Cap 1: Conociendo

1.4K 86 43
                                    

Era otra mañana como todos los días, el sol brillaba, los pájaros cantaban, mi mama gritaba y mi hermana roncaba.

No me quedo otra y tuve que levantarme, eran las 7:00, todavía faltaba una hora para ir al instituto, pero no perdería la oportunidad de molestar a mi "linda" hermana.

Me despabile, me senté en la cama, me puse los zapatos y me propuse a bajar.

-Te has levantado temprano hoy Derek- Me hablo mi madre al verme.

-sí, ¿Ya está el desayuno?

-Ya casi lo termino, ve a despertar a tu hermana.

Me dirijo hacia el cuarto de mi hermana de mala gana, me encantaba hacerle bromas y molestarla, pero su cuarto era aterrador. Antes de entrar me prepare mentalmente para luego entrar. Todo estaba como siempre: ordenado y limpio. Mi hermana estaba sobre su cama de una plaza y media, igual que la mía, durmiendo como un tronco; los muebles que tenían eran de un color negro, que contrastaban con las paredes rojas y el techo blanco; tenía un escritorio y una silla al lado de la ventana, que en ese momento estaba tapado con la cortina roja; todo su cuarto en si era o de rojo o de negro, le encantaba ese color. Se preguntaran ¿Por qué era tan aterrador?, simple, todas sus paredes están llenas de posters de lo más horrible que te puedas imaginar: YAOI, pensaron "no es tan malo" pero tengan en cuenta que si tu hermana es fujoshi estará las 24 horas del día molestando e intentando que su lindo e inocente hermano sea *ruido de tambores* ¡sí! Gay. Aunque muchas veces me dijo que sería un perfecto uke (lo cual nose que es).

Me acerque lentamente hacia mi hermana ignorando sus "inocentes" posters, cuando estuve lo suficiente cerca, la destape y la empuje hasta caer de la cama.

Se despertó alterada para después empezar a gritarme y echarme de su pieza, y luego bajar a desayunar, yo riendo y ella con el ceño fruncido.

-¿Otra vez?- Pregunto mi mama.

-El empezó.

-Lo acepto jajajaja.

-Bueno, vengan a comer, pero antes vallan a cambiarse para el instituto.

-Si mama- Respondimos al unísono

Lucia, mi hermana, y yo, aun estábamos con el piyama así que nos fuimos a cambiar.

Entre a mi cuarto, que era igual al de mi hermana, pero este tenía ropa por el piso, los muebles eran de un marrón oscuro, las paredes de un verde claro, al igual que el acolchado y las cortinas.

Fui a mi baño, cada habitación tenía su propio baño, agarre una toalla y me metí a la ducha.

Al cabo de 10 min. Salí apresurado, me cambie, con unas converse rojas, un jean desgastado azul, una remera blanca de mangas cortas y una camisa roja a cuadros, también de mangas cortas, abierta totalmente.

Me presento, me llamo Derek Will, tengo 16 años, vivo con mi hermana, Lucia, de 14 y mi madre, Susana, de 39, mi casa es bastante simple pero moderna, con dos plantas y un gran jardín, a mi madre le encantan las plantas.

Lucy es alta, pero no más que yo, tiene el palo largo, con rulos, tiene ojos marrones, al igual que mi madre; mi madre es igual a mi hermana, solo que un poco más alta, y cuando digo que es igual también me refiero a gustos, ya que ambas adoran el yaoi. Yo, en cambio, soy bastante bajo, un poco más y mi hermana me pasa, tengo el cabello oscuro, el fechillo me tapa los ojos, por eso muchas veces me dicen que parezco emo, soy bastante tranquilo y no me interesa nada más que dormir o, de vez en cuando, salir con mis amigos, mis ojos son tan oscuros que parecen negros y soy bastante debilucho ya que no hago ningún deporte; mi madre siempre me dice que me parezco a mi papa, el cual no conocí porque murió cuando era muy chico.

Luego de desayunar mi mama nos alcanzó hasta la escuela, para después dirigirse al trabajo; ella era diseñadora haci que muchas veces estaba trabajando o viajando y yo me tenía que encargar solo de mi hermana. Lo cual es el motivo por el cual se cocinar.

Al entrar al instituto, me separe de mi hermana para irme con mi amigo Ian Pons, el cual me llevaba una cabeza, tenía el pelo corto y marrón, ojos azules, era flaco, pero se notaba que tenía músculos, por la ropa ajustada que siempre usaba, tenía una remera blanca y unos pantalones negros pegados al cuerpo, con unas converse negras.

-Hola amigo, ¿todo bien?

-Sip

-Ven, vamos a clase antes de que lleguemos tarde y ese viejo nos vuelva a sermonear.

Nos dirigimos hacia nuestro salón, pero como el universo me odia me tenía que encontrar con él, Lucas Soler, el "chico malo" de la escuela, me llevaba casi dos cabezas, era rubio con los ojos verdes, siempre se metía en problemas y hasta los maestros se alegraron de que no asista a casi ninguna clase, en verdad no sé cómo es que pasa de año, seguro soborna al director, tiene grandes músculos y es muy raro verlo por el instituto; él y sus amigos siempre nos molestaban a Ian y a mí.

-Miren a quienes tenemos aquí, el chico suicida y su amigo rarito- Siempre nos decía así, a Ian por mirar anime, y a mí por mi peinado.

Lo intentamos ignorar y seguimos hacia nuestro salón, pero una mano me agarro fuertemente del cuello de la camisa tirándome hacia atrás e impidiendo que pueda continuar avanzando.

-No me ignores, idiota- Dijo Lucas mirándome directamente a los ojos.

Justo en ese momento un profesor pasó y nos mandó a clases sin preguntar nada.

Al llegar el profesor nos dejo tomar asiento, pero no sin antes escuchar el sermón de "no deben llegar tarde", nos sentamos en los asientos del fondo, yo del lado de la ventana e Ian a mi lado, y me hundí en mi mundo sin prestar la más mínima atención a la clase de Historia hasta que llegó el momento de dirigirse a nuestra casas y en el cual, por suerte, no me encontré con Lucas y sus amigos.

Infierno fujoshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora