día 1: Cartas

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Era otro día, los ojos de bakugo estaban rojos y no hablo de su rojo natural, no, la hinchazón era claro signo de haber llorado ¿Bakugo podía llorar? Si.

Se miro al espejo con vergüenza por haber llorado, se sentía estúpido por llorar por algo como el amor.. El sabía que no era buena idea eso, que estupidez solo quedaba ignorar eso y seguir con su día a día.

Ya arreglado trato de sentirse lo mejor posible, sería de los primeros en llegar, salió y se dirigió a la cocina.. decidió preparar algo rápido para el y kirishima claro, no tardo mucho en hacer tostadas de huevo con un chocolate caliente y se sentó a esperar viendo su teléfono.

—¡Hey blasty!—miro y se trataba del pelirrojo—buenos días, tuve que levantarme tan temprano para alcanzarte hermano..—dijo dramático mientras abrazaba a bakugo por los hombros y se recitaba en la cabellera ceniza—huele delicioso ¡que preparaste!.

—Quítate de encima idiota, tostadas, siéntate o tardarás mil años en comer quiero llegar antes de los extras—le acerco el plato—en otro empezó a comer como si tuviera velocidad de kid flash.

Una vez terminaron llegaron al salón, el llegar antes que todos les permitían hacer algo que les gustaba, ver una serie que habían empezado no hace mucho, kirishima tuvo que rogarle a katsuki que la vieran.

Pero al llegar a su lugar habi algo en el lugar del rubio un clavel y un papel.

—¿Que es eso blasty?—se acerco curioso viendo los regalos—seran para tí?

El rubio reviso a quien era dirigido efectivamente era a el—si es para mí creo... ¿Que demonios es esto?—tomo la carta para leerla.

"En tus ojos rojos, como rubíes brillantes,
mi corazón late con pasión y anhelo.
En su profundidad, un fuego arde,
que me consume y me hace soñar.

En tu mirada, mi alma se pierde,
y en su brillo, mi corazón se encuentra.
Tus ojos rojos, como dos estrellas,
me guían hacia un amor sin fin."

Su corazón de bakugo sentía que iba a salirse de su corazón, su cara se torno roja.

—¡Presta! Debo ver quién se atreve a mandarte estás cosas blasty! No cualquiera te merece, sobre mi cadaver—kirishima lo leyó y sonrió—wow si que se esmeró, que poético, no dice de quien es, pero apuesto que fue todobro..—le dió un codazo con sonrisa pícara.

Bakugo suspiro rodando los ojos, que patético.

—calmate Shima idiota, ni que fueras mi papá—suspiro—no creo que fuera Shoto, no tiene que perder el tiempo conmigo, no creo que le gusten mis ojos, muchos dicen que son tétricos, amenazantes y espeluznantes.. Aparte seguro que fue alguna extra por ahí—suspiro y susurro—ojala hubiera sido de el.. joder.

—¡Que dices blasty!—lo tomo de los hombros—tus ojos son muy varoniles, apuesto que todoroki está a tus pies, solo piénsalo, te adora, pero bueno vamos a ver la serie en lo que llega el sensei.

Bakugo suspiro y asintió, guardo la carta y tomo el clavel rosa, le encantaban esas flores.

Y así paso el tiempo hasta la clase, bakugo miro al albino y chocaron miradas, este le saludo con una sonrisa pequeña, el rubio se limitó a esquivar y ver su cuaderno.

Llegó el almuerzo, por lo que cada uno se fue a comer a la cafetería, mientras kirishima y Bakugo caminaban a su mesa a comer alguien chocó con bakugo pero no lograron ver quién fue.

—¡Maldito ten más cuidado!—rodo los ojos —odio a esta gentes—suspiro.

—¡Mira Blasty! Se le cayó algo—levanto la carta decia el nombre del rubio—vaya.. es para tí..—

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