Capitulo 1.

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¿Se pueden imaginar lo rápido que cambia la vida?

Bueno si no pueden imaginarlo les daré una idea: 

Mis padres se conocieron muy jóvenes, cegados decidieron abandonar sus estudios y comenzar a trabajar para tener sus propias cosas, casa, autos, etc. Pero nada era de ellos en realidad, todo estaba a nombre del banco, pero como tenían trabajo nada de eso les preocupaba.

 Sin pensarlo mi madre quedo embarazada a los veintiún años, lo se, muy joven. Aunque el verdadero problema no comienza ahí, al pasar el tiempo por el embarazo necesita dejar de trabajar para así cuidarse al cien por ciento, por lo que mi padre comenzó a trabajar el doble y así llevar la casa sola. Todo parece ir de forma normal, ¿No?. 

Ahora si, el verdadero problema comienza cuando las leyes deciden cambiar y mis padres quedan sin trabajo, ya que necesitan el cuarto medio para poder tener un trabajo estable o en su caso, permanecer en sus empleos de ese momento. 

Repasemos: 

 -Ninguno de mis padres termino sus estudios, mi madre estaba embarazada, quedaron sin empleos, por ende, quedaron sin ingresos, sin ingresos no hay casa. ¿Entienden lo complicado de la situación? 

Comenzaron a endeudarse con el banco al no poder pagar la mensualidad que este les pide para vivir ahí, hasta el punto donde los embargaron y quedaron en la calle, comenzaron las peleas y las complicaciones del embarazo, ahora nadie podía contratar a las personas que no tuvieran sus estudios terminados , así que mi padre tuvo que sacrificarse saliendo del país para poder trabajar fuera y terminar sus estudios allá.  

Por otro lado mi madre se fue a vivir con sus padres, ambos ya mayores y que solo contaban con el trabajo de mi abuelo, el cual cultivaba cosas y las vendía desde la misma casa. Mama siempre me cuenta lo lindos que fueron al ayudarla para que terminara sus estudios y pudiera trabajar, aunque seguíamos mal económicamente, teníamos un techo donde dormir. Papa cada mes mandaba el dinero que conseguía, no era mucho pero podía ayudar a mi abuela para que tuviéramos que comer. 

No tenia juguetes caros, recuero que mi muñeca mas querida era una que me había hecho mi abuela con algo de lana que tenia, un día llego muy feliz porque iba caminando y se encontró una bolsa con peluches, creo que fue el día mas alegre de mi vida. 

Todo cambio cuando mi tía (Mayor que mi madre) completo sus estudios superiores, encontró un buen trabajo y junto a su pareja comenzaron a ayudar en la casa, mientras mi madre habían encontrado un trabajo que no se regia por las leyes actuales y la contrato, con la condición de estar todo el día en una bodega muriendo de frió y soportando ratones o quizás que cosas que andaban por ahí.  

No tengo muchos recuerdos con mi padre ya  que le tomo 4 años poder regresar, pero de eso ya hablaremos luego. 

No era mucho lo que veía a mi mamá, pero era muy pequeña para entender el porque, y tampoco buscaba explicaciones, era muy reservada y siempre decía que todo estaba bien para no preocupar a nadie, aunque me sintiera sola sabia que la familia no podría con un integrante mas, así que solo eran mis muñecas y yo. 

Recuerdo muchas veces que sentía hambre y corría a la cocina para comer algo rico, pero no había nada, lloraba escondida hasta que mi abuela me encontraba y me preparaba algo con las cosas que cultivaban, aunque de vez en cuando mi madre se daba el lujo de pasar al supermercado y traerme unas galletas a escondidas de todos en la casa para que no la retaran por desordenar mi estomago tan tarde, ya que su trabajo estaba lejos y aunque saliera temprano le tomaba una hora poder llegar. 

Bien, como les contaba a mi padre le toco irse para poder ayudarnos y terminar sus estudios, era difícil saber de el ya que, los teléfonos eran muy caros para tener uno, por eso cada que enviaba dinero junto con este venia una nota donde nos decía como se encontraba y como le estaba yendo. El es muy inteligente y se veía siempre reflejado en sus promedios. Siempre sentía a mi madre en las noches leer sus notas y sollozar muy despacio para no despertarme, era de esperarse, tener que separarte de la persona que amas para poder tener un mejor futuro debía de ser complicado para ambos, aveces sin que ella lo notara leía lo que el ponía y deseaba con todas mis ganas el día que regresara y poder ser una familia normal, era tedioso no saber que decir en el colegio cuando me preguntaban porque mis papas no me iban a dejar, ¿Qué les podía decir? 

"Mamá se levanta muy temprano para trabajar y papá se encuentra fuera del país" 

Creo que esa no es la mejor idea, así que solo decía que si lo hacían, solo que me daba vergüenza entrar con ellos y les pedía que me dejaran unas cuadras antes del colegio. 

Estaba en segundo medio cuando sucedió, entro el inspector al salón y me dijo que mi madre estaba esperándome afuera, me puse muy feliz porque no era normal que eso pasara, es decir, no recuerdo el día en que me hayan sacado de clases. Cuando salí corrí a saludar a mi mamá y esta me dijo que me tenia una sorpresa, pero que debía cerrar mis ojos y dejar que ella me guiara.  

No tenia idea a donde estábamos caminando, lo único que sabia era que tenia mucha hambre. Mi madre hizo que me detuviera, teniendo que contar hasta tres destape mis ojos y lo que vi me sorprendió, había un hombre parado en frente de mi. 

No tenia idea quien era ese hombre.

-Helena, cuanto has crecido.- 



Y Ahora ¿Que Hago?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora