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-Buenos días Julen.- dije mientras le abrazaba con una sonrisa en la cara.

Estaba tan guapo como siempre. Llevaba una camiseta verde oscuro a juego con sus ojos y unos vaqueros negros a juego con su pelo.

-¿Qué llevas ahí?- pregunté cuando vi que tenía una mano escondida detrás de la espalda.

Julen se limitó a poner en su cara lo que parecía ser una sonrisa, aunque no estoy segura (él no solía sonreír), y de detrás de su espalda sacó dos capuchinos.

-Con extra de canela.- y haciendo notar más su "sonrisa", añadió- dicen que es afrodisíaca.

-Mira que eres idiota.- ríendome le di un puñetazo en el brazo, no le dolió ya que es bastante fuerte, y le invité a entrar.

Pasamos los dos, y nos sentamos en el sofá de cuero marrón oscuro del salón justo en frente de la tele, en la que están echando un programa del corazón al que ninguno de los dos estamos prestando atención.

-¿Sabes qué? Estrella da una fiesta por sus 18 y me ha dicho que te invite, irán todos, Julia, Daniel... ¿Irás? - dice frunciendo el ceño y, mirandome fijamente.

Parece que realmente tiene muchas ganas de que vaya.

-Claro que iré, ¿me pierdo yo alguna ocasión de estar con mis mejores amigos? - le di un golpecito en la barbilla mientras le guiñaba un ojo y pude notar una sonrisa torcida en su rostro, aunque noto cierta tristeza en sus ojos.

-Bueno, ya está siendo hora de que me vaya, tendrás que hacer las tareas de la casa ahora que tu madre se ha cogido unas vacaciones para descansar de ti.- puedo oír su risa grave mientras recoge su vaso de café.

-O también podrías quedarte a ayudarme a hacer esas tareas.- me cruzo de brazos y arqueo una ceja.

-Es tu desorden. Yo no tengo nada que ver. De todas formas, ya te gustaría a ti que el desorden de tu cama lo hubiera hecho Alex, ¿eh?. -me guiña el ojo y me hace cosquillas en la tripa con un dedo.

-¡NO SEAS TONTO JULEN! Venga, que tienes que ir ya.

-Ya me voy, ya me voy.- dice alargando las vocales.

Le acompaño a la puerta y al cerrarla apoyo mi cabeza en ella y pienso que en realidad sí que me gustaría que el desorden fuera causa de Alex, y pensar que me voy a volver a ver en la fiesta de Estrella hace que me tiemblen las rodillas y me suden las manos.

-Esto es por la canela.

ImperfeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora