La Luz de mi vida

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25 años.

Ayer cumplí 25 años.

Sé que es repetitivo pero dejenme decir esto... 25 AÑOS!! Y qué hice de mi vida? Me converti en una ama de casa.

No me arrepiento de nada, tengo una hermosa hija. Luz, dentro de una semana cumple 3 añitos. Pero siempre quise algo más... siempre estuvo eso en mi pecho, algo vacio que mi marido nunca pudo llenar, ya que nunca está conmigo, ni con nuestra bebé.

Luz tiene tres años y su primera palabra fue mamá, la segunda abu (dejénme aclarar que asi llama a la vecina, ya que no tengo padres y mi marido Esteban no tiene buena relación con los suyos), la tercera palabra fue pis y la tercera "hame". Tiene tres años y cuando ve a su padre lo ignora, incluso llora cuando él la toma en brazos. Nunca nos dió demasiada atención, y sus viajes de negocios pueden llegar a durar entre 3 y 4 meses. Aunque la última vez se fue por casi 6.

Cuando le conté a Esteban que queria seguir mis estudios, su reacción me dolió como no saben.

Primero se rió, después me dijo: "Pero ya tienes 30 años", a lo que obviamente le respondí, por Dios... apenas cumplo 25. Y después se enojó.

Y me di cuenta que puede... puede que tenga razón, es decir, Siempre puedo leer en casa, y escribir los libros que quiera, aunque ame la literatura sólo pude hacer 2 años de carrera, ya que quedé embarazada, lo que me deja con 3 años más.

Asi que, como quién no quiere la cosa me convenció y desistí. Soy débil, lo sé. Pero empezó ese discurso de que él viaja seguido y la bebé no puede quedarse sola y un montón de cosas que, lo más probable es que sea basura, pero conmigo funcionó.

Asi que acá estoy, con 25 años, y mi carrera a la mitad.

Pasó el cumpleaños de Luz, mi bebé ya tiene 3 años y sigue sin reconocer a su padre, y su padre no se preocupa por eso.

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Esa tarde estaba lloviendo. Bueno, no, pero asi más dramatismo.

Esteban salió al trabajo y yo pensando en mejorar la relación de mi hija con su padre, la vestí exactamente igual a mi. Las dos con una falda suelta floreada a la cintura y una blusa manga larga en blanco. Preparé una linda canasta para hacer un picnic en Central Park. Vivir en Manhattan me cambió la vida, yo viniendo de Rosemberg, Texas.

Bueno, no quiero hablar demasiado del padre de mi hija, pero cuando llegamos a su oficina no habia secretaria en la puerta asi que tomé a mi hija en brazos y ella se entretuvo jugando con mi cabello, gracias al cielo, debo añadir.

Cuando abrí la puerta descubrí por qué no había secretaria en la puerta.

Era porque estaba muy ocupada en la oficina de mi marido...

ayudándolo...

CON SU MALDITA ERECCION!!

De más está decir que no lo veo desde entonces. Supongo que ahora sé por qué sus viajes de negocios duraban medio año. Asi que, eso es todo, en nuestra relación. El no volvió a la casa en el próximo mes y yo no llamé para preguntar qué pasaba, pues lo sabía. Y supongo que él también, ya que ni si quiera me siguió, iba con su hija en brazos por todos los cielos. Le entregué mi juventud y así me paga. Lo extraño era que no estaba triste, estaba enojada, la frustración y la humillación fue tal que no quiero verlo nunca más.

Asi que acá estaba, el 24 de marzo, a dos meses de nuestro cuarto aniversario. Pero en lugar de recibir rosas o un nuevo anillo de bodas o una nueva luna de miel, firmaba el divorcio.

Todo era tan perfecto, me casé a los 21 años. El es mayor que yo, terminó la universidad y me pidió que nos casáramos y yo como la ingenua que soy acepé. Me embaracé y dejé la universidad. Ahora me divorcio sin titulo y sin trabajo.

Esteban nos corrió de la casa. No nos echó pero la indirecta fue clara.

-Les compré un pequeño departamento, no es grande pero para ustedes dos servirá- anunció con su fria voz, esto no era más que una reunión de negocios para él- Te entrego la custodia completa de la niña, el departamento y una manutención mensual de cinco mil dólares, supongo que con eso tienes.

Por dentro pensaba... cobras setenta mil dólares al mes, sin comisiones, y le das a tu hija de tres años, a quien nunca le prestaste atención, cinco mil mugrosos dólares. Esto sucede cuando no puedes pagar tu propio abogado y el tuyo es el mismo que el de tu infiel marido.

Sólo asentí con la cabeza y firmé.

-Cómo vamos a hacer con los dias de visita?- pregunté esperando algo de su parte, pero otra vez, qué ingenua, digo yo.

-No te preocupes por eso, no es como si interesara demasiado tampoco. El abogado presente me miró con una cara de disculpa y me pidió que lo siguiera.

Sólo tomé mi bolso y me marché de alli. Luz se habia quedado con Ana, nuestra anciana vecina a la que llamaba "abu" asi que podía seguir conversando con el abogado.

El me explicó todo. Demasiado claro para mi gusto. Demasiado doloroso.

-En serio lamento todo esto, intenté mejores condiciones pero no puedo ir en contra de mi cliente. La realidad es que cuando vi lo que hacía me arrepentí de todo esto pero ya estaba hecho. Dentro de los próximos 5 días puedes apelar alegando ausencia de su parte. Yo seré tu abogado está bien' vamos a discutir los pasos, podemos sacarle unos 10 mil dólares, podemos buscar testigos pero debemos apurarnos-

Lo detuve, no queria seguir escuchando. 5 mil dólares es lo que valía su pequeña hija, está bien por mi, en ese caso...

-Lo siento pero no lo haré. Eso es lo que para él vale su pequeña hija, puede guardarse el dinero para sus... sus...-*putas* venia a mi cabeza pero no hablaría así con un abogado así que...-Sus mujeres de una noche. Yo podré con mi hija. Por el momento tomaré el departamento pero dígale que será hasta que encuentre un trabajo y sus cinco mil dólares, sólo se usarán para mi hija, no quiero que ella sufra.

Esa misma tarde busqué trabajo y con mis dos años de carrera intentaría conseguir un buen puesto. Quizás, después de todo, si pudiera ir a la universidad. Quizás esto sea algo bueno, sólo espero que la suerte esté de mi lado esta vez.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora