Sueños dentro de sueños

En esa noche de fiesta comenzó todo.

Me encontraba en la fiesta de mi mejor amiga, sentada en la mesa de las damas de honor en el cual también se sentaron nuestros mejores amigos de la escuela.
Era un salón bastante grande con decorados de color blanco y lila, las mesas de comida al fondo, una pista de baile y todos los invitados cenando. Más tarde, mi mejor amiga hizo un baile sorpresa junto con varios amigos de ella y yo estaba con algo de sueño.
Decidí pararme e ir a la mesa de dulces, escogí un bolillo de chocolate, chicles y un vaso con churros. Mientras escogía, sentí una mirada, voltee y un chico me estaba viendo; era bastante alto, cabello un poco largo y lacio, bien vestido y con una cara linda.
Me dedico una cálida y tierna sonrisa como si ya me conociera, luego se volteo y se fue a una mesa con otros dos chicos. Me quede confundida, pero por alguna razón, quería que me volviera a sonreír de esa manera.
Recogí todos mis dulces y me regrese a la mesa donde estaba, seguí platicando normalmente pero desde que descubrí a ese chico volteaba a ver si lo cachaba viéndome otra vez, pero el continuaba platicando con esos chicos.
Me dio un poco de sed, así que me pare hacia las bebidas para servirme un vaso de Coca-Cola, y de regreso quise pasar por donde estaba ese chico, quería conocerlo, algo había en el que me llamaba la atención, y puedo estar segura de que el también se me quedaba viendo por algo... Pero era muy tímida como para acercarme a el, así que continúe mi camino.
Llegue a mi mesa y una vez más, voltee a verlo. Esta vez, el me estaba viendo nuevamente, así que le dedique una sonrisa para devolverle su gesto y él sonrió y se dio la vuelta, realmente era algo extraño.
La fiesta había terminado así que era momento de irme, recogí mis cosas y me dirigí a la salida, mi mamá se encontraba esperándome así que me apuré. Al subir al carro me quede pensativa en aquel chico extraño que había llamado mi atención, me fui sin saber absolutamente nada de él, pero sin saber la razón, me sentía esperanzada a que algún día me lo volvería a encontrar.