45

2.9K 278 15
                                    

Pica.
Qué es esto?
Qué...?
Una cucaracha!
Me levanto y comienzo a sacudir mi blusa con fuerza. La cucaracha vuela hacia el edredón y la veo. Cucaracha enorme. Cucaracha enorme!!!!
-CUCARAAAAAAA....!!!
-Cállate!
Naomi me pega un manotazo en el hombro y luego gruñe. Me acaricio el hombro y encojo mis pies. La cucaracha ya no está!
-Perdón. Es que... había una enorme cucaracha en mi hombro. - murmuro con vergüenza.
-Qué bueno. - dice.
-Bueno?
-Sí. Me alegro que hayas ido de compras con ella.
Frunzo el ceño y me bajo de la cama. Creo que ya se durmió. Veo el cielo por la ventana y aún está oscuro. Observo el suelo y, con cuidado, me voy hacia el baño. No cucarachas. No.
-Maldita cucaracha... Necesito fumigar...
-Cállate.
Veo el reloj y siento que me desmayo. Son las 3:13 am! Y acabo de venir a acostarme!! Maldita cucaracha. Tengo tanto sueño que podría comerme una vaca... Esperen, qué? Sonrío por las idioteces que digo y me siento en el inodoro. Pis, ven a mi...
-Qué voy a hacer a esta hora? Ojalá pudiera dormir. Maldito sea Evan.
Mis ojos se iluminan y me levanto del inodoro pero vuelvo a sentarme. Hago mis cosas y salgo corriendo del baño hacia la sala.
-Muajajajajjajajajajajaaa...
-No seas satánica!! - me grita Naomi pero la ignoro.
Agarro el teléfono y marcó su numero. Por qué me hizo regresar a casa a la 1:30 am? Sí. Debe sufrir también.
Tuuut
Tuuut.
-Qué carajo...? Hola?
Me contestó.
Abro la boca... Me contestó!!!
Cuelgo rápidamente y comienzo a morderme la uña. Vuelvo a llamarlo.
-Lara Jean! - se queja.
-Hola. - me muerdo la uña y bostezo.
-Estás despierto?
Silencio.
Y luego comienzan los ronquidos. Bueno. Lo dejo dormir?
-Evan.
-Mm... Grrr...
-Evan, no te duermas! Eso es muy injusto, porque yo me levanté y tú no! EVAN!
-Cállate.
Cuelga y vuelvo a llamarlo. No contesta.
Es tan injusto!!
Yo hubiera dormido más si no me hubiera quedado haciendo sus malditas galletas. Y no hubiera visto esa película. Y él sí puede dormir!!!
-Contesta... - gruño y lo llamo.
Cuelga.
Me pongo a pensar que estoy siendo mala con él. Pero quiero que alguien sufra conmigo. Sí. Soy mala. Soy mala cuando tengo sueño. Vuelvo a llamarlo.
-Qué pasa, amor? Qué tienes? Puedes dejarme dormir? Pero, si es una emergencia, qué pasa?
Amor!
Qué lindo.
-Nada. Puedes volver a dormirte, te llamaré mañana. O te iré a visitar y eso, Gato sexy...
Tut
Tut.
De acuerdo! Sí tenía sueño. Enciendo una lampara en la sala y traigo mis mantas y un libro cualquiera. Ni siquiera he visto el título. Me pongo a leer cuando veo cómo poco a poco, el cielo va aclarándose. Tengo un hambre horrible!!!
Llaman a la puerta. Me asusto. Son las 7:21. Con cuidado me acerco a la puerta y la abro.
Evan está ahí, con ojos de sueño. -Cual es la emergencia!?
En serio?
Es en serio?
-Cállate, despertarás a Naomi.
-Qué pasó!?
-Evan, te llame hace... -cuanto? Ah, sí. -Cuatro horas.
-Acabo de colgarte!
Está alucinando. Sí. Bien. Tranquila. Es normal. Yo alucino y me hace bien el té.
-Quieres un té o algo?
-No! Qué te pasó?
-Pasa, ya te explico.
Lo hago pasar y sentarse. Le llevo té con leche y me siento a su lado.
-Evan, te llame como a las tres y media. Es que había una cucaracha.
Me ve, incrédulo. -No. Acabas de llamarme. Lara Jean, acabo de colgarte. Me pare, me puse ropa y aquí estoy! Me quieres volver loco?
Me río. -No, claro que no. Pero bueno. Si tú lo dices.
Se muerde el labio y se jalonea sus cabellos claros. -Bien. En dónde está la cucaracha?
-No sé. Pero ahí está Naomi.
-Mm. Entonces... - suelta una risita nerviosa. -Me puedo dormir?
-Claro. Sí. - gruño y me voy a la cocina.
-O no quieres que me duerma? Quieres que me quede sufriendo? Que tu te hayas despertado no quiere decir que yo no pueda dormir lo justo.
-Entonces sí sabes que me desperté hace cuatro horas.
-Lo supuse. Estaba oscuro, ahora que lo recuerdo, cuando me llamaste. Y tienes unas ojeras tremendas.
Me toco los ojos y bostezo. -Duérmete. Yo ya no puedo. Quieres que te haga de desayunar?
-No... - se acuesta en el sillón y luego se levanta, con el ceño fruncido. -Que horrible sillón.
Me río y abro la refrigeradora. Por el rabillo del ojo logro ver que se acuesta en el suelo con una almohada y mis mantas enrolladas en sus piernas. Lo observo con atención. Deja sus pies al descubierto y sus dedos se empuñan; cierra sus ojos repetidas veces y bosteza. Rápidamente se queda dormido.
-Bien. No puedo desear que no te quedes dormido cuando eres tan guapo. Porque verte, es maravilloso. - murmuro.
-Gracias.
Me volteo y veo que me sonríe.
Se... Me corta la respiración!
-Yo... Tengo que cocinar. Le estaba hablando a mi lechuga.
Agarro una lechuga y se la muestro. -Por qué no vienes y te acuestas a mi lado? En vez de hablar con lechugas y decirles guapas. No quieres ponerme celoso y que me las coma todas, verdad?
Bien. Me gano.
-Es que tengo mucha hambre.
Parto dos manzanas y me las como con limón. Que rico...
-Me das una a mi?
-Ten. - se la lanzo y le cae en la frente. -Perdón!
-Está bien. Casi no me dolió.
Pero tiene en la frente, un circulo rojo. Sí, como no. No le dolió. No seas un machote, Gato sexy.
-Es verdad! - se queja.
Tomo leche de almendras y me encaminó hacia él. Quiero acostarme a su lado. Él está viéndome atentamente mientras me siento en el sillón.
-Vas a venir?
-Yo... Sí. No! No sé.
Extiende sus brazos hacia mi y yo me atrevo a acurrucarme en ellos. Diablos. Nunca lo había hecho. Sus brazos son grandes y cálidos, me rodean completamente y me... Siento que me protegen; me abraza fuerte, pegándome a su pecho. Observo su camiseta y entierro mi nariz en su pecho y lo huelo; me encanta. Con mis dedos trazo letras en su pecho, cierro mis ojos y suspiro.
Paz mundial.
Qué bello momento.
Me encanta tanto Evan. Me encanta la protección que me da. La seguridad. El bienestar. El... Amor. No sé. De sólo pensarlo me dan ganas de echarme a llorar. Jamás me había sentido así. Tan... Querida.
-Te quiero. - murmuro.
Y lo hago.
Lo quiero. Lo quiero como es y lo quiero junto a mi. Él aleja un poco su rostro y me ve fijamente, con una pequeñísima sonrisa en sus labios.
-Como un amigo?
-Como un amigo. Como... Un amor. Yo que sé. Te quiero tanto que no me da vergüenza tirarme pedos frente a ti, ni ponerme sexy, ni decirte algo lindo... ni nada. Te quiero. Sólo... Te quiero.
Sus ojos brillan.
Esperen.
Son esas lagrimas!?
No. No lo son. Es emoción brillando en sus ojos, eso es lo que es. Me besa con suavidad y yo suspiro.
Qué no puedo ser normal y simplemente besarlo!?
Lo intento, pero tengo una sonrisa maníaca en mi rostro que le hace besar mis dientes.
Se aleja de mi y besa mi nariz y mi frente.
-Eres... - se ríe. -Te quiero también, entonces. De la misma manera que tú.
-Entonces? Como? Si yo te decía "te quiero" tú por...
-Te quiero, entonces, porque ese es tu te quiero. Me entiendes? Te quiero porque me siento de la misma manera. Ahora cállate y déjame decirte "te quiero" tranquilamente.
Lo hago y él me besa de nuevo pero mi sonrisa maníaca vuelve a aparecer.
-Eres imposible.
Me río. -Es que tú...! Me besas y...
Vuelve a besarme pero esta vez reina un silencio entre nosotros. Una seriedad. Lo beso también. Tal vez lo haga de manera torpe pero mi corazón está en mis labios ahora. Me acaricia el rostro y suspira. Besa mi frente, mi nariz y mi barbilla.
-Abrázame. - me susurra.
Lo hago y... Creo que estoy durmiendo. Pero estoy en el mejor de los mundos. Estoy en el mundo de Evan Cartwright.

:::
Aw.
A quien no le gusto?
Qué lindo.
Besitos.
Karen.

Mi Amor de Ventana      #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora