Capitulo I

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-¡Ashley Watson!

-¡Aquí!

-No se dice ¡aquí! Se dice: ¡presente! Por favor Srta. Watson, retírese de mi clase, cuando se sienta preparada para decir ¡presente! Vuelva.

Ahí estoy yo, en mi primer día de universidad esto era decepcionante, tanto esperar este momento para que me expulsara de clases por un simple ¡aquí!, vaya que la vida es injusta. Sin pensarlo dos veces me decidí levantarme del asiento, recogiendo mis cosas y dirigiéndome a la salida, era un día hermoso para echármelo a perder por un ¡aquí! Esa Prof. si está bien loca, que tiene que ver eso? - es casi lo mismo. Bueno, ya sé que para la próxima clase le diré lo que ella quiere escuchar. Y ahora, tendré que esperar la siguiente clase.

Mientras tanto le escribiré un mensaje a mi amiga – "Amiga no vas a creer pero me han sacado de clase por un simple ¡aquí! cuando tengas tiempo me escribes"

Me dirijo a sentarme en el patio central de la universidad, en eso me llega un mensaje de mi gran amiga Amanda – ¡no te lo puedo creer! ¿Dónde estás? tengo hora libre– sin pensarlo le respondo – en el patio central, ven!

Mi amiga es muy curiosa y no dudo en que me pregunte que me ha pasado, veo que un chico me está mirando y no puedo creer quien es!

¡Mi ex! al ver que se acerca mis nervios se ponen de punta de solo imaginarme de como termino nuestra relación me da algo de lastima, estar cerca de el de nuevo, por lo que noto sigue igual, ojos azules, cuerpo bien definido y cabello rubio como siempre bien vestido. No Es para menos, sus padres son personas de dinero, aunque eso no es lo que me importe a ¡mi! siempre he dicho que los chicos con dinero son de poco cerebro.

Un hola me hace sacar de mis pensamientos bruscamente. Al levantar mis ojos, no dudan en encontrase con su hermosa vista en mí, y no dudo en responderle

– hola ¿cómo has estado? – el simpáticamente me corresponde con un

- Muy bien! y ahora más que sé que estudias acá. – era evidente que el rubor de mis mejillas se notaba demasiado.

Le dedico una linda Sonrisa. Que por lo que veo le parece excelente al ver que sonríe como niño. Tiene una cara de preocupación nada normal y veo sus intenciones de decir algo.

– sabes te extraño! Me arrepiento, Por haberte lastimo por esa chica que nunca me hizo tan feliz como tú. Va ya nunca me imaginé escuchar eso de Gabriel. El chico que me había dejado por su "mejor amiga" el mundo es chiquito y ahora lo estaba notando.

Mi cara de decepción era notable a miles de kilómetros, le respondí- Gracias por recordármelo y dañar mi primer día, de clases de verdad te lo agradezco. Su cara mostraba tristeza pero no me importaba ni en lo más mínimo tenía que pagar por haberme lastimo de esa manera.

-Creo que es mejor que te vayas después hablaremos, fue lo primero que se me ocurrió. Al ver que ya venía mi amiga. Respondió- tenemos esta conversación pendiente cuídate chao. Se volteo rápidamente sin darme tiempo de responderle. Y solo viéndolo como se perdía en la multitud de estudiante que llegaba al patio.

Lo primero que pensé fue ese chico está loco por mí todavía, o solo será para hacerme lo mismo que la última vez. En eso llega mi amiga sacándome de mis pensamientos y la veo, hermosa como siempre, cabello rubio, ojos grises, de altura perfecta, dentadura brillante. Y viste una short corto, camisa color rosado, y su melena alborotada como la mayoría del tiempo.

-hola, Amanda!?

-sin rodeos, cuéntame ahora mismo, porque esa perra, te saco del salón? Solo por decir - ¡Aquí!

Adios, Fue un Gusto !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora