Me llamo Taylor, o al menos ese es mi nombre humano. Dejé atrás el verdadero hace ya un tiempo. Os preguntaréis quién soy, supongo. Es difícil de explicar, pero vamos a intentarlo.
Veréis, aquí estoy yo como una estúpida, contemplando un diario abierto por la mitad que empecé cuando apenas era una niña, en la que sigo contando mis miserias porque ya no me queda nadie con quien desahogarme, como si todo esto me llevara a alguna parte, como si alguien fuera a leer las desventuras de esta alma en pena -si es que acaso me queda alma-.
Vayamos al grano. Soy un demonio exiliado, una cazadora de mi propia raza, una traidora, renegada, desertora, indigna o todas las mierdas que hayan dicho de mí, porque es la pura y única verdad, no tengo por qué arrepentirme de ello, fue una decisión que yo tomé y de la que no me arrepiento... Salvo ahora.
Junto a mí reposa el cuerpo inerte del único ser al que he conseguido amar, el único hombre que consiguió sacar lo mejor de mí, demostrarme que merecía ser querida, que no había tanta maldad como creía en mí. Un ser tan puro, tan lleno de luz... Ese ser ha sido asesinado cruelmente por los que alguna vez fueron mis compañeros, mis amigos. Adam, con su sonrisa ladeada y sus ojos grises, a pesar de haber nacido para ser mi enemigo, mi contrincante, resultó ser mi "álter ego", y ahora que ya no iba a volver a ver su sonrisa de nuevo, no podía evitar pensar en todo lo vivido a su lado, en cómo me miraba cuando pensaba que no me daba cuenta, en.... todo, por Dios –irónico que un demonio diga eso, ¿no creéis? -.
Yo era muy inexperta cuando le conocí. Él tenía un siglo más que yo, aunque no lo aparentaba. Por ese entonces, yo estaba entrenándome para unirme a las filas demoníacas y luchar contra aquellos a los que ahora protejo. Pasaba todo mi tiempo en los campos de entrenamiento y me especialicé en todo tipo de armas, había nacido para matar ángeles y me encantaba, pero estaba perdiendo el control. Mi única motivación era destrozarme día a día, entrenando sin descanso porque era lo que mis padres me habían enseñado. Tenía que esforzarme para acabar con la raza angelical que tantos problemas nos daba. Estaba absorta con la idea de la destrucción total, demasiado encantada, demasiado motivada, demasiado... todo. En ese tiempo yo no podía darme cuenta de cómo me estaban adoctrinando, cómo me habían lavado el cerebro desde el momento en el que llegué al mundo, cambiando mi sangre por veneno, haciéndome creer que los enemigos eran aquellos seres a los que me habían enseñado a odiar, cuando los verdaderos monstruos eran los que se sentaban a la mesa conmigo, haciéndose llamar amigos. Todo mi mundo estaba mal, pero yo no lo sabía.
Por aquellos tiempos yo, que no llegaba al siglo de vida, estaba acabando con mi salud por el sobreesfuerzo al que me estaba sometiendo para cumplir mis objetivos. Comía poco, entrenaba mucho y de dormir... ni hablar. Pasaba noches y noches en las pistas de entrenamiento, en vez de descansar como los otros soldados. Para mí no existía el ocio, eso era cosa de débiles. Hubo un tiempo en el que disfrutaba de la lectura, aunque mis compañeros lo consideraban inapropiado, pues no había tiempo para libros cuando eres una soldado, así que guardé mis novelas bajo la cama y centré todos mis esfuerzos en ser la mejor de mi grupo.
Confieso que a veces, solo a veces, echaba la vista atrás y pensaba volver a ser la de antes, pero eso no estaba bien. Cada vez me sentía más sola, más vacía, y empezaba a replantearme si de verdad todos mis esfuerzos servían para algo, si mi verdadera vocación era realmente aquello, aunque claro, ya era tarde. Desertar del ejército suponía ejecución inmediata. Si me lo hubiera pensado dos veces antes de ingresar allí, mi vida habría sido muy diferente. Podría haberme dedicado a mil oficios diferentes, haberme infiltrado en las ciudades humanas recolectando almas de pobres infelices, podría haber hecho tantas cosas... Algunas noches empezaba a dudar incluso si yo sería capaz de matar ángeles. Entonces, me avergonzaba de mí misma.
![](https://img.wattpad.com/cover/46418169-288-k467527.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Salvavidas.
ParanormalHace quince años exactos, el mundo cambió. Mientras los seres humanos siguen autodestruyéndose poco a poco, ignorando la amenaza que se cierne sobre ellos, los demonios, que llevan entre ellos desde el origen de todo, se están haciendo con el poder...