Estaba decidido, Harry no lo soportaría más. Y no se iba porque no lo amara, ¡claro que lo hacía! Louis era su primer amor, habían pasado tanto tiempo juntos que le sería imposible olvidarle; pero como siempre, el tiempo pasa y con él, los problemas surgen.
Estaba harto de no interactuar con él, de hablar solo a escondidas, de tomar su mano cuando nadie los veía... estaba harto de esconderle al mundo cuanto amaba a Louis Tomlinson. Por eso había tomado la dura decisión de irse. No quería lastimar a su pequeño, pero esta vez tenía que ver por el mismo. Estaba sufriendo demasiado, y necesitaba detener ese dolor cuanto antes.
Aun recordaba las últimas palabras que le había dicho el pequeño Louis (y no es que fuera menor, simplemente era diminuto a lado de Harry) la noche anterior. Lou no tenía idea de lo que Harry estaba por hacer, de hecho nadie lo sabía. Pretendía ser lo más discreto posible, no quería armar alboroto... no quería hacer sufrir a nadie más.
—Te amo demasiado. Lo sabes, ¿no?—dijo Harry acercando aún más a Lou contra su pecho.
—Claro que lo sé, cielo. También te amo.
—Necesito que lo recuerdes siempre. Siempre te amare. Necesito que lo sepas.
—De acuerdo, ¿qué sucede?
Lo conocía tan bien, sabía que algo andaba mal. Lamentablemente confiaba demasiado en Harry y le fue imposible descubrir que sucedía.
—Nada, solo... nada. —sabía que estaba mal, pero no podría decírselo.
—Me encanta esto, me encantas tanto, amor. —Besó los labios del rizado —Cada momento que paso contigo es oro. —De pronto, sus ojos se tornaron tristes— No me dejes nunca.
Louis se aferró al cuerpo de su novio y Harry sintió ganas de llorar. Claro que siempre estaría con él, lo cuidaría desde donde estuviese. Siempre formaría parte de su vida, y eso lo sabía. Con el alma colgando de un hilo, Harry respondió:
—Nunca, amor. Siempre estaremos juntos, lo prometo.
Así recordaría Harry su última mejor noche, al lado de la persona que lo amó y apoyó durante cinco años. Le dolía tanto pero tenía que hacerlo; no soportaba un minuto más sin su pequeño Lou. No soportaría otro minuto sin demostrarle al mundo cuanto lo amaba.
Todo estaba listo, la nota estaba lista. Era hora de partir.
El agua estaba tibia. No planeaba quitarse la ropa, hacía mucho frió. Metió sus pies, y poco a poco se fue sentando en la pequeña tina de baño. Tomó su celular.
— ¡Un último tweet! —dijo para sí mismo.
"Muchas gracias por todo el apoyo en estos últimos años. Sin ustedes nada de esto sería posible. Han hecho tanto por mi..."
"Pero ahora me toca a mí cuidar de ustedes. Nos vemos pronto. All the love. H. :)"
Estaba hecho. Harry había hecho tantas cosas buenas durante su vida. Estaba al tanto de todas las vidas que había salvado a lo largo de los años. Bueno, él y lo chicos. Lo llamaban héroe o ángel y eso le enorgullecía, pero era hora de que ese ángel abriera sus alas y volara lejos.
Con su celular en mano, abrió la carpeta de música y eighteen se dejó escuchar por todo el lugar. Esa era su canción, pues Louis la había escrito para él.
—Hoy es un buen día para morir. —se dijo.
Y así, sin más que decir o pensar, Harry tomo la cuchilla y corto sus venas. Lenta y dolorosamente, su vida se fue apagando. El agua se tornó de un color rojo y entonces supo que estaba cometiendo un error, pero era tarde.
Le tomo varios segundos hasta que finalmente se tranquilizó. Todo estaría bien. Una bella imagen de él y Louis se hizo presente en su cabeza, su primera vez, y sonrió. Tan solo unos minutos después, Harry Styles había muerto.
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Cuando 'Larry Stylinson' terminó.
ContoEl día en que Harry decide acabar con todo. Una historia de únicamente dos partes.