de nosotros les encanta viajar por todo el mundo.

Estudié homicidios porque creo que hay demasiada mierda en el mundo y toda ayuda es poca. Hay muchas personas que se merecen justicia, además mi abuelo fue capitán en la Brigada y digamos que tengo más puertas abiertas gracias a eso.

Se me olvidaba decir que tengo unos cuantos amigos, pero se han ido todos de vacaciones y me han abandonado aquí... Laura, mi mejor amiga; está en Marbella de fiesta. Nuestras madres se vinieron juntas a Nueva York y son tan inseparables como nosotras. Dave y Chris están en California, también de fiesta, y Tara está en Canadá pasando frio. En verano, pasando frio. Está loca. 

En cuanto a novios y esas cosas he tenido unos cuantos, pero nada serio. Ninguna de las rupturas me afectó demasiado, por lo que supongo que nunca me he enamorado de verdad.

En fin, por esto de que mis amigos no me quieren estoy haciendo la maleta para irme a Savannah, una ciudad marítima de Georgia; con mis padres. Si, un super planazo, aunque si sale bien conoceré a gente, me iré de fiesta y daré envidia a mis amigas con algún tío bueno.

- ¡Patti! ¡¿Quieres dejar de pensar en las musarañas y terminar la maleta?! - Entró mi madre en la habitación como elefante en una cacharrería.

- Tranquila mamá -le respondí rodando los ojos- ya estoy terminando... Meto un par de cosas y listo.

- Más te vale... o te quedas aquí pudriéndote sin amigos todo el verano - y dicho esto salió dando un portazo.

- Wow mamá yo también te quiero - le dije aunque ya no me escuchó. Decidí darme prisa, ¡no sería la primera vez que mi madre me dejaba tirada!

Después de empaquetar todo fuimos de camino al aeropuerto, donde me esperaban 6 horas de leer, dormir y comer básicamente.

POR UN DISPARO DE BALA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora