Capítulo único

112 11 7
                                    

-¡No voy a hacerlo!

-Cuentemelo Rin-senpai.

-¡Qué no Nitori! Me voy que ya llego tarde.

Seguro que os estaréis preguntando que que narices sucede aquí. ¿Una pelea de enamorados? Si y no. Como explicarlo sin adelantar acontecimientos. Será mejor que lo explique desde el principio.

Nitori Aiichiro, un chico bajito, de pelo gris y ojos azules, siempre se ha sentido diferente. Desde pequeño, Nitori se dio cuanta de que las niñas no le llamaban la atención. Además, no entendí porque todos los chicos de su clase se fijaban en ellas. "¿Es que no se dan cuenta de los guapos que son todos?" Se preguntaba constantemente Nitori.

Fueron pasando los años y Nitori se daba cada vez más cuenta de los sentimientos que inspiraban las personas en él. A él no le atraían las chicas, sino que se sentía atraído por uno de sus compañeros de clase. Entonces, el pequeño Nitori, sufrió la peor de las experiencias.

A Nitori le gustaba uno de sus compañeros de clase, Yuki. Un día, Nitori se armó de valor y le dijo a ese chico lo que sentía por el pero el chico le miró con cara rara y se fue. A los pocos días, ese chico le hizo creer que él también sentía lo mismo y le dijo que le esperara detrás de la escuela, en ese parquecito que ocultaba la maleza. Craso error el de Nitori al creerle e ir allí. Cuando llegó, creyó que Yuki no vendría o que se había cansado de esperarle. Yuki llegó y a Nitori se le aceleró el corazón. Detrás de Yuki, apareció el resto del grupo con el que siempre iba. "Algo va mal. Esto no me gusta nada." Pensó Nitori. Intentó huir, pero ya le habían cerrado el paso. Tembló. Los chicos le golpearon, le empujaron hasta hacerle caer y le patearon mientras se reían de él y le insultaban.

Cuando Nitori consiguió llegar a casa, sus padres tomaron medidas. Se mudaron de barrio y le cambiaron de instituto. Su nuevo instituto tenia habitaciones para internos y a petición suya, sus padres accedieron a que se quedara allí.

El instituto Samezuka era uno de los mejores institutos de la zona y el más representativo en natación. Asique nada más llegar y dejar las maletas (una bolsa llena de ropa y una mochila con algunos recuerdos y libros), bajo para hablar con Seijuro Mikoshiba, el capitán capitán del equipo para apuntarse al equipo (en estilo braza de pecho). Y así lo hizo. Después, caminó por los pasillos para familiarizarse con el lugar. A la vuelta a su habitación, se dio cuenta de que se había perdido. Dobló una esquina y chocó con alguien.

-Disculpeme.

-Ten más cuidado hombre.

Miró al chico y se quedó medio embobado. El chico era delgado, alto, musculoso, pelirrojo con ojos rojos y dientes afilados como los de un tiburón. Podría decirse que fue un amor a primera vista. Un flechazo instantáneo.

-¿Sucede algo?

-Esto... Me he perdido y no se como llegar a mi habitación.

-Tranquilo. Yo te llevaré.

-Gracias.

Empezamos a caminar por los pasillos hasta llegar a las habitaciones.

-¿Cual es tu habitación?

-Es la... 148.

-Anda, que coincidencia. Vamos a ser compañeros de habitación.

-Qué alegría. Por cierto, me llamo Nitori Aiichiro.

-Yo Rin Matsuoka.

Rin y Nitori se llevaban bien, pero Nitori se dio cuenta de que jamás podría contarle sus sentimientos porque temía que le volviesen a pegar.

Lo raro abunda, pero emocionaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora