Mi Todo (Zeddlena)

💙CAPÍTULO 1💙

Estoy muy preocupada. Sé que no va a pasar algo bueno. Digo esto porque hace algunos días descubrí que mi esposo hablaba en su oficina con uno de sus socios, y él se notaba preocupado. Todo esto lo sé porque estaba espiando en la puerta de su oficina.
Bah,ya sé que estaba mal lo que hacía, pero era necesario realizar eso porque cada día veía más tenso a Anton y no sabía qué le pasaba: cada vez que le preguntaba algo me evadía y se encerraba en su oficina.
Hoy me dijo lo que estaba pasando y mis sospechas se cumplieron.
-Mi amor, tengo que decirte algo importante- me dijo él.
-¿Pasó algo?- le pregunté.
-La empresa quebró. Me acaba de llamar mi socio y me dijo que había una buena oportunidad para poner una nueva empresa en Canadá.
-Pero Anton, ¿Cuándo quebró la empresa y por qué nunca me dijiste nada acerca de todo esto que estaba pasando?- Le pregunté muy seria.
-Porque mi socio se estaba fijando acerca de un buen lugar para poner la nueva empresa. No quería que te preocuparas, siempre estás muy ocupada con tu trabajo- contestó Anton.
-¿No querías que me preocupara? ¿Anton cuando se te ocurría decirme todo esto?- le contesté furiosa.
-Perdoname mi amor. Ya vamos a hablar eso después. Tengo que decirte otra cosa...me tengo que mudar a Canadá para poder trabajar mejor con la empresa, es sólo por tres meses. Por eso necesito que Sienna y vos se queden acá, en Estados Unidos- me contestó Anton.
Sabía el motivo por el cual Anton quería que me quedara en Estados Unidos con nuestra hija Sienna, y ese motivo era mi trabajo. Él sabía que yo amaba mi trabajo y que el mismo me consumía mucho tiempo. Debía constantemente viajar hacia otros lugares para realizar mis tours, en los cuales viajo a diferentes continentes para presentar mis nuevos álbumes.
Mi esposo notó inmediatamente que yo estaba dudando, por lo que me contestó:
-Sel, mi amor, háganlo por mí. Si lo hacen me haría muy feliz.- me dijo.
-Está bien. Cuidate por favor.-le dije con los ojos humedecidos.
-Te voy a extrañar mucho, mi vida-me susurró al oído.
-Yo mucho más- le contesté. Y sin darme cuenta las lágrimas empezaron a brotar, deslizándose por mis mejillas.

Publicado 20/7/15