Prólogo.

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Prologo: a través de la lente.

Toda mi vida la vivo a través de mi cámara, las imágenes que tomó guardando un momento que será eterno mientras yo tenga la camara en mis manos.

Miró una vez más a Jo y niego con la cabeza.

-así no- gruño.

-¡¿entonces como Dest?!

Mierda, esta tipa va a desesperarme.

-por última vez: soy Desmont, no Dest.

Hace un puchero y ruedo los ojos, ella cree se ve adorable haciendo eso pero todos saben que es una total perra, la única razón por la que sigue aquí es por su hermana gemela, Joyce, ella si tiene talento y por eso las admiti a ambas.

Miró a Jo de nuevo y tomó la foto.

-listo.

Quiero que se vaya cuanto antes para preparame para la otra.

Hoy viene una chica nueva, se llama Sue o Salma o algo así.

No lo recuerdo bien, ajustó nuevamente el lente de mi cámara y se abre la puerta.

Me volteó y ahí hay una chica de pie, su pelo rojo frambuesa está todo revuelto, sus labios entreabiertos y lleva un bolso cruzado.

-¿llegó muy tarde?

Jo le da una mirada sucia pero yo estoy en silencio analizandola, su cabello está deliciosamente tomado en una coleta alta que deja al descubierto su fino cuello, su piel brilla ligeramente por el sol y me pregunto como será pasear mi boca por esta, se ve tan suave y delicada, mi boca se hace agua y cierro mis manos en puños para evitar agarrala, estrechas caderas, grandes tetas por lo que puedo ver y sus labios son rosa pálido con un par de ojos color zafiro que sólo la hacen más deseable.

-soy Shelby, la chica nueva.

Me tiende un papel y lo tomó, sus dedos apenas se rozan con los míos pero es suficiente para calentar mi piel.

-soy Desmont- digo encontrando mi voz- el fotógrafo.

No trató de disimular mi descarada mirada pasearse por ese cuerpo de diosa ni ella el leve sonrojo en su cuello.

Nos damos la mano de la forma más decente posible, aún cuando por dentro me muero por hacer de todo con ella y para nada decente.

-ejem.

Jo se aclara la garganta rompiendo nuestras miradas.

-oh. Hemos terminado por hoy.

Frunce los labios y se levanta molesta para terminar dando un portazo al irse.

-¿está bien?

-perfectamente. Siéntate ahí.

Le indicó el banquillo y en silencio lo hace.

-Te tomaré un para de fotos para ver cuál será tu mejor punto.

Asiente y me pregunta si puede dejar sus cosas a un lado, asiento y vuelvo a ajustar la lente.

Mientras ella se acomoda la vuelvo a mirar y la forma en que se aprietan sus pezones a la tela, burlándose de mi hacen que me ponga duro al instante, la deseo, quiero tenerla presionada contra mi cuerpo y lamer hasta el último pedazo descubierto de su perfecta piel.

Una vez lista dejó de fantasear le tomo las fotos, el hecho de que la haga acomodarse en diferentes prosiciones no ayuda ni un poco a mi furiosa erección que empuja contra mi cremallera.

Me siento como un adolescente, nunca he estado más duro y me afecta, su mirada, cada suspiro, cada movimiento. Soy jodidamente consciente de ella.

-¿listo?

-si. Te llamaré cuando estén listas, es todo.

Asiente pero no se mueve ni una pizca y yo tampoco.

Se que debe irse, tendrás cosas que hacer y eso pero no puedo apartar mi mirada de ella.

-creo...creo que debo...

-si, esta bien.

Se levanta y se va, suelto un suspiro de alivio y miró frustrado mi entrepierna, apenas si la miré, sólo unas fotos pero todo lo que se es que tengo que hacerla mía. La deseo tan mal pero... esto debe ser profesional o de otra manera no resultará.

Deja de pensar en ella.

Gruño y me levantó, mejor me apuro antes de que llegue la otra modelo.

"La esencia del amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora