"Bienvenido a mi humilde morada" - ZellendUst

Capitulo 6: "¿Quieres darle un beso?"

Mi corazón se aceleraba, y mis piernas no se movían. Estaba paralizado. Ellos venían a por mi, despacio, y yo no podía escapar de allí. Mire hacia los lados y corrí por uno de los pasillos, intentando abrir las habitaciones, para poder esconderme hasta las seis.

Seguía corriendo, y ninguna habitacion estaba abierta. Fui a la sala del escenario, pero Foxy me cortaba el camino. Volví atrás, hasta acabar chocando con Bonnie, que alzando el puño, intento darme, pero sus movimientos eran muy lentos, por lo que pude escapar.

Muchos minutos después acabe encerrándome en el baño.

"Esto no puede estar pasando, no puede... Han pasado muchos años de eso..."

Me lleve las manos a la cabeza, y me arrime a los lavabos.

"...¡Se supone que todo lo habían olvidado!" dije, apretando los puños, y dando un fuerte golpe a estos.

"Pues, parece que no lo han olvidado"

Mire a mi supuesto reflejo. Ahí estaba esa sombra negra con gran sonrisa, y esta vez, acompañada de unos grandes ojos rojos.

"¿Quien eres tu?"

"Soy tu, ¿No me recuerdas?"

"¡La cosa era que desaparecieras!"

"¿Desaparecer? Jajaja, soy tu sombra. Voy contigo a todas partes"

"¡Pues dejame en paz!"

" Oh, vamos, no te pongas así... ¿No recuerdas esos momentos tan divertidos que pasamos juntos?¿No recuerdas esa vez que pusistes la cabeza de freddy en este lugar, en este mismo baño..."

"Dejalo..."

"Tras haber acabado... ¡Con esos niños!"

"¡Quiero olvidarlo!", dije, apretando el puño derecho.

"No puedes..."

"¡Dejame en paz!"

Seguidamente, di un golpe al cristal con el puño. Este se hizo añicos, y varios pedazos calleron al lavabo. Lagrimas caian por mis mejillas tras dar el golpe, y despues, mire mi mano. Los nudillos estaban ensangrentados, y varios trozos de cristal se clavaron en este. Yo baje mi mano, y aunque me doliera, prefería pasar del dolor.

Me separe del lavabo, y cai de rodillas al suelo. Empecé a ponerme nervioso, de tal manera que comence a dar golpes al suelo, fastidiandome aun mas la mano y todo por recordar las ultimas palabras y los últimos gritos de aquellos niños que hoy día me persiguen.

Vi un trozo de cristal cerca de mi. Lo cogí con la mano izquierda, y mire mi mitad de la cara. Observe otro trozo de cristal a lo lejos, cogiéndolo y apuntando a mi otra mitad.

"¿Soy yo?"

hubo un momento de silencio. De pronto, en el cristal de la izquierda, pude ver como mi ojo se volvía blanco, y una gran sonrisa se reflejaba en esta.

Tire los dos trozos al suelo, me volví a levantar y fui hacia el espejo, con la esperanza de que simplemente fuera una alucinacion, pero al mirarme en este, mis dos ojos eran totalmente blancos, y por si solo mi reflejo comenzó a hablar.

"Eres la maldad..."

"No puede ser..."

 "Debes de asimilarlo, eres lo que eres"

"No...no quiero, puedo cambiar"

" No, no puedes. Sabes perfectamente quien eres"

" ¿Lo se?"