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COURTNEY
Martes, 9:08 AM
Me despertó la lluvia que caía sobre la repisa de la ventana. Típica mañana de Otoño.
Me puse las manos en la cara y frotándome los ojos lentamente, deje ir un suspiro de cansancio.
Me levanté con resignación, porque sabia que me estaban esperando.
Confirme mis sospechas al girarme y no notar la presencia de nadie en mi cama.
Unos segundos después, se oyó un grito.
- ¡Courtney, te he oído! ¡Sé que estas despierta! - Dijo una voz masculina desde el piso de abajo.
Volví a suspirar y salí de la habitación.
- ¡¿Quieres que te haga una tostada?!- Gritó otra vez ese hombre.
Bajé las escaleras con desgana y con sueño acumulado.
- Cállate Logan. Me hace daño la cabeza.- Le respondí.
Logan se giró hacia mí, cambió su cara a una expresión seria y me dijo cogiendo mi brazo fuertemente.
- ¡¿Acaso bebiste ayer en la fiesta?! Sabes que el medico te prohibió el alcohol desde tu accidente.-
- No hace falta que te preocupes tanto por mí, sé cuidar de mi sola.- Respondí sacándole la mano de mi brazo con un pequeño golpe. Le sonreí, y me cogí una manzana.
- Me preocupo por ti porque me importas mucho, tu lo sabes y siempre me tratas cómo una mierda.- Dijo Logan refunfuñando.
- Sé que lo haces, y confío en ti. Pero tienes que darme mas espacio.- Dije sin mirarlo.
Él se limitó a asentir con la cabeza. Seguidamente, le di un mordisco a la manzana y le di un beso en la mejilla a Logan. Subí las escaleras hasta llegar al baño. Me duché rápidamente y procedí a vestirme.
Me puse unos pantalones ajustados negros, con una camiseta gris holgada, junto a unas botas Martin granate por debajo de la rodilla.
Me puse mis 3 anillos favoritos que anteriormente, me había regalado Logan. Me miré al espejo me maquillé un poco, y deje mi cabello largo suelto. Me fijé en mis dos piercings faciales. Uno en la parte izquierda de la nariz, y otro en mi ceja derecha.
Volví a bajar las escaleras, Me dirigí al recibidor, cogí mi casco de moto negro y le dije a Logan mientras me ponía mi chaqueta de cuero negra.
- Adiós, nos vemos luego.-
- ¿Donde vas cielo? - Preguntó él
- A cualquier otro sitio.- Respondí Cerrando de un portazo.

ELIZABETH.
Martes, 9:48 AM
Estoy apunto de llegar a la Cafetería donde trabajo desde hace 1 mes.
Hace poco volví a Wellington, la ciudad en la que me crié hasta los 13 años.
Después de la muerte súbita de mi madre, mi padre decidió volver a Italia donde estaba parte de mi familia.
Hace 2 meses que decidí mudarme aquí.

Entré en la cafetería, "Maldición" pensé. Mis compañeros de turno ya estaban allí.
Me acerqué rápidamente a Patrice, esta resultaba medio dormida.
-¡Patrice!- Le grité dirigiéndome hacia ella.
Ella bostezó, y después de frotarse los ojos me dijo:
-oye mija yo no te voy a cubrir mas... ¿y que son estas pintas de pendeja? Ponte el uniforme rápido y ven que el boss te quiere ver... - Me explicó
Fui al cambiador y me puse el delantal junto al uniforme. Me hice una coleta despeinada y fui a ver al jefe.
Entré paulatinamente, sin hacer mucho ruido.
-¿Jefe querías verme?
-Si.- Respondió serio.
-ya es la 2 vez que llegas tarde en dos semanas.- Me dijo frunciendo el ceño, con una expresión molesta en el rostro.
-Lo siento, Intentare ser mas puntual la próxima vez.-
-No, no lo intente. Hazlo y ya está. Si te tengo que avisar otra ve te despediré
-De acuerdo.- le dije bajando la cabeza avergonzada.
- Vuelve a tu puesto.- Me ordenó.
Giré mi cuerpo hacia la puerta de salida del despacho y fui al mostrador.

- Oye nena - Me dijo Patrice llamando mi atención moviendo un trapo.
- ¿Que te dijo el boss?- Me preguntó ella.
- Nada, nada importante.- Le respondí poniéndome detrás de la caja registradora.

COURTNEY
Martes 10:20 AM
Aparqué la moto cerca de una plaza de mi barrio favorito. Las caricias heladas del frío hacían efecto. Me saqué el casco y me acerqué a una cafetería que vi a lo lejos, donde no solía frecuentar.
Entré a la cafetería, estaba casi vacía. Solo había una pareja en el fondo tomando chocolate.
Era una cafetería cualquiera. Las paredes estaban pintadas de color pastel, y una pizarra grande estaba detrás del mostrador. Con tiza estaba apuntado los pasteles que tenían y alguna que otra oferta.
Me senté en la barra y no tardó en venir una camarera.
Esta era latina, de piel bronceada y cabello rizado y oscuro por debajo de los pechos.
- Buenas mañanitas mija, ¿que va a tomar?- Dijo con una gran sonrisa y un acento latino exagerado.
- Yo... un café.- Respondí.
Minutos después, otra camarera me lo trajo, era muy bonita.
Tenía la piel pálida y unos grandes ojos marrones, llevaba una pequeña coleta despeinada y tenía una mueca en el rostro.
- Tomé su café.- Me dijo esta con desgana.
- ¿Has empezado mal el día?- Le pregunté.
Ella suspiró, asintió y volvió donde estaba.
Me bebí el café sin prisa, pagué y me fui.

ELIZABETH
Martes, 16:05 PM
Ya he acabado el turno. Estaba esperando el autobús que me llevaba de vuelta a casa. Me subí, y me dormí por el cansancio de la rutina.
Me despertó una mano en mi hombro.
- Joven, esta ya es la ultima parada, ha de bajarse para que pueda hacer cambio de conductor.- Me dijo al parecer, el conductor.
Asentí, cogí mi mochila Eastpak negra, estaba ya vieja, con dibujos de logos de bandas y otras tonterías.
Bajé del autobús, estaba en un lugar totalmente desconocido para mí. Era una urbanización de casitas pequeñas con muchos arboles y zonas verdes. Saqué mi teléfono y como no, no tenía batería.
Estaba frustrada, pateé el suelo con rabia y empecé a gritar groserías en italiano.
Un grupo de jovenes adolescentes me miró detenidamente, me sentí incomoda y les grité:
- ¡Piantala di guardarmi! -
Ellos se alejaron. Pero yo seguía desesperada, en un lugar que no sabía. Me senté en un banco e intenté pensar como volver a casa.
De pronto, un joven alto, de ojos azules y cabello castaño oscuro se acercó.
- Oye, veo que estas un poco... uh... Perdida.- Me dijo.
- ¡Vattene romplicoglioni!- Le grité
- No te entiendo, pero creo que te vendría bien un poco de ayuda.- Me dijo el chico.
Me levanté, y le dije com tono firme:
- ¿Quién coño eres y porqué me querrías ayudar a mí? - Le dije molesta.
-Bien, me presento.- Afirmó él.
- Mi nombre es Logan. Logan Fuentes.- Extendió su mano para presentarse mientras decía:
- Vivo en la casa de delante con mi novia, te ofrezco quedarte con nosotros, ahora
no pasará ningún autobús. Quizás mi novia puede llevarte en su moto a tu casa.- Me explicó, sonaba sincero.
Me crucé de brazos.
- ¿ No te vas a presentar después de todo ?- Me dijo sonriendo.
- Me llamo Elizabeth. - Respondí seria.
- ¿No me vas a decir tu apellido?- Dijo
- No te conozco de nada, y posiblemente seas un violador. Así que voy a callarme el secreto.- Expliqué.
El rió. Y me llevó hasta su bonita casa. Verdaderamente no parecía un violador.
Abrió la puerta. Y una voz conocida, a lo lejos dijo:
- ¿Logan? ¿Eres tú?- Dijo una voz femenina.
- Sí, traigo compañía.- Respondió el sonriendo. Se oían los pasos acercarse más mientras Logan y yo seguíamos de pie en el recibidor.

- Yo a ti te conozco.- Dijo la chica.
- Tú eres la café de esta mañana- Afirmó ella.
Yo asentí. Ella se cruzó de brazos y miró mal a su novio.
- ¿No tienes suficiente con lo de la otra noche?-

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Espero que os guste mi primera novela, att grst😘

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2015 ⏰

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