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~Narra Amelia
Me encontraba en el auto de Kirby en el asiento de copiloto mientras la rubia conducía y seguía el auto del oficial Baile. Mindy, Tara y Sam se encontraban en el asiento de atrás, dejando a Tara en el centro. Al girarme le sonreí a Sam mientras que Mindy reía por el rostro de Tara, ya que la chica veía de mala manera hacia el frente mientras se cruzaba de brazos. Era de esperarse, ya que cuando hablaron de dividirnos en dos autos Kirby tomo mi brazo y me alejo de Tara diciendo que yo iría con ella. Carpenter rápidamente nos siguió y entro en el asiento tracero con Sam y Mindy, desde ese momento no ha dejado de fruncir el ceño.
–Quisiera encontrar una manera más suave de decirte esto....– suspiro sin dejar de mirar el camino. Fruncí el ceño ante el repentino comentario de Kirby –El hospital en el que Thomas estaba fue atacado– abrí más los ojos sorprendida, pero sin ser capaz de hablar
–¡¿Qué pasó?! ¡¿Él está bien?!– pregunta rápidamente Sam
–Si, afortunadamente los oficiales llegaron a tiempo. No detuvieron al asesino, pero no logro hacerle daño a Thomas– explico antes de mirarme de reojo
No sabía como procesar lo que acababa de escuchar. Creí que Tom estaría a salvo. Aunque a mí me atacarán en un hospital no quise creer que sucedería lo mismo en uno de una ciudad tan grande. Me siento estúpida al dejar a mi hermano sin protección y preocuparme solo por mis amigos. Repentinamente alguien tomo mi mano, al ver hacia un lado me encontré con Kirby conduciendo con una sola mano mientras que con la otra sostenía la mía. Ella sonrió levemente al saber que la miraba.
–Thomas está bien, ordené que lo llevarán a un lugar seguro– sonreí con gratitud. Después mi vista fue al retrovisor, por él me percaté de que Tara veía mi mano y la de Kirby juntas. Sin pensarlo tanto corte el contacto y metí ambas manos en los bolsillos de mi chaqueta
–Gracias... Kirby– dije, tratando de sonar lo más desinteresada posible
La mujer suspiro frustrada y cuando el auto se detuvo, baje y esperé a Tara para caminar a su lado. Mientras Gale nos llevaba por un callejón mire la mano de Tara, las intensas ganas que tuve de tomarla fueron tantas que incluso acerque mi mano, pero cuando estaba a sentimientos de tomarla me detuve. A pesar de que ya la había tomado hace unos minutos, creí que mi acción podría estar fuera de lugar o incluso puede que incomode a Tara. Decidí no hacerlo y mejor prestar atención a Gale.
–Jason y Greg eran niñitos adinerados de Atlanta. Al parecer usaron nombres falsos para rentar este lugar– explicaba la mujer mientras nos guiaba por el callejón
–¿Cómo lo encontraste?– pregunto Kirby, que iba a su lado
–Por algo se llama periodismo de investigación– explicaba sarcástica –¿Cómo es que tú no sabías? ¿No los rastreaste?– la rubia rodó los ojos
–Examine sus registros financieros mil veces. Esto no estaba en ninguno, creeme. No entiendo ¿por qué?– explicaba mientras miraba a todos lados atenta
