De repente te das cuenta que ya no es la gravedad lo que sujete a la tierra, sino el, el que te saca miles de sonrisas el que no le da miedo cogerte de la mano delante de todo el mundo... el que te necesita en su vida y te hace que te dejes llevar por ese puto motor que nos late en el pecho...con el que te perderías por las ruinas de Roma y navegarían por las calles hundidas de Venecia...
Pero volviendo a ese, día al día en el que empezó todo.
Era 12 de septiembre y empezaba la universidad, mi compañera de piso me despertó (era mi mejor amiga) la verdad es que estaba muy intusiasmada por empezar el día, pero cuando llegó la verdad es que hubiese deseado de que no llegase.
Como era novata, algunos de los "mayores" por decirlo así, empezaron a hacernos novatadas de que si la broma de los huevos, que si la de los globitos de arina etc... estaba arta de tantas novatadas...
Cuando llege a mi piso, estaba mi amiga y me pregunto que tal me había ido el primer día, ella decía que le había ido de maravilla, ami me daba verguenza decirle todo lo que me había ocurrido, con tantas cosas buenas que le habían pasado a ella, pero alfinal se lo conte.
Mientras se lo contaba ella no paraba de reirse, tanto que me cabree y decidí salir a dar una vuelta. Al salir de casa me guarde las llaves en el bolsillo pequeño de pantalón, pero de repente note como que alguien me tocaba la espalda, me gire y me quede sin palabras. Me sonaba mucho la cara de aquel muchacho, hasta que al final el hablo -hola perdona, pero se te han caído las llaves- yo aun sin poder contestar... alfinal hablo el otra vez de nuevo -creo q no nos conocemos pero soy compañero tuyo de clase de la universidad-, ahora ya si que sabia de que me sonaba tanto esa cara...Holaaa bueno deciros que soy nueva aqui y que espero que os guste segure subiendo...