¿Te atreves a participar?

Capítulo 1: De cómo comenzó todo

Era un frío lunes por la mañana, todo transcurría con completa naturalidad, los populares estaban sentados en su lugar de siempre, charlando y actuando como si fueran inalcanzables. Los nerds por otro lado estaban situados en un rincón del aula, ellos también actuaban como si fueran inalcanzables, pero lo disimulaban mejor. Mientras tanto Pandora Leyva se encontraba sentada junto a grupo de chicas que charlaban alegremente, Pandora  nunca ha sido la más sociable del curso, y estaba claro que no contaba con el suficiente carisma como para ganarse unos cuantos amigos, a decir verdad ella debería estar con el grupo de nerds, pero ni siquiera era suficientemente importante para incluso sentarse con ellos. Las chicas que estaban a su lado solo trataban de ser amables, pero realmente ninguna era su amiga.

-Y, ¿qué hicieron este fin de semana? -pregunto Leyla con su molesto tono de amabilidad.

Todas las demás se apresuraron a presumir sus increíbles aventuras a lado de sus perfectas familias, pero Pandora ni siquiera abrió la boca. Pensaba que mientras menos hablara acerca de sus padres, más fácil sería su vida, sin tener que escuchar falsos "lo siento".

-Pandora, cariño, ¿por qué estás tan callada? -interrogo Abril.

-Oh, no es nada, estoy pensando en los exámenes de la próxima semana. -mintió la castaña, mientras mentalmente agradecía su facilidad de ocultar la verdad, eso le ofrecía un poco de ventaja extra en cualquier situación.

-Sí, yo también estoy nerviosa, ¿cuál es la finalidad de los inservibles exámenes? -cuestiono Abril mientras rodaba los ojos.

Pandora apreciaba a la rubia, pero debía admitir que no era la más inteligente del grupo.

Antes de que el resto de las chicas pudieran contestar a la inútil pregunta de su compañera, se abrió la puerta del aula en la que se encontraban y entró el profesor Bernal, sin decir palabra alguna caminó directamente al escritorio designado al personal docente y lanzó su maletín a la silla.

-Creo que no viene de muy buen humor. -susurró un chico a su derecha.

Instantáneamente el profesor dio media vuelta  para terminar viendo a todos sus alumnos.

-Tomen asiento. -ordeno con un tono de autoridad.

Pandora no entendía cómo iba a sobrevivir estar 45 minutos con ese hombre.

-Literatura. -con esa palabra inicio su tortura. - ¿Qué es lo primero que se les viene a la mente? Seguramente libros como Los Miserables de Víctor Hugo  o El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde. Estoy seguro que todos los presentes saben o han oído algo sobre Alicia en el país de las maravillas así que este mes leerán A través del espejo y lo que Alicia encontró allí que es una especie de continuación de este clásico. A final del mes se reunirán con un compañero de clase y harán una presentación con lo más relevante de la novela.

Cuando pronuncio las palabras reunirán y presentación se escucharon murmullos de parte todos los estudiantes, incluyendo a Pandora que musitó un <<genial>> con todo el sarcasmo posible, no le agradaba mucho hacer trabajos en equipo.

No soportaba estar más tiempo en esa clase, así que reunió toda la valentía que quedaba dentro de sí y alzó la mano.

-Si Pandora, ¿qué pasa? -suspiró el profesor Bernal.

-No me siento bien. -sentenció mientras fingía mareos. - ¿Puedo ir con la enfermera?

Cansado de reprender y gritar el profesor aceptó y la chica salió del aula.

La castaña camino hasta llegar a su casillero, cuando simplemente no tenía las ganas de estar en una clase era allí a donde iba, los profesores la mayoría de las veces vigilaban los jardines de afuera del instituto, así que los pasillos estaban solos y libres para divagar por allí.

Pandora llegó al lugar en el que se encontraba su casillero, se tomó el tiempo suficiente para poner la combinación y abrirla. Cuando hurgó entre sus cosas de repente visualizo una carta, perfectamente colocada entre sus libros.

Llena de curiosidad la chica tomo el pedazo de papel entre sus manos y lo desdoblo con sumo cuidado, tratando de no causarle daño.

Comenzó a leer.

"¡Pandora! ¿Sabes?, siempre me ha gustado tu nombre, me recuerda a ese mito griego, tal vez tenga algo que ver con el oficio de tu padre.

Qué ironía ¿no? ¿Quién diría que algún día llegaría tu propia caja? Pero querida, pronto aprenderás a que no todo se debe abrir.

En la historia Pandora le deja todas las consecuencias de sus errores a la humanidad, pero contigo será diferente, porque serás solo tú la que cargue con tus consecuencias.

¿Sabes a lo que me refiero, no?  Te daré una pista, tu madre. Si querida, yo sé que es horrible  sentirse culpable.

Y ahora te estarás preguntando, ¿quién escribió esto? No te lo diré, eso es lo divertido del juego, tienes que adivinarlo tú sola.

Leíste bien, esto es un juego, y como buen juego, tiene reglas.

¿Quieres jugar a las escondidillas? Yo me escondo y  tú tienes cinco semanas para encontrarme, mientras tanto, cada lunes, iré dando a la luz tus secretos, uno tras uno. Pero no te angusties, te daré ayuda extra, específicamente a cuatro personas más.

No te preocupes, tú sabrás de quienes estoy hablando.

Así que, ¿te atreves a participar? Esas son las reglas.

Y tranquila, que yo se esconderme mejor que tú.

Ten un buen día Pandora, y disfrútalo, porque las siguientes cinco semanas no serán fáciles.

Atte. W."

Por puro instinto la castaña volteo a ver a todos los lados, tratando de encontrar aunque se una pista del autor de la extraña carta, ella sabía que nunca le había dicho a nadie sobre los problemas de su familia, a nadie.

Estaba confundida, su cabeza no paraba de dar vueltas, en ese momento no estaba del todo en sus facultades.

Cerro de un portazo la puerta de su casillero y comenzó a correr, no sabía hacía donde, pero lo hizo. A los pocos segundos se encontraba en el baño de mujeres, sentada sobre un retrete con la carta sobre el regazo y llorando en silencio.

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¡Primer capítulo!

Comenzaremos con el hecho de que somos dos chicas las que escribimos esta novela, solo para aclarar c:

Eso es todo, bye.