- Nada Es Como Parece Y Tu No Eres Quien Crees Ser-

Todo sigue su curso...

Resuena una alarma de eso me doy cuenta, mis oídos se alteran, mi conciencia se molesta, abro los ojos es de día, la noche a terminado, mi rutina de nuevo a empezado.

Salgo de mi cama y voy directo al baño, volteo y miro el reloj se hace tarde y como siempre me apresuro.

Mi trabajo es algo tedioso pero al menos me ayuda a sobrevivir en esta ciudad de personas pretenciosas que claro se creen los mejores, desde que perdi la memoria hace 7 años, yo era como cualquiera de esas chicas de alta sociedad, según mi diario, jamas me abria dado cuenta de lo dura que es la vida si no hubiese dejado a esas personas que se suponía que debería ser mi apoyo, mi ayuda, mi familia.

Antes solía lucir los vestidos mas costosos, joyería de hermosos colores, obviamente de los mejores materiales.

Ahora me pueden ver con unos pantalones de mezclilla desteñidos, blusas que en el trabajo me dan y claro sin olvidar el feo calzado deportivo que tengo, Algunas personas me dicen que debería irme de este lugar o que me consiga un esposo adinerado porque no tengo tan fea complexión, pero me digo, vamos soy totalmente normal, cabello negro, ojos cafés, estatura y peso promedio, morena y con un pequeño lunar cerca de mi ojo izquierdo, pero bueno en realidad no creo que pueda hacer eso, me gusta ser realista y no volar con ningún sueño ni expectativa que no me lleve a nada.

Pienso y pienso un poco mas cada día, tal vez sea lo unico que halla cambiado alrededor de los últimos años que han transcurrido.

Por dios ya pasaron de las 07:30am, mi jefe Gust va a gritarme de nuevo...

Llegue y que creen que paso, mi jefe no estaba muy contento, pues sus gritos que resonaban mi nombre una y otra vez me lo hicieron saber, ¡Kamil!¡Kamil!...

Tras un pequeño momento en mi mundo sentí que debía huir a otro lugar que no fuera la ciudad Arísa, pero con un recuerdo latente en mi cabeza, recobre el sentido y me acerco a Gust lo mas rápido que dan mis pequeños pies, y lo veo directamente a los ojos, prosiguiendo con la siguiente oración de trabajador de poco salario fastidiado, que es lo que necesita de mi, señor Gust Frend.

Despues de llegar tarde a trabajar preguntas que es lo que necesito, tu ya lo sabes, y no me gusta repetir esto muchas veces Kamil Crosst pero lo tendre que hacer contigo, esta es la ultima oportunidad que te dare para conservar el empleo de mantener limpió y reluciente mi hermoso y elegante restaurante "Fancy" , que como ya sabes es el mas cotizado en toda la ciudad, que te parece jovencita.

Mientras seguia parloteando de lo bueno que es su negocio yo me apresure a dejarlo, diciendo,  esta bien no sucederá de nuevo, pero era obvio que pasaría una y otra vez cuantas veces yo lo quisiera pues aquí en Arísa no habia tantas personas que estuvieran dispuestas a fregar pisos, limpiar vidrios, lavar vajillas y manteleria, entre muchísimas cosas que exige un lugar con tanta categoría, y pensar que hace tiempo ni si quiera podia sostener un utensilio de limpieza, no obstante en este momento podía hacer cualquier cosa solo por no irme de esta ciudad, en verdad no se lo que me ha hecho tan fuerte o tal vez tan estupida para permanecer aquí.

Antes ya habia mencionado algo sobre la razón por la que estoy en este lugar y eran recuerdos, estos son vagos pero muy felices, el primero es en el parque con dos pequeños niños jugando en los columpios riendo en exceso, el otro era en el patio de una casa hermosa llena de árboles,plantas, y flores de todos colores pero mis favoritas fueron las que mis amiguitos me obsequiaron, unos lindos girasoles, aunque en serio a mi me parece raro que las mejores vivencias que e tenido hasta ahora en mi vida hallan sido con los mismos dos individuos, que por alguna razón no completo muy bien sus rostros pero, algo que no podre olvidar de este par es que el alto tenia unos hermosos ojos miel y el mas bajito unos enormes ojos verdes.