Infierno fujoshi

Cap 3: Mi nueva casa

Derek- Ah, ah, detente.

¿?- No.

Derek- basta, para yaahh!!- el chico parecía estar al límite.

¿?- pero si se nota que te gusta.

Derek- claro que no baka. Luck, si sigues así yo me voy a ahh!!- dijo tartamudeando, con gemidos entre medio y sin poder terminar de hablar.

Luck- Es la idea- masturbándolo aún más rápido.

¿Cómo era que había llegado a esto? Atado en una cama, casi desnudo y con su peor enemigo sobre él.

*3 HORAS ANTES*

Derek, Lucy y Susana ya habían llegado a lo que sería su nueva casa. Su hermana y su madre estaban emocionadas, al parecer la amiga de Susana tenía una hija de la edad de Lucy y se habían hecho mejores amigas. También tenía un hijo de su edad, así que con suerte se conseguía un amigo para hacer este martirio más pasable, lo que le preocupaba era que él nunca tuvo suerte en nada. Su madre no le había dicho mucho, solo que tenía dos hijos y que se quedarían allí por un tiempo.

La casa era hermosa, aunque más que casa era una mansión, había una enorme reja, con doble puerta, de un color negro, que debía de medir 3 metros aproximadamente tenía un enorme jardín, con un camino de piedras lisas que llevaba a la entrada; el jardín tenía toda clase de plantas, desde flores a árboles frutales; la casa-mansión era de un color blanco; se notaba de tres pisos; con una puerta, también doble de madera en la entrada, que debía medir como 2 metros; tenían muchas ventanas y, aun sin entrar, se notaba que la casa estaba bien iluminada.

Sin esperar más su madre toco el timbre y, a los pocos segundos, la puerta se abrió silenciosamente, notándose que nos estaban esperando.

Al instante se podía apreciar claramente el rostro de las personas que abrieron, y que sonreían como si fuera su cumpleaños.

La mujer que parecía ser la dueña de la casa era de pelo negro liso, con una estatura normal, ojos marrones; tenía puesto un vestido negro liso, pero elegante, con unos tacones del mismo color, una cadena con una pequeña esfera blanca y negra, y con algunas pulseras plateadas en las muñecas.

Derek- "Parece de la edad de mi madre"- pensó.

A su lado había una chica de la misma edad que Lucy, era una cabeza más baja que yo, con el pelo castaño claro, con rulos, tenía unos ojos marrones penetrantes que te impedían mantenerle la mirada por mucho tiempo; vestía casual, un short de jean, con una musculosa blanca, que tenía dos ojotas en dorado y adentro de estas palmeras, la plaza y el mar y decía "Rio de Janeiro" bajo estas; lo complementaban con unas ojotas de color azul oscuro, tenía el pelo suelto, igual que, quien suponía yo, era su madre.

Susana-¡Maru!-Dijo mi madre emocionada abrazando a la mujer.

Lucy-¡Mica!-Dijo al mismo tiempo mi hermana abrazando a la chica.

Susana-Derek, ellas son María y Micaela-Dijo señalando primero a la mayor y luego a la menor.

Derek-Mucho gusto-Después de presentarnos, los cinco entramos a la casa-mansión y un mayordomo llevo nuestras valijas a las cuales serían nuestras habitaciones, esto parecía un hotel de cinco estrellas.

Empezamos a recorrer la casa-mansión, todo estaba decorado muy hermoso y moderno, cada habitación era gigantesca. La entrada, el comedor, la cocina, los baños, el patio, que tenía una enorme pileta, la sala de juegos, entre otras tantas habitaciones, al fin llegamos al último sector: las habitaciones.

María nos enseñó nuestras habitaciones, y nos mostró cuales eran las suyas por si necesitábamos algo, incluyendo la de su hijo que no estaba por ninguna parte. Luego de eso me encerré en la que sería mi habitación, por un largo tiempo, y no salí para nada.