Narra Kate.
La voz tierna de mi tia hizo que mi sueño terminará.
-tia?, que haces tan temprano? - pregunté estirando mis brazos al aire.
-wow cariño mira esas cortinas, no dejan que entré el sol- dijo abriendo las persianas color azul claro que cubren la ventana de mi habitación.
- lo siento pero en la mañana no las pude abrir-dije levantandome de la cama.
-lose cariño pero entonces tienes que levantarte mas temprano para que no se te haga tarde- camino hacía mi tocador.
-si eso aré, hablando de tarde no tienes que estar en tu trabajó? - pregunté haciendome una coleta en el cabello.
Mi tia siempre tan ocupada en el trabajó, ella es como mi madre; desde pequeña me a cuidado después de que mi madre murió por una extraña enfermedad en el corazón.
-me hice un espacio para comer contigo- dijo retocando su labial.
-gracias tia- dije sonriente.
-bueno hermosa arreglate y mandale un mensaje a tus amigas para que vallan de compras- cerró la puerta de mi habitación.
Corrí al buró que ésta a un costado de mi cama para tomar mi celular y mandarles mensajes a mis amigas para ir de compras.
A los pocos minutos los tacones de mi tia acercándose poco a poco.
Al verme igual corrí a mi armario tomando una sudadera azul y unos tenis botas negras que me llegan a la rodilla.
-toc toc, puedo pasar linda? -preguntó mi tia abriendo la puerta de mi habitación.
-pasa- dije sentada en frente de mi tocador.
-linda no podre comer contigo surgió una emergencia en la oficina, pero sal con tus amigas sólo con una condición no apagues el celular y mandame un mensaje con el nombre de con quienes estas y donde estas- dijo sonriente, mi tia es una mujer muy ocupada es vicepresidenta de una pequeña pero importante compañía de ropa para jóvenes.
-claro te veo en un rato- deje salir aire de mi boca, tomé el celular y el único que contestó mi mensaje en facebook fue Damián.
Así que lo cité en una plaza comercial que se encontraba cercas del colegio.
Llegué un poco después de la hora que yo misma dije porque no encontraba el dinero que mi tia me había dado para comprarme cosas.
-hola siento mucho la tardanza- me disculpe con Damián después de que lo saludé.
-no te preocupes acababa de llegar, por unos segundos y hubiese sido yo el que te pediría disculpas en éste momento- al escuchar eso me tranquilice un poco.
-Okay jaja entonces.... a donde quieres ir?- pregunté soltando mi cabello, ya que me dolió la cabeza.
-a donde gustes, te parece un helado? - preguntó al ponerse la chaqueta.
-si...no estaría mal- respondí.
Enseguida de que el señor nos diera nuestro helado nos sentamos en una banca frente a un café.
Saqué mi celular de mi bolsillo izquierdo de mis jeans, para mandarle una fotografía a mi tía de con quién estaba.
-Damián una fotografía porfa- dije sosteniendo el celular en frente de los dos.
-¿cara sería o cara graciosa? - preguntó haciendo caras.
-jaja una rara vale? - sonreí.
-¿acaso no te basta con mi rostro así cómo es?- hizo una mueca con los ojos y los labios.
-jaja no, no me basta jaja-Damián me sacaba sonrisas que nadie más podía.
-bueno pero no la publiques vale?- preguntó serio.
-jaja no la publicaré-reí.
-pero no se ría señorita Kate yo no me estoy riendo- tomó el celular en sus manos.
-okay entonces tomala- dije haciendo caras raras con el.
-listo-
-quiero verla- dije quitándole el celular.
-esta linda, lo siento te lo quité- dije mostrándole la fotografía.
-no te preocupes esta muy linda- dijo viéndome fijamente.
Tomé el celular y le mandé la foto a mi tía junto con la dirección de donde estábamos.
-estoy enamorado- dijo tomando mi mano.
-pues díselo a esa chica- dije lo primero que se me ocurrió.
-esque ya le dije- me miró con una pequeña sonrisa y con la vista en el piso.
-y que te dijo-pregunté.
-me dijo "pues díselo a esa chica"-
Me quedé boquiabierta cuando me dijo eso.
-Damián yo no se que...-me interrumpió robandome un beso pequeño.
-lo siento perdón, creo que me tengo que ir-dijo al pararse de la banca.
-si creo yo también me tengo que ir- le quería decir que yo comenzaba a sentir confundida así que mejor quise irme para pensarlo.
Me llevó a mi casa, bajé de la motocicleta casi corriendo.
"Qué me esta pasando, porque no dejó de pensar en él? " fue lo que pensé entré mí.
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Blue Moon
JugendliteraturLa miré fijamente a los ojos, ella poco a poco fue borrando su sonrisa. Ambos sabíamos que no seria la última vez que estaríamos juntos.