Capítulo 1

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Mi cabeza da vueltas y no logro que las lágrimas cesen. Todos en los pasillos de Modest se dan la vuelta para mirarme. De seguro todos están al tanto del maldito rumor. Luego de bajar dos pisos por escalera, llego a mi despacho, donde entro casi corriendo. Me sujeto del escritorio para no caer desplomada en el piso. Siento mi pulso acelerado y mi respiración es irregular. Debo tranquilizarme antes de sufrir otro ataque de pánico. Por favor, otro no. Tomo aire y lo mantengo con unos segundos hasta no aguantar más. Una vez que mi pulso y respiración se normalizan, me siento y cierro los ojos.
No puedo creer que después de todo lo que hemos vivido juntos, me lastimen de esta manera. Nunca podría haberlo esperado, no de ellos. ¿Liam? Quien secaba mis lagrimas cada vez que escapaban de mis ojos porque mi mundo me rompia el corazon; ¿Niall? Quien me hacia sonreir en cada momento donde todo mi mundo caía a pedazos; ¿Louis? Quien hacía que razonara, que me enfrentara a mi mundo y solucionara mis problemas... ¿Harry? Mi mundo. ¿Y Zayn? No creo que Zayn esté involucrado en todo esto. No después de haberse ido. Desde el dia que decidio dejar la banda para comenzar una carrera como solista, yo era la única que aún mantenía el contacto. El siempre lo había dicho, somos ese tipo de personas que no existirían sin el otro, pero no en la forma romántica, de amarnos como pareja, ni nada por el estilo. De la forma en la que simplemente... no tiene explicación. Sin pensarlo dos veces, marco el numero de Zayn en mi teléfono y tomo aire mientro suena el tono.

-¿Hola?- la voz de Zayn provoca que me sobresalte, no se porqué, ya que lo estoy llamando, es obvio que espero que responda.

-Hola!- digo con tono de alivio.

-¿May? ¿Estas bien?

-Si... o ¿no? No lo sé...la verdad es que...-Mi cabeza es un amontonamiento de pensamientos- No... la verdad es que no lo estoy

-¿Qué sucede? - Dice preocupado -May, no me asustes

-No, lo siento, no te preocupes- me arrepiento de haberlo llamado, no debería contarle esto, no debería ponerlo molesto con los chicos -¿Sabes que? Estoy bien, te hablo luego

No espero su respuesta y corto. Debo superar esto sola, no dependo de nadie para estar bien. ¿Realmente creen que soy una puta? Les demostrare que no me afecta lo que crean ellos, o lo que crea quien sea. Me acerco a el pequeño locker de una de las paredes de mi despacho y revuelvo hasta encontrar algo de ropa. Cuando por fin encuentro algo que me gusta, bajo las persianas y comienzo a cambiarme. Cambio la remera azul, larga o holgada, por una por la cintura, roja y traslúcida. Luego cambio mi jean negro por unas calzas negras brillosas. Y por último, cambio las Vans por unas bucaneras negras. Tomo mi maquillaje y me enfrento al espejo del locker. Delineador por todo el borde del ojo, un poco de rubor y labial rojo. Una vez que termino, recojo mi largo pelo castaño con las puntas rubias en una cola de caballo. Vuelvo al espejo y hago un chequeo desde la cabeza hasta los pies. Tomo mi cazadora negra y el bolso Tommy y salgo del despacho. A cada paso que doy, las cabezas van girando hacia mi dirección. Bajo piso por piso hasta llegar a planta baja. Al final del corredor, veo a Harry y Louis caminando en dirección contraria a la mía. Harry clava la vista en mi y noto como sus ojos se abren. Golpea sutilmente a Louis, pero nada escapa de mis ojos. Louis se da la vuelta y repite los gestos de Harry. A punto de pasar por su saldo, Shawn aparece en mi radar. Shawn es el secretario de mi jefe. Muchas de mis discusiones con Harry durante los últimos meses, se basaban en que Shawn se mostraba muy amable y simpático conmigo. Siempre que me ve para a saludarme y generalmente nos quedamos charlando. Incluso hemos almorzado juntos un par de veces. Claro que eso termino en cuanto Harry se puso insoportable con el tema. La mandíbula de Shawn casi llega al piso cuando me ve.

-Hola, Shawn- lo saludo y le dedico una sonrisa.

En cuanto dirijo la mirada a Harry, veo sus puños cerrados y sus músculos tensos. "Lo siento, pero a la puta no le importas" pasa por mi cabeza y sonrió de lado al pasar junto a él. Salgo del edificio y veo aproximarse un taxi.

-Buenos tardes- digo mientras me deslizo en el asiento trasero.

-Buenas tardes, señorita- un chofer anciano me dedica unas sonrisa.

Luego de decirle la dirección, me pongo los auriculares y presiono la función aleatoria en la pantalla. Slut like you de Pink, comienza a salir a través de los auriculares y una sonrisa escapa de mis labios. Nada mejor para este momento. Mi mente comienza a divagar por recuerdos hasta llegar a él. Aun no entiendo porque lo hizo, porque me llamo asi. El fue con la única persona que estuve, fue la primera persona a la que he besado y la única... Casi. Una vez, hace no tanto, en enero de este año, el 12. Era el cumpleaños de Zayn y yo había peleado con Harry. Estábamos solos en mi habitación y él intentaba consolarme, paso el rato y habíamos bebido. Cuando dieron las doce brindamos y antes de que nos diéramos cuenta nos estabamos besando. Comenzó con un simple beso en los labios y se fue intensificando. No llegamos a nada, quizá estábamos algo ebrios pero no dementes. Juramos no hablar de eso con nadie, ni entre nosotros. Recuerdo que después de ese dia no pudimos hablar por más de una semana, cuando lo intentábamos, la situación se volvía incómoda.

-Un momento- las palabras escapan de mi boca.

-Señorita, ¿está usted bien?

-Déjeme aquí, por favor

El anciano frena el auto, le pago y bajo casi con desesperación. Revuelvo el bolso en busca de mi celular y marco a Zayn, mientras camino hacia mi edificio, faltan unas 10 cuadras. Atiende al tercer tono.
-¡Zayn!- digo casi a los gritos.

-May, ¿me dirás que sucede?- responde con un tono de cansancio.

-Solo contesta una cosa- digo ignorando su pregunta -¿Le has dicho a alguien sobre... ya sabes...?

-No- responde tan seco como es posible -Prometimos no hacerlo, prometimos no hablarlo ni siquiera entre nosotros. Estás rompiendo tu promesa, May

-Lo sé, lo siento- digo arrepentida de sacar el tema -¿Estás seguro de que...?

-May

-Ya, lo siento

-Hablamos luego

-Si, adiós

No debería haber sacado ese tema. Había olvidado cómo se ponía con el. Camino una cuadra mas y llego a la puerta del edificio. Encajo la llave y me dirijo hacia el ascensor. Piso 8, ni en sueños tomo la escalera. Cuando se abren las puertas del ascensor oigo una música metálica a lo lejos. Esta se intensifica al entrar en mi departamento. Me acerco a la ventana y me doy cuenta que la música viene del edificio de al lado, la ventana da exactamente con la mía. Ruedo los ojos y cierro la ventana. Ya casi van a ser las 10 pm y aun no he cenado. Me dirijo a la cocina y busco en la alacena algo que me tiente. Luego de un minuto, opto por una sopa de microondas de calabaza. Espero a que esta se caliente y le agrego unos cubitos de queso. Tomo la taza y me siento en el sillón a revisar papeleo del trabajo que debería haber terminado mientras se me daba por cambiar mi aspecto. Al cabo de unos 5 minutos, la música pasa a ser música bailable y se suman gritos al ambiente. ¿Una fiesta? ¿En serio? Me asomo a la ventana e intento gritarle a un chico que está de espaldas a la ventana del otro edificio. Luego de cinco intentos, me doy por vencida y decido ir en persona. Antes de salir me miro al espejo para corroborar que no haré ningún papelón por mi aspecto. Sigo igual que antes, excepto por la cola de caballo que pasó a estar suelta. Tomo las llaves y me dirijo al edificio de al lado. Toco timbre en el octavo A, el cual supongo que debe ser su piso por lógica. Nadie responde, así que vuelvo a tocar. Al cabo de unos minutos sin respuesta, una mujer sale con su perrito del edificio. Aprovecho la situacion y me meto en el. Tomo el ascensor hasta el piso de la fiesta y me acerco a su puerta. Toco la puerta decidida con mi puño cerrado con fuerza. Luego de unos segundos, un chico muy atractivo abre la puerta. Es alto, de tez bronceada, castaño claro y ojos marrones. Se nota a lo lejos que tiene un físico bien formado.

-Disculpa, pero estoy intentando trabajar en el edificio de al lado y no puedo por tu pequeña fiesta.

-¿Pequeña?

-¿A esto le dicen "gran fiesta"? Pero que tierno e inocente...-lo desafío.

-Pues, ¿Por que no pasas y me ayudas a agrandarla?- me ofrece con una sonrisa picara.

Experta en hacer estupideces. En fracción de segundos me encuentro dentro del departamento de un desconocido, en una fiesta repleta de personas que nunca en mi vida he visto. Genial.

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Holaa. Espero que les haya gustado el primer capítulo. Se que no es muy largo, perdón. Que pasara con May y Dylan? No falta mucho para averiguarlo...

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2015 ⏰

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