No estaba acostumbrada a desplazarme sobre dos piernas por lo que tube que apoyarme en las rocas durante mis primeros pasos para no caerme. Inevitablemente mis rodillas chocaron contra el suelo en más de una ocasión pero al final conseguí estabilizarme y mantener un ritmo lento pero seguro.
Decidí alejarme de las rocas y seguí caminando hasta llegar a una playa practimente desierta. Al principio me sentí aliviada porque no me sentía capaz de enfrentarme a ningún humano todavía, pero no tardé en darme cuenta de que necesitaría interactuar con ellos si quería encontrar a Connor Donovan.Seguí caminando por la playa hasta alcanzar unas escaleras de madera que me llevaron a una acera de piedra.
Miré a mi alrededor y localicé a una chica humana sentada a pocos metros de mí. Inspiré hondo y me dirigí hacia ella.
La chica estaba concentrada en un artilugio luminoso que sujetaba entre sus manos. Carraspeé para llamar su atención. Alzó la vista apartandose su melena rubia de la cara, mostrándome unos bonitos ojos color mar.—¡Dios mío! —exclamó al tiempo que apartaba su mirada de mí— No sabía que esta playa era nudista.
Alce una ceja extrañada por su comentario. ¿Qué se suponía que significaba nudista?
La joven volvió a alzar la mirada y descubrí un leve rubor que cubría sus mejillas.—¿Necesitas algo? —preguntó sin apartar sus ojos de los míos—.
—Disculpe, busco a mi padre. Se hace llamar Connor Donovan.
Noté mi voz un poco rasposa ya que no acostumbraba a usarla.
—¿Connor Donovan? Lo siento, no me suena. ¿Estas perdida? ¿Necesitas... Lo siento no consigo centrarme tentiendote aquí delante tan... —Hizo un gesto con sus manos señalándome— ¿Has perdido tu bikini? ¿Es eso? Porque no tienes que avergonzarte, a mi también me pasó una vez. Aunque solo perdí la parte de arriba, pero igualmente tuve que quedarme en el agua hasta que se fue todo el mundo y...
La joven siguió hablando al mismo tiempo que hacia todo tipo de gestos con sus manos y hacia todo lo posible por no mirame.
Fue entoces cuando caí en la cuenta. Estaba desnuda. Los humanos siempre usan ropa para cubrirse. No están acostumbrados a ver a otras personas desnudas. Pensé rápido en lo que decir para escusarme. Se suponía que tenía que pasar desapercibida así que decidí aprovechar la escusa que me había dado la muchacha de ojos mar.—Estas en lo cierto, he perdido mi bikini —¿era bikini verdad?— en el mar. Se lo ha llevado la corriente y esperaba que pudiese ayudarme, si no es ninguna molestia.
No estaba segura de lo que estaba haciendo, me habían contado que los humanos podían llegar a ser peligrosos pero ella parecía una buena persona. En seguida sonrío mas calmada interrumpiendo su monólogo. Sacó de su bolsa una toalla y me la tendió.
—Gracias —susurré una vez estuve envuelta en la toalla— No creo que sea adecuado presentarme en casa de mi padre desnuda. No daría una buena primera impresión. —A fin de cuentas el también era humano—.
—¿Connor Donovan, cierto?
—Si. He venido ha pasar una temporada con él pero ando un poco perdida.
—Oh, vaya ¿eres nueva en la ciudad? —preguntó volviendo asentarse y ofreciéndome un sitio a su lado.
—Si, he venido a conocer a mi padre —respondí sentándome a su lado—.
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El secreto de AraBella
FantasyEl mundo de AraBella se ha derrumbado en cuestión de segundos. Su hogar ha sido atacado y su madre la ha enviado lejos con intención de protegerla. AraBella deberá encontrar a su padre y tratar de pasar desapercibida entre los humanos mientras esper...