Prólogo

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Han pasado 7 meses, sin embargo nada a cambiado, sigo haciendo lo mismo, correr, matar, seguir.

Estoy en un carro, en una gasolinera que queda en el camino de un pueblo, escuchando como los hombres que me persiguen pasan al lado del carro y entran en la tienda.

Espero dos minutos, lo suficiente para poder salir disparado, agarrar una de las motos y llegar al pueblo. Sin embargo los dos minutos me parecen una eternidad eterna (como suelo decirme a mi mismo). Finalmente estoy seguro y salgo del carro y corro como nunca.

Al parecer el plan va bien, hasta que veo como uno de los hombres sale y empieza a dispararme. Corro más rápido, salto encima de la moto y me escondo del lado opuesto del asesino.

-¡¡¡Esta ves no te vas a escapar Turnes!!!

Me río y le saco el dedo de en medio. Empiezo a sacar el cableado de la moto para intentar hacer que arranque, lo logro. Empiezo a disparar y al mismo tiempo me subo a la moto, arrancó, retrocedo y antes de poder escaparme el tipo me da un balazo en el hombro, siento un dolor horrible.

Alcanzo a ver como el tipo llama a su compañero y juntos se suben al carro, sin embargo tengo ventaja de 20 segundos, demasiado tarde canallas.

***

Veo como me alcanzan y empiezan a dispararme, empiezo a maniobrar con la moto, para evitar que una bala me alcance, sin embargo una logra darme en el mismo hombro donde tengo la otra bala.

-¡Vamos Stuart, Acelera! -le grita el hombre que me dispara a su compañero piloto.

-¡Hago lo que puedo Clinton!

Sigo sin poder adelantarme, las balas me oscurecen la vista, estoy débil. Finalmente vislumbro el pueblo de Bishop Hill en el horizonte, por fin eh llegado...

Sin ella - Cuando ella murióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora