Fue fácil creer una vez más, fue fácil caer ahí de nuevo.
Tus palabras de amor, tus promesas eran dulces, aunque empezaron a ser simples y terminaron por ser agrias.
¿Que queda de mi?
Algo roto, desgastado y apuñalado.
¿Que queda de mi?
Algo herido, dolido y algo sangrado.