Capítulo 3

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Capítulo 3

Era el día, por fin había llegado el día de la Presentación. Josh se levantó y encontró a los hermanos de Tessa en la "cocina" de su casita.

"Niños, ¿dónde está Tessa?" Victoria se encogió de hombros mientras comía y Jack solo volteó a ver a Josh para regresar a su comida. Josh se sentó a desayunar con los niños, Vicky no paraba de hablar mientras que Jack no decía ni una palabra. Después de que todos terminaron de desayunar Josh decidió llevar a los niños a la escuela, en el camino Jack iba callado, como siempre. Josh no comprendía como él podía ser tan diferente a sus hermanas, ambas eran muy animadas, platicadoras y sonrientes, en cambio Jack estaba siempre callado y pocas veces lo podías ver sonreír. Todo mundo pensaría que era típico de un niño de quince años ser tan callado y solitario, pero la verdad era que este pobre niño solitario intentaba lidiar con lo que quedaba de su espíritu, un espíritu que alguna vez fue libre, que alguna vez pudo volar y tocar el cielo, más allá de las nubes manteniendo un equilibrio perfecto, hasta que lo perdió y calló, calló desde lo más alto del cielo sin poder detener su caída, sin nadie que estuviera esperando para detenerlo, o incluso ayudarle a recoger los pocos pedazos que aún le serían útiles y así simplemente tubo que recoger los pedazos tan rápido como pudo para que nadie notara el daño de su caída, construyendo un escudo para que nada ni nadie pudiera dañar esos pocos pedazos de su espíritu. Fue así como Jack se mudó a su propio mundo llevándose consigo los pedazos de su espíritu, ambos se mudaron a un mundo donde nada ni nadie los podría lastimar, porque ¿cómo lastimas algo que no puedes tocar?

Después de dejar los niños en la escuela Josh fue directo al cuartel esperando ver a Tessa ahí, pero no estaba.

"Chase, ¿sabes dónde está Tessa?" le pregunto a su amigo.

"No, pero la necesitamos para repasar el plan un par de veces más antes de partir y Kim quiere que se pruebe el vestido con el uniforme abajo para verificar que no se va a ver " Respondió Chase.

"Pues en ese caso, iré a ver si está en la casa" dijo mientras corría de regreso hacia el bosque.

Cuando llegó todo estaba callado, a Josh no le gustaba el silencio, para nada, le recordaba el pasado, cuando sus padres estaban con él. Ellos solían decirle que tenía que aprender a apreciar el silencio pues era un momento o lugar en el que podía pensar en lo que él quisiera y el siempre les contestaba "Pero, mami, el silencio no me gusta porque hace que me sienta solo" así que su madre le propuso algo. "Yo me sentare con Tigo en silencio para que puedas pensar sin sentirte solo, pero quiero que recuerdes, mi amor, que el hecho de no tener compañía no quiere decir que estas solo". Así que su madre se sentaba a su lado acariciando su pequeña cabeza mientras su papa y sus hermanas salían de casa. Pero después de su muerte el silencio dejo de ser un espacio para pensar, pues ya no tenía a su madre que le acariciaba la cabeza mientras juntos esperaban por el resto de la familia para empezar a comer, en esos días, al estar en silencio, la felicidad y la paz lo inundaba al igual que el olor de la comida de su madre en espera por ser comida, ahora lo único que lo anudaba era la tristeza, el melancolizo y el recuerdo del olor de la comida de su madre, que aun paseaba en el ambiente y estaba guardado, impregnado en la memoria de sus fosas nasales.

Cuando logró salir del Laberinto de los recuerdos empezó a gritarle a Tessa, y como no contestaba decidió subir a la casa del árbol, hasta que escucho un ruido dentro de la "casa de cenizas", como le decía todo el mundo a la construcción que antes fue la casa donde Tessa y toda su familia Vivian antes de que matarán a sus padres. Se acercó a la casa y entró encontrándose a su amiga sentada en medio de lo que antes era el recibidor, justo frente a las escaleras, camino hasta ella y la vio con una mirada perdida y nostálgica, se sentó a su lado derecho, paso su brazo izquierdo por los hombros de ella, recargó su cabeza en su hombro y dijo "¿Qué observamos?" pero ella no contesto, solo tomo una hoja de papel y se la dio.

SobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora