Yo la vi primero.

12.9K 759 15
                                    

-No te preocupes, sólo presta atención de acuerdo?- Me dijo viendo a la clase, obviamente nos miraban raro. Primero, una alumna nueva a esta altura del año, como yo, era raro, segundo, que el profesor no se enojara, sino que la reprendiera suavemente, y tercero, que el profesor que reaccione así sea justamente ese profesor al que todos le temen por ser peor de Dumbledore

- Ya te vi, no necesitas ocultarte ahora- susurró agachándose unos centímetros para que lo escuchara, sin parecer sospechoso y susurrándolo cerca, se agachó completamente y sacó un bolígrafo que estaba debajo del banco, que supongo él mismo plantó ahí para no dejarme tan mal parada.

-Gracias profesor Aaron- Le dije muerta de la vergüenza.

-No es nada. Bueno-dijo alzando la voz- Como les estaba diciendo... Supongo que leyeron algo de las hermanas Brontë. Pero si no lo han hecho deberían empezar... La semana entrante estaré hablando mucho de ellas... necesitan ver el trasfondo socio-político para entender el próximo análisis, y qué mejor que Jane Eyre para hablar del nacimiento de la escritura feminista. Sin contar que es una historia hermosa que muchos podrán apreciar- Siguió hablando de "Jane Eyre" y "cumbres borrascosas" hasta que la clase acabó.

Se nota que es un hombre que disfruta muchísimo de la lectura, de analizar personajes y también de hacer bromas que no poseen gracia alguna.

Estoy juntado mis cosas para salir, la verdad es que estoy apurada. La clase empezó a las nueve pero es la única clase que tengo el día de hoy. Los lunes de nueve a doce, ya debería estar retirando a mi hija de la guardería. Agradezco que la clase haya terminado unos quince minutos antes, supongo que alguien debe recoger a Fran.

Termino de juntar mis cosas y se me acerca un compañero de clase. Tendrá 22 o 23 años. Es alto, muchísimo más alto que yo. Tiene una remera negra y un pantalón de chándal gris, con su campera de algodón con una capucha y unos auriculares en el cuello. Se sentó en mi banco, mirándome, sólo... mirándome. Oh por Dios cómo sube la temperatura. Y es que llevo más de dos años sin que ningún hombre me toque... supongo que mi cuerpo sigue reaccionando.

-¿Disculpa?-pregunté con voz temblorosa. Me estaba poniendo de los nervios. Seguía sin contestarme. Sólo estaba ahí... sentado en mi escritorio, con la mano apoyada en la banca mirándome- ¿Puedo ayudarte en algo?

-La pregunta aquí es... ¿puedo yo ayudarte en algo?

-¿Disculpa?-¿Qué pasa con este chico? ¿y qué pasa conmigo? Repito la misma palabra una y otra vez.

-Está bien, no te preocupes, no muerdo. Diría que podría hacerlo si quisieras pero eso es demasiado cliché, y si te soy sincero... prefiero las nalgadas. ¿Qué dices?

-mmm... digo que no me gusta el masoquismo, y que se me hace tarde para recoger a Luce de la guardería- espero que eso lo calle.

-tu hermanita?- Preguntó con la frente arrugada. Claro... es tan imposible creer que tengo una hija? Es decir, físicamente no se me nota, a Esteban le molestaba mi sobrepeso y mis estrías así que me hice un tratamiento para las pocas estrías que tenia y también me maté en el gimnasio quque instaló para mi en el jardín, pero mi cuerpo cambió muchísimo desde que tengo a Luce.

Seguía sin contestarle y él cada vez fruncía más el entrecejo.

-Mi hija, si me disculpas- Terminé de juntar los lápices que él sostenía en su mano para no dejarme ir y comencé a caminar. De pronto siento que me tocan el hombro. No me sostuvo la mano como hizo Esteban cuando me retuvo en la universidad. Él sólo tocó mi hombro. Cuando volteé estaba parado frente a mí, con una sonrisa de oreja a oreja, se le podría partir la cara.

Luz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora