CAPÍTULO 1: ¡Que empiece el partido!

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Aquélla mañana de noviembre trajo consigo una llovizna melosa que se pegaba a los abrigos y oscurecía el cielo. Aquélla dichosa mañana de noviembre también trajo consigo una oleada de pánico que se reflejaba en los rostros de todas las personas que me querían, y que se agolparon en la salita de la comisaría, cálida y demasiado pequeña para albergar a tanta gente. ¿No es halagador que se preocupen por ti? Aunque no tenga sentido, las consecuencias de mi secuestro me hicieron sentir afortunada.

Mi pobre madre seguía en la sala de interrogatorios después de dos horas, las cuales hacía que había llamado a los agentes al no encontrarme en casa. Mi pobre Denise.

- ¿Podría repetirlo todo de nuevo Mrs.Denise? - volvió a preguntar el inspector Johnavan a mi madre, la mujer morena y ojerosa a la que apuntaba la asquerosa luz amarilla de aquélla lámpara antigua.

- Esta de aquí es mi hija- dijo señalando una foto- Charleena Babette Abequa, y ha desaparecido.

- ¿Cuántos años tiene?

- Diecisiete, los cumplió en mayo.

- ¿Es norteamericana de nacimiento?

- Sí, al igual que mi novio Hania y yo.

- ¿Y el padre?

- Price murió hace años. También nació en Nueva York.

- ¿A qué curso va Charleena?

- A primero de carrera, saltó un curso por sus buenas notas.

- ¿Qué estudia?

- Literatura, y además va a una academia de idiomas.

- ¿Trabaja?

- También.

El inspector puso en blanco los ojos, estaba asombrado. Se preguntaría qué clase de agenda tengo.

- ¿Dónde?

- En un restaurante de comida rusa.

- Y dígame, ¿a qué hora se percató de que había desaparecido?

- Esta mañana, cuando fui a avisarla para desayunar. Pasa algunas noches trabajando, pero siempre vuelve de madrugada, se ducha, desayuna y va a la facultad. Pero hoy, su habitación estaba intacta, no volvió anoche, la cama estaba impoluta, y las carpetas de italiano y francés no estaban en la estantería.

- ¿Cuándo fue la última vez que la vio?

- Ayer en la comida. Cogió las carpetas para ir a la academia. Antes iba a estudiar a la biblioteca con su amigo Jace. Van juntos a la academia. Y después, como todos los lunes, iría a trabajar al restaurante de los Luther.

- Bien, una última cosa, ¿estaba Charleena metida en líos?

- No, es una chica tímida, responsable, ella nunca se dejaría llevar por los demás... Si usted cree que es el tipo de adolescente que se droga o fuma está muy equivocado Mr.Johnavan.

Y el inspector miró la foto y quedó convencido de ello.

Al salir para llamar a mi amigo Jace en la otra sala, se encontró con 23 pares de ojos ansiosos por tener noticias. Ojos que habían observado más allá de mi inocencia. No soy mala persona, pero supongo que como todos, tengo secretos, algunos más legales que otros.

Para que comprendas cómo sé toda la historia, tengo que desvelarte mi doble identidad, y aún no es el momento. Solo necesitas saber que vi cada imagen de mi historia sin estar presente, lo supe todo. Por eso, cuando observé la manera de caminar de Jace hacia la sala acristalada en la que se interrogaba a los sospechosos, recé porque no le fallaran las piernas o se desmayara. Estaba temblando. No es un chico muy seguro, es tímido y reservado. Y estoy segura de que Mr.Johnavan también lo advirtió. La desgarbada figura de mi amigo se tambaleó hasta la silla grisácea y dura, y resoplando, pasó su mano por su corto cabello castaño.

- Señor Jace Pavati - murmuró el policía amenazante- ¿qué ocurrió ayer por la tarde? ¿qué puede contarme sobre Charleena?

- Es mi mejor amiga. Fuimos a la biblioteca, la ayudé con el trabajo sobre unos autores y después fuimos a la academia de idiomas. Me despedí de ella y me marché a casa.

- ¿Dónde la viste por última vez?

- A un par de calles de la academia, en una de las que lleva al centro.

- ¿Siempre os separáis en el mismo punto? ¿Esa es vuestra ruta habitual?

- No.

- ¿Y cuál es?

- Suelo acompañarla hasta el centro, al restaurante de los Luther, en el que trabaja.

- ¿Qué cambió ayer?

- Discutimos por el camino y me pidió que no la acompañara.

- ¿Por qué discutísteis?

- Fue una tontería. Si cree que tengo algo que ver se equivoca. Esta mañana hablé con su novio Derek, lo llamó antes de llegar al trabajo, minutos después de que yo me fuera. Se había parado frente a una tienda de discos.

- De acuerdo. Una última pregunta. ¿Tenía Charleena problemas con alguien?

- No.

Pero mentía. Claro que mentía.

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XOXO

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2015 ⏰

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