Prólogo.

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   Otro día de rutina en mi vida, levantarme, desayunar con mi familia, irme al colegio y volver a casa. Obviamente tengo amigos, y me junto con ellos, pero no los días de semana. Soy Ryan Thompson y tengo 16 años. Seguramente estas pensando que tengo nombre de chico pero déjame decirte, amigo mío, que es unisex. Cuando tenia 12 le dije a mis papás que quería cambiarlo por Margarita. Por si no te diste cuenta, no me dejaron.

   Hoy es viernes, sinónimo de fiesta en la casa de Jennifer Johnson, tiene mucha plata, una casa inmensa y padres que se van todos los fines de semana. Es una de mis amigas, aparte de Hannah Hoffman.

   - ¡Ryan si no te levantas ya, voy a subir a buscarte y ninguna de las dos quiere eso!

   Les presento a la abeja reina de los Thompson, mamá Adeline. Detective privado, papá también lo es. Se conocieron en una de sus "misiones secretas". No quiero aburrirlos con esa larga historia. Que me se de memoria, por que papá la cuenta todas las noches mientras cenamos.

   Bajo las escalera de mi casa, ya con el uniforme puesto. Al entrar a la cocina me encuentro con Ben, mi papá, al que nunca le decimos papá. Por una razón que desconozco. Sobre la mesa se encuentra una maraña de pelos rojizos, Lily mi hermana de 10 años. Es la persona mas charlatana y curiosa que conozco.

   - Hola Ben, hola Lily.

   - Hola hija, ¿Cómo estas?

   No puedo contestarle por que comienza a hablar rápidamente Lily.

   - Hola Ry, hoy tengo un cumpleaños, de Peter. Es mi compañero de banco, habla muchísimo y me cae mal, me saca los crayones sin permiso. El otro día, me pego un chicle en el pelo y me lo tuvieron que cortar. Igual voy a ir a su fiesta, nos van a dar caramelos y comida gratis.

   Les dije que hablaba mucho, tampoco puedo contestarle por que entra a la cocina un malhumorado Aarón, es mi hermano mayor. No nos llevamos muy bien y tampoco somos muy unidos.

   - Bueno días Aarón- Lo saluda papá, y no recibe respuesta.

   Para la mala suerte, de mi hermano, tengo que irme con el al colegio y volver. Cuando terminamos de desayunar salimos de casa y nos subimos a su auto en silencio. No soy buena sacando tema de conversación y no le veo ganas de hacerlo a el. Llegamos y simplemente nos vamos por caminos diferentes, el es un año mayor que yo por eso va hacia el lado izquierdo del colegio.

   Me dirijo a mi curso, no tenemos un salón para cada materia, cada año tiene un salón diferente. Por lo tanto me paso ocho horas con las mismas personas, metidas en un cuarto.

   Después de atravesar los interminables pasillos, llenos de chicos hablando de la fiesta de esta noche, llego a mi destino. Están casi todos mis compañeros sentados sobre sus mesas conversando entre ellos, voy saludando a todos hasta llegar a mi banco. Me siento a un costado de Hannah, quien ya se encuentra en su lugar.

   - ¡Hola Ry! ¿Vas a la fiesta de Jenny, no?

   - Hola Hannah, creo que si. No le pregunte a mamá todavía.

   - No podes faltar. ¡Va a ser épica!, ¿Ya tenes tu vestido?

   - Voy a us...

   - ¡Yo si! Ayer fui de compras, va a ser la envidia de todas. ¡Ya quiero que me lo vean puesto, me queda re bien!

   Le estaba por contestar pero me interrumpe el timbre de ingreso a clases y por la puerta entra Jennifer. Últimamente soy interrumpida cuando quiero hablar. Nos saluda y se sienta, se ponen a charlar sobre lo que se van a poner esta noche, pero dejo de escucharlas.

   Las clases pasan lento hasta la hora del almuerzo, me siento con mis amigas y un grupo de chicos del equipo de Rugby, mientras como un sándwich que compre en la cantina. Siento que alguien me está mirando, observo todo el comedor pero no me encuentro con la mirada de nadie. ¿Ya les dije soy muy paranoica y miedosa? Bueno, ahora lo saben. Termino la hora y tengo que volver a clases.

   Estoy tranquilamente escuchando la historia de la formación del continente Europeo cuando suena el timbre de fin de clases, todos salen prácticamente corriendo, incluyéndome. Se supone que me tengo que encontrar con Aarón en el estacionamiento pero su auto ya no esta. Decido llamarlo y al tercer tono contesta.

   - ¿Qué queres?

   - Saber en donde estas.

   - Estoy en la casa de un amigo, no vuelvo a casa hasta mañana. Ándate caminando.

   Y me corta, me veo resignada a caminar hasta mi casa pero mi suerte cambia. El auto de Jenny estaciona a mi lado y se abre la puerta de copiloto.

   - Vamos Ry, te llevo.

   Íbamos escuchando la radio y hablando de temas triviales, hasta que empieza a sonar Uptown Funk de Bruno Mars y Mark Ronson. Nos volvemos literalmente locas cantando y haciendo pasos de bailes realmente patéticos.

   Cuando llegamos a mi casa me despido de ella y quedamos en vernos media hora antes de la fiesta. Entro, tiro la mochila en el sillón y siento ruidos en la cocina. Se supone que a esta hora Lily esta en el cumpleaños y mis papás trabajando. Seguramente mamá se volvió antes.

   - ¿Mamá?, ¿sos vos?

   Al no recibir una respuesta me dirijo temerosa hacia la cocina, pero no veo a nadie. Me doy vuelta para volver al living y me encuentro de frente con un hombre corpulento. Grito ante la sorpresa e intento correr hacia la puerta, pero el es demasiado rápido y me detiene antes de que pueda hacer un paso. Tiene algo en su mano, un trapo, lo lleva hasta mi cara, siento un fuerte olor que me marea, comienzo a ver todo borroso, las piernas se me debilitan pero me obligo a mi misma a seguir de pie. De un momento a otro todo esta negro. 

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