“Hola, buenas a todos chicos y chicas” Escucho en el vídeo que estaba editando. Este vídeo iba a ser una locura, como todos los demás. Lo estoy retocando para después subirlo a youtube.
¿Todavia no sabes quien soy?
Soy el rey de lo random y el terror, ¿Sabes quien soy? ¿En serio? ¿Todavia no? ¡Joder! Haber piensalo bien, unos instantes más... Siempre empiezo con esta intro... Y mi nombre empieza por “Z”.
¿Ya lo sabes? ¿No? ¿Quieres una pista mas? No le pego bocados a los cactus, yo los abrazo.
¿Ya sabes quien soy? ¡Bien!
¡Zellendust, ese soy yo! Bonito nombre ¿verdad?Bueno, después de esta estúpida intro, proseguire a hablar. Mi nombre es Luis y tengo veintitrés años. Como he dicho antes soy youtuber desde hace tres años. No tengo mucho éxito, ya que poca gente me conoce, pero bueno, pienso que algún día tendre la oportunidad de llegar a hacer reír a mucha gente, esa es mi meta.
Bueno, después de esta presentación, quiero subir el vídeo para después ir a trabajar. Si, a trabajar. Que sea youtuber no significa que me gane la vida con esto. La gente no debe pensar eso de que nos forramos con el dinero de partner, además, ¿piensas que si ganara mucho dinero con esto, estaría en esta ciudad? Eso pensaba...
Cuando termina el vídeo de subirse a youtube, me arreglo y me dirijo a salir a la calle para ir a trabajar. Por cierto, trabajo en una nueva pizzería que abrieron hace un montón de tiempo. Yo iba allí cuando era muy pequeño, pero los bichos que estaban sobre el escenario me acojonaban. Yo iba sobre todo por la pizza, que era deliciosa, por cierto. Después de unos años cerraron, y eso me fastidio bastante. Me alegra que la volvieran a abrir, pero no entiendo ni por que la cerraron, ni por que hay que trabajar a las doce de la noche para vigilar una pizzería. De todas maneras pagan muy bien, así que no me puedo quejar.
Bajo a la calle y me dispongo a andar hasta el lugar, que no estaba muy lejos de mi casa. Eran las diez de la noche, por lo que creo que llegaría temprano y así me doy una vuelta.
Efectivamente, llegue temprano, a las once y media mas o menos. Me arrime hacia las puertas de cristal, cuando de pronto, empezó a llover. No me preocupaba un poco de lluvia, cuando de pronto, vi un rayo de aquel cielo y corriendo abrí la puerta, y me metí dentro del lugar. Cerré la puerta rápido, y al darme la vuelta, lo vi todo oscuro.
“¿Hola? ¿Hay alguien? ¡Soy Luis!”
Nadie respondió. Palpé la pared para ver si encontraba algún interruptor o algo, pero no había nada. Camine por la oscuridad con cuidado, sin intentar darme contra...
“¡Mierda, Joder!” Hable demasiado temprano. Me había chocado contra el mostrador, en el cual podía ver una linterna y una nota. Con ayuda de la linterna pude encontrar mi lugar de trabajo. Una especia de departamento, con una silla y una mesa. Esta, estaba llena de televisores, un ventilador y un teléfono. Las paredes estaban llenas de dibujos de los diferentes animatronicos, aunque unos me sonaban mas que otros. Apague la linterna y... Volvió la oscuridad, se me había olvidado los plomos...
Volví a salir de aquel lugar y camine por esos pasillos, que con la linterna eran aterradores. Media hora después, encontré los plomos, pudiendo encender la luz de mi lugar de trabajo, y pocos lugares mas.
Vuelvo a mi lugar y me siento en la silla, hasta que me acorde de la nota que había en el mostrador. La saco del bolsillo y empiezo a leerla.
“Hola, bienvenido. Siento no poder enseñarte el lugar, y puede que cuando llegues lo veas todo muy oscuro, así que te he dibujado un pequeño mapa de donde están los plomos y...”
Dejo de leer la nota y por un momento, me siento estúpido. He perdido media hora de mi vida buscando los plomos cuando... Los tenia... Aquí escritos... ¡Me cago en...!
Después de mi ataque de rabia, sigo leyendo la nota.
“ ... También decirte que tengas mucho cuidado, no hagas mucho ruido y estate atento a tus alrededores. Encima de la mesa tienes una tablet. No puedes jugar con ella, sirve para vigilar a los animatronicos. No te preocupes si oyes algún ruido o algo. Pronto se llevaran a los animatronicos de aquí para arreglarlos. Sabiendo eso, creo que estas a salvo. Por cierto, las puertas que tienes a los lados no son un juguete, y pronto te llegara una llamada.
¡Saludos!”Término de leer la nota y hago una bola con ella. La tiro a una papelera que había cerca y me levanto de aquella silla. Me arrimo a la puerta de la derecha y pienso.
“¿Como puede llamarse esto puerta? Si es un hueco en la pared...”
Al lado suya había un botón rojo y otro blanco. Pero encima un botón rojo... ¿Deberia tocarlo?
Extiendo mi dedo hasta tocar el botón rojo, y tras ser presionado, una enorme puerta cae, haciendo un gran ruido, y provocandone un infarto. Después volví a arrimarme a la puerta, y la volví a abrir, y después cerrar, y después abrir, y después cerrar, así, hasta que llegaron las tres.
Me quede dormido en la silla, dándome cuenta de que no había echo nada, así que cogí la tablet y mire donde estaban los bichos del demonio. Estaba muy tranquilo, cuando de pronto, observe que faltaba uno.
“¿Bo...Bonnie?” dije, con el corazón en un puño. Asome la cabeza por la puerta izquierda y encendí la linterna. Una sombra con forma de conejo esperaba al final del pasillo. Trague saliva y con risa nerviosa cerré la puerta. Mire mi reloj, cuando me di cuenta de que eran las cinco y media. Media hora mas y seria libre. Volví a mirar la tablet y esa cosa seguía en el pasillo. Pasada la media hora, salí de aquel lugar y volví corriendo a mi casa.
¿Que coño ha pasado hoy? Dije, mientras me tumbaba en mi cama, mirando el techo.
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"Bienvenido a mi humilde morada" - ZellendUst
Fanfiction"A lo mejor, algunas cosas es mejor dejarlas olvidadas... por ahora"