Parte 6

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Me desperté pensando en Rubén, no podía estar tan así. Lo deseaba y mucho, sentía todo el tiempo su mirada en mí y en todo mi cuerpo y no niego que yo también lo miro. Suelo observarlo muchas veces que nos encontramos en esas casualidades, siempre trata de llamar mi atención pero suelo hacerme la difícil, no puedo más. Lo necesito.

Tome un pequeño abrigo y me dirigí a la cocina, eran las nueve de la mañana y tenía hambre. Me prepare unas tortitas con miel y las comí rápido mientras veía las noticias en el Led.

No paraba de pensar en él, sus ojos verdes y sus labios carnosos. Su respiración, estaba muy estúpida pensando en Rubén. No lo podía evitar.

De repente sentí un portazo tremendo que casi retumba en todo el edificio, era de su habitación.

Me pareció que provenía de ahí no sé por qué fui y abrí la puerta y estaba ahí apoyado en su puerta mirándome atentamente con esos ojos, estaba en piyama y obviamente no tardo en observar mis piernas.

-¿Qué te ha pasado?- Solamente ignore lo otro, y me arrepentí de preguntarle aquella estupidez. Era obvio que se encontraba mal con esa carita que tenía.

-No me importa lo que me esté pasando, en este momento me importas vos. Solamente vos- Dijo acercándose cada vez más sin dejar de mirarme, nuestras narices estaban juntas Rubén era mucho más alto que yo y tenía la cabeza un poco levantada para examinar mejor esos ojos y esa cara que tanto deseo en mí. Nos quedamos un buen rato así hasta que el tomo el envión, y me comió la boca. Entraba su lengua en mi pequeña boquita y examinaba todos los rincones de ella. Agarro mi cintura muy fuerte atrayéndome a su cuerpo, estaba todo entera para él.

-Vamos a escaparnos, tu y yo solos- Me limite a decir eso, no me encontraba nerviosa pero también era una de las cosas que quería, estar solo con él.

-Sería muy inútil escaparnos- se quedó con los ojos cerrados lamiendo sus labios- Deseo tu boca como a nada en el mundo ___.

Lo agarre del cuello y le di un beso muy cortito.

Seguíamos juntos y agarrados en el pasillo afuera de mi puerta, nos llegaban a pillar alguien e iba a ser lo más vergonzoso del mundo. Aunque ahora eso no me importara.

-Me tengo que ir, aunque no quiera- acaricio mi mejilla y me devolvió el beso corto que le había dado antes, me quede apoyada en la puerta mordiéndome el labio.

Él se dio vuelta y de reojo me miro y sonrió muy dulcemente.

Yo también entre a mi apartamento, no lo podía creer.

Tanta atracción física que nos teníamos y ahora estábamos así comiéndonos por dentro partidos al medio.

Era muy loco esto, pero me gustaba.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2015 ⏰

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