La despedida

307 22 7
                                    

Denýa

Cuando me quise dar cuenta, ya era hora de marcharse. Mi hermana, Nythia, se despedía de sus compañeras, debíamos irnos, era peligroso quedarnos más tiempo.

Soy Denýa y tengo 15 años, vivo en Sunmare, que significa, pesadilla de día, no se por qué, a mi me parece un lugar muy bonito, tengo el pelo de color dorado, los ojos verdes y la tez pálida. Todo el mundo me mira raro, claro, no he salido ni a mi madre ni a mi padre, puede que sea la única chica rubia en todo Sunmare, y puede que, al sitio a donde vamos, haya más gente rubia. Hoy vestía un vestido verde mar, con un corsé blanco, el pelo lo llevaba suelto. Nos teníamos que ir, a mi padre le habían dado 72 horas para irse, quedaban pocos minutos, aun así, yo quería irme, pero me acordé de Neithan, no podía irme sin decirle nada. Mi único amigo en todo Sunmare y me olvidaba de él...

-¡¡Denýa!!

Le vi escondido detrás de un cobertizo, cuando mi padre no miraba me fui.

-¡¡Neithan!!

Corrí a abrazarle, soltando mi morral y tirándolo al suelo. Nos abrazamos y me empezó a acariciar el pelo.

-Te voy ha echar de menos, ¿Sabes?

Mis ojos se inundaron de lágrimas. Oh... Neithan.

- Sí... lo sé.

- Pero no llores...

Me quitó una lágrima que descendía lentamente por mi mejilla.

- Neithan, no te olvides de mí...

- ¡¡Denýa!! ¿Estás loca? ¿Cómo piensas que me voy a olvidar de la chica más guapa de todo Sumare?

Eso hizo que apoyara la cabeza en su pecho y me pusiera a llorar.

- Denýa... Mírame- Puso su dedo en mi barbilla obligándome a mirarle, sus ojos castaños rebosaban tristeza, le acaricié el pelo, suave y ondulado... Mi Neithan...- Yo te quiero mucho, pero, sabes que nuestras familias no aprobarían nuestro matrimonio... Yo lo que más deseo es casarme contigo, pero... Tu eres noble, yo un campesino y...

-¡¡Denýa!! ¡Nos vamos, ven aquí!- Oí a mi padre gritar y abracé con más fuerza a Neithan.

-Prométeme una cosa- Me dijo él.

- Lo que quieras.

-Escríbeme cartas diciendo lo bien que te lo estés pasando.

-No podré... Creo que moriré de pena nada más llegar- Y pensar que hace unos minutos, quería irme...

-Denýa... Mi dulce Denýa...

- ¡DENÝA! ¡VEN AQUÍ YA!-gritó mi padre.

-Ve... No te voy a olvidar nunca...- Me dijo sin separase.

-Adiós Neithan.

-Hasta luego, Denýa.

Me fui, con lagrimones sobre las mejillas. Hasta luego, me había prometido que volveríamos a vernos.

- ¿Tienes una amiga?- Me preguntó mi hermana, burlona- que raro.

La odio con lo más profundo de mi corazón. ¿Quién se cree que es? Es idiota... Tiene dos años más que yo, se cree que es la mujer más madura del mundo desde la muerte de mi madre, me lo recuerda siempre...

- Di, rubita, que si tienes una amiga

- ¿Y a ti que?- Dije mirándola odiosamente.

- Pues si que me importa niñita, porque eres mi hermanita a la que más quiero.- Mentira.

FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora