De pronto me aburrió la clase y mejor me puse a observar a todo el salón, mientras veía que tal.
Hasta que mi mirada se quedo quieta en un chico, tan misterioso, tan serio, tan atento, tan único de sí mismo.
Me encanto en ese instante, me quedé muy extrañada conmigo misma, no podía saber realmente que me pasaba.
Quité mi mirada antes de que él se diera cuenta, por suerte no me descubrió.
Pasó el tiempo y por suerte en mi primer día tuve con quien juntarme. Aide ése es su nombre: una chica es simpática, divertida, tipo yo pero el doble, supongo yo.
Estábamos criticando a todos (los que veíamos que nos caía mal), por suerte nos llevamos super bien se volvió una gran amiga.
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Pensamientos de una chica más
RandomLamento haber dejado tanto tiempo de escribir, pero prometo terminarlo, besos