Emilia v/s Clark

155 17 12
                                    

Te reto a un partido de baloncesto Emilia Stark, si gano me tienes que besar y si tú ganas haré lo que me pidas.

Esas fueron las palabras de Clark Di Laurentis, me hubiera negado de no ser por la propuesta final, tenía que ganarle a ese bastardo inútil de mi maldito vecino.

Annabelle, mi mejor amiga me miró con preocupación, era tan dulce. Aunque yo también debería estar preocupada, ese troglodita me aplastaría en los primeros 10 segundos de haber empezado el dichoso partido, lo bueno en todo caso era que me había dado hasta la hora de almuerzo y ahora era.........mierda.

Era la hora del almuerzo.

Chillé llamando la atención de la mitad del salón y de la profesora Stuarts, me dio la mirada más fría de todo el mundo que incluso hizo que mi piel se erizara.

-¿Tiene algo que compartir con la clase, señorita Stark? - me preguntó la anciana de unos 53 años, amargada. No tengo nada en contra de los ancianitos, algunos son tan bellos y tiernos.

-Nada, profesora Stuarts - sonreí lo mejor que pude para que dejara de mirarme, ella entrecerro sus ojos observándome detenidamente. Era bastante escalofriante.

La muy esperada campana sonó, indicando el fin de las primeras tres clases del día, sólo faltaban cuatro y sería libre de está prisión.

Annabelle volteó a verme, quizá estaba esperando que le dijera mi respuesta, ambas respuestas tenían una consecuencia.

El no, era que iba a quedar como una gallina enfrente de todo el Instituto Villinton.

Y el si, en todo caso era que iba a perder, así de fácil.

-Emilia, sabes que mi novio te va a aplastar ¿verdad? - Tiffany es la novia cabeza hueca de Clark, Helena jaló su cabello y ella se tiró al suelo dramáticamente como si mi otra mejor amiga le hubiera dado una patada o algo por el estilo.

-Levantate Tiffany, pareces gusano con sal - hablé rodando mis ojos, ella se levantó después de su acto de bufón del rey.
Por la puerta del aula entró casi todo el equipo de fútbol americano obviamente con Clark enfrente de todos ellos ya que era el mariscal de campo.

-¿Qué dices Emi? - me preguntó el imbécil, siempre llevaba una sonrisa grabada en su rostro llena de maldad y bufonería cuando se trataba de mi, él me odiaba más o igual a como yo lo hacía.

-La vida es muy corta como para perder mi tiempo con un imbécil - fue lo único que salió de mis labios antes de que mi cerebro reaccionara y me obligará a caminar fuera del aula para ir a tomar mi almuerzo.

Había quedado como una gallina enfrente de todos.

Entrando a la cafetería todos me miraron, unos riendo y otros negando con la cabeza, que rápido corrían los rumores en este instituto.

Divisé a Clark y al equipo de fútbol en una mesa bastante alejada, era la típica mesa para los populares, lo más asqueroso de todo era que Tiffany estaba a horcajadas encima de el imbécil. Suspiré, en todo caso no podía ser tan difícil un partido contra él.

-Bien Clark, acepto - le dije mirándole a los ojos. El imbécil sonrió.

-Preparate para perder, Emilia - dijo con la misma sonrisa llena de maldad y bufonería, para algunos podría resultar aterrador pero para mi, era bastante divertido.

-Te patearé tú horrible trasero, Clark - murmuré riendo como Yandere, esa muchacha loca que mata a las chicas para que no se acerquen a su sempai, eso si era escalofriante.

-Bueno hola Yandere - dijo Helena refiriéndose a mi, debería saber que eso fue un poco ofensivo para mi persona.

-¿Qué pasa Cersei Lannister? - ella cambió su sonrisa a una mueca haciendo que yo me sintiera victoriosa por haber logrado mi cometido.
No hay peor insulto que Cersei Lannister.

-Te pasaste - me dijo cruzándose de brazos haciendo un puchero, puse mis ojos en blanco. Anna empezó a reír.

-Emilia - alguna persona dijo mi nombre, volteé para encontrarme con Lance, un chico un poco más popular que Clark. Lo admito, alguna vez estuve a sus pies como cualquier moscamuerta de este instituto, pero me rechazó de una forma cruel, sí, fue muy cruel.

-Hola Lance - salude con una pequeña sonrisa.

-Creí que me odiabas - dijo mirándome directo a los ojos, solté un suspiro.

-No era la gran cosa - dije de igual manera, mirándole a los ojos.

-¿Sería muy atrevido de mi parte invitarte a salir? - ahora que lo preguntas, sí.

-Sí, pero de una manera u otra no voy a aceptar Lancelot - dije levantándome del asiento junto con mis dos mejores amigas, Annabelle y Helena.

-¿Por qué? - preguntó.

-Porque no y punto - esa voz no era mía, estoy bastante segura de que mi voz era femenina y no masculina. Miré detrás de Lance, allí estaba Clark, parecía enojado pues tenía los pueños cerrados fuertemente, tanto que sus nudillos se habían puesto blancos.

Oh ya recuerdo, Clark nos odia a ambos, a Lance y a mi.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Imbécil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora