Capítulo 4

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Suena el teléfono, veo el numero y es Mike, espero que haya desalojado las islas porque en estos momentos ya estamos en la ciudad y solamente tenemos que dejarlo a Él en donde nos diga para detener la invasión.

- Mike espero que me tengas buenas noticias.

- De hecho las tengo, pero también tengo una mala.-Esto debe ser una broma, ¿ahora que habrá pasado?

- Solo dime que paso.

- Okey, la buena es que ya están evacuando las islas del Océano Pacífico y las están enviando a los refugios para supervisarlas, la mala es que descubrieron una enorme nave en la zona que impide el paso hasta los refugios.

- Envía portaaviones para que trasladen a las personas, esa es la mejor solución, y evita que las personas salgan de la zona y que nadie se pierda...Asegúrate que el mismo número de personas están cuando lleguen a los refugios.

- Beira...-Hizo una pausa, espero que no me vaya a sacar un regaño, no estoy de humor para esto.- ¿Porque eres tan inteligente?- Yo me reí bajo.

- Envía la orden a los portaaviones rápido, avísame en cuanto pase algo.-Colgué el teléfono y me asomé a la ventana, ya estábamos llegando al centro ciudad, solo que no sabemos a qué parte de la ciudad tenemos que ir.- Oye, ¿en donde tenemos que dejarte?

- En el centro de la ciudad, ahí es donde me van a encontrar, les daré una señal para decirles que detengan el proceso de exterminación, pero si no me responden entonces no habrá más nada que hacer.

- No podemos dejarte en el centro de la ciudad, hay guardias bloqueando la vía.-Dice Louis.

- Pero tu eres jefe de la armada, es imposible que no nos dejen entrar.-Exclame, no tenemos tiempo para estas cosas, necesitamos ir al centro de la ciudad ahora.

- A menos que te ocultemos, no podremos pasar.

- Acelera, y no te detengas por nada en el mundo.-Le dijo a Louis, este quedo con cara de espantado, como si hubiera visto al diablo, pero le obedeció y aceleró [...] Después de 45 minutos de carretera, ya estábamos cerca del centro de la ciudad, Louis seguía conduciendo hasta que encontramos a militares de la armada bloqueando la vía, pero Louis siguió acelerando, de seguro recordó lo que le había dicho Él, cerré los ojos con fuerza y solo espere lo peor, sentí un golpe muy fuerte en el auto, abrí los ojos de golpe y ya casi estábamos llegando al centro de la ciudad. Mire a Louis por el retrovisor y me sonrió, yo le devolví la sonrisa aliviada.

- Solamente espero salir vivos de esto.-Mi teléfono comenzó a sonar, mire el número de la pantalla y era Mike, espero que no haya pasado nada malo.- Dime Mike.

- Beira, evacuamos lo más rápido que pudimos a los habitantes de las islas del Océano Pacífico.-Solté un aire que ni siquiera sabía que estaba conteniendo en mi garganta, estaba tan aliviada de que todo haya salido como yo quería.- Es increíble lo rápido que lo hicimos, pero hay algo que tengo que decirte.-En el tono de voz que lo dijo, me bajo de la nube completamente, ahora estaba en la realidad. Rodé los ojos fastidiada, vi que Louis estaba hablando con Él, pero no se había dado cuenta que había un árbol caído en la vía.

- ¡Cuidado Louis!- Era demasiado tarde para girar y evitar el árbol, el auto se volteo, y todo se puso negro.

***

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, me toque la parte de atrás y tenia una herida, pero creo que no es nada grave y tampoco perdía mucha sangre; intente salir del auto y tenía un trozo de vidrio en mi rodilla, duele, arde y quema, también estaba perdiendo mucha sangre, tome mi collar e hice un torniquete para evitar más sangrado; la puerta del auto se abrió y vi que era Louis.

- Beira ¿estas bien? -Me estiro la mano, yo la tome contiguo y trato de sacarme.- Oye ayúdame a sacarla.-Llego El y los dos me sacaron del auto.- ¿Estas bien Beira?

- Eso creo, un vidrio se me clavó en la pierna, pero hice un torniquete con mi collar para evitar más sangrado.

- No se que haría si algo te pasara Beira.-Un mechón de mi cabello estaba fuera de su lugar, y me lo acomodo detrás de la oreja.

- Supongo que este no es mi día.-El sonrió por mi comentario.

- Rápido, tenemos que llevarte al hospital.

- ¿Estas loco? Se supone que no me puedo mover.-Mire detrás de Louis y una enorme nube negra venía hacia nosotros.

- ¡Vayámonos! -Gritó "Él", con todas las fuerzas que tenía, Louis me cargo, pero aun sentía dolor cada vez que movía mi pierna, él corrió, pero con cada paso que daba mi pierna me dolía aun mas.

- ¡Louis, mi pierna!- Llegamos debajo del puente del parque. Ya se me estaban saliendo las lagrimas del dolor, comencé a sudar y tenía fiebre.

- Beira...Beira ¿me oyes?- No podía hablar, tenía mucho dolor, estaba sudando y quería cerrar mis ojos.- No Beira, no te duermas.-Demasiado tarde, cerré los ojos, pero aun podía escuchar y podía sentir lo que hacen.- Sálvala, por favor, salvala.-Escuchaba a Louis gritar como loco, le estaba gritando a "Él", le estaba pidiendo que me salvara. Dios, Louis, que me hubiera pasado sin ti.- Te lo suplico por favor, salva a Beira.-¿Estaba sollozando? Dios mío Louis. Hubo un silencio largo, todo lo que sentí fueron unas manos en donde tenía la herida de la pierna, poco a poco me sentía mejor, así como poco a poco fui abriendo los ojos, me senté pero aun me dolía mi pierna, cuando la vi ya no estaba perdiendo tanta sangre. Sonreí, voltee a ver a Louis y lo abrace, lo mire a "Él" con las lágrimas en mis ojos.

- Gracias.-El seguía con esa mirada fría y seria sin demostrar nada.

- Estamos en tregua. Comprendí que no son una amenaza para todo el planeta, tu y tu mundo están a salvo. Solo esperamos que sigan así...Perdonaremos a tu mundo, y a ustedes por demostrarme que ustedes de verdad son muy valiosos e importantes en la galaxia.

24 HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora