Terla

46 2 0
                                    

- Esto es demasiado, ¿Es que Dulus se está buscando un enfrentamiento? - dijo molesto el Rey Argrumm a su esposa Taly
- Eso es precisamente lo que él está buscando, pero si tú le respondes ahora él lo tomará como un reto abiertamente; él está usando esa magia- dijo Taly con desprecio- y sabe usar la magia blanca, no estamos preparados por ahora a menos que quieras usar ese tipo de magia.

El Rey Argrumm lo sabía, no podía enfrentarse a Dulus, últimamente Drumn, el Reino de Dulus se estaba haciendo tan poderoso que estaba compitiendo por el poder de Irelia con su Reino, Terla. Pero tenía que hacer algo pronto, muchos reinos estaban aliándose con Drumn eligiéndolo como reino líder. Además, Terla tenía problemas económicos, pues había estado perdiendo aliados comerciales de Puerto Bahír y algunas embarcaciones con mercancía de mucho valor monetario. La última embarcación perdida había sido el Il Mare, el barco favorito del Rey Argrumm el cual llevaba una carga de lankas, las cuales eran piedras preciosas de color morado que sólo había en Terla, ese cargamento iba dirigido a Polava, la ciudad de los comerciantes. Terla no tenía dinero para un enfrentamiento bélico.

- Sí, tienes razón.- dijo finalmente el Rey Argrumm algo cansado. Taly se quedó mirando a su esposo, ya no era el jovencito con el que se había casado, ya era un hombre, un Rey. Era un hombre joven, de cabello negro lacio, piel bronceada y alto, sus ojos eran lo que la habían enamorado de él en realidad pues tenían un color singular, pero no era de extrañar puesto que los herederos al trono tenían los ojos del color de la Espiral de Energía de su reino. Era la mirada piadosa y firme que tenía lo que le daba vida a esos ojos.
- Es mejor que hablemos de eso en la noche, y mañana hay que convocar al concejo, por ahora relájate y disfruta la fiesta de Elria, no todos los días tu heredera es presentada al pueblo- dijo con una sonrisa la Reina Taly

Elria era la hija mayor de Argrumm y Taly, la heredera al Trono de Terla. Tenía apenas tres años pero era ya una niña muy audaz e inteligente. Físicamente se parecía a su padre, el cabello negro, lacio y la piel color bronce era lo que la caracterizaba.
Los Reyes tenían a otra hija, tenía apenas unos meses de nacida, pero ella definitivamente se parecía a su madre, no había heredado ningún rasgo de Argrumm salvo el color de los ojos. Era muy extraño que dos o más hijos de los Reyes tuviesen el mismo color del de los padres, pues era la naturaleza quien decidía quien gobernaría con el color de los ojos, los cuales eran del mismo color que la Espiral de Energía del Reino.

Terla era un reino que se encontraba en las faldas de la Cordillera de Algenea, una cadena de picos altos escarchados que atravesaba el reino de norte a sur. Terla estaba en un lugar estratégico, pues se asentaba en una colina donde abundaba la vegetación, extendiéndose al este un valle verde y cálido casi todo el año salvo en invierno que nevaba. Al sur se encontraban las minas, un cúmulo de colinas pequeñas y donde alguna vez un hombre había descubierto lanka, una de las piedras preciosas más caras del mundo, pues unicamente Terla tenía yacimientos de esa extraña piedra. Al norte se encontraba el lago Segna, el cual se decía era un brazo de mar pues su agua parecía venir de ningún lado. El lago estaba repleto de peces y animales singulares, la pesca era lo que mantenía al lugar en pie.
La ciudad principal del reino era muy bella, pues gracias a estar en las faldas de una cordillera el agua era abundante, un río de aguas cristalinas atravesaba las calles limpias y empedradas. En la punta más alta de la ciudad, envuelto en árboles se encontraba el castillo, una enorme construcción compuesta por más de cien habitaciones, cuatro torres, doce salones, cinco jardines reales, tres explanadas y varios sitios más como cocinas y baños, pero el sitio favorito de la familia real eran las aguas termales, en la parte más baja del castillo. Detrás de este se encontraba un lago de agua azul celeste, el cual había fascinado tanto a los algeneos que habían luchado por ese territorio y el ganador fue el primer Rey de Terla. A las afueras de la ciudad estaba el campo, donde los campesinos sembraban frutas y vegetales todo el año.

Pero Terla no sólo se distinguía por su belleza, sino porque era uno de los primeros reinos en haberse establecido, también por la magia blanca que siempre se había profesado para mantener un acuerdo con la naturaleza y por el poder y aliados que se habían unido a él eligiéndolo como Reino Líder. Eso último había traído varios conflictos en el pasado con reinos que aspiraban a tener el poder, aunque evidentemente ninguno había podido arrebatar siquiera amenazar el poder de Terla, sino hasta el crecimiento del Reino Drumn dirigido por el Rey Dulus y la Reina Edra.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 05, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Corona PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora