nos volveremos a ver

encuentros y sorpresas

-señorito su padre lo esta esperando abajo

-ya voy- grito el pequeño que se encontraba en el baño arreglando su cabello negro y viéndose al espejo de cuerpo completo, al terminar salio del baño y bajo sal escaleras encontrándose con su padre en la puerta, camino hasta donde estaba- ya estoy listo padre -mostrando una pequeña sonrisa

-entonces vamos que ya es tarde - ignorando la sonrisa que le dio su hijo se dirigió hacia el auto que se encontraba en la puerta de su casa, dejo subir a su hijo primero para poder ayudarlo a subir después subió el , una vez dentro del auto le hizo una señal al chófer para que arrancara, tardaron como veinte minutos en llegar a la recepción donde se llevaría el discurso del descubrimiento de la fertilización masculina.

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Entro al lugar junto con su hijo a un lado de el, todos aplaudieron por su llegada, el agradeció por el recibimiento.
En un lugar mas apartado se encontraba un azabache con un hermoso traje echo a la medida, que al igual que todos aplaudió pero sus ojos se centraron en el pequeño de cabello negro le sorprendió, el creía que a su regreso se encontraría a un pequeño de cabellos verdes a igual que su "amor", su mirada fue subiendo hasta encontrar los cabellos donde el solía enredar sus dedos, paso a ver sus ojos verdes cubiertos por sus gafas que ocultaban su verdadera personalidad, miro su rostro maduro ya no quedaba rastros de aquel joven de quien se enamoro, ya era todo un hombre de sociedad, río para su adentros, realmente había extrañado a su shin-chan  tsudere, trato de acercarse pero recordó que el ya había perdido ese derecho pero lo recuperaría como sea.

Midorima veía a todos con un rostro serio, analizando a cada uno de esos buitres que habían rechazado su idea de la fertilización masculina y ahora estaban ahí para besar el piso por donde el caminaba, se dirigió a un guardia
- cuida de el hasta que termine la conferencio - fue lo único que dijo
- si señor
- pero padre yo quiero ir contigo
-no - no espero a escuchar el reclamo de su hijo y siguió su camino
Takao vio todo eso, le dolió que ignorara a su propio hijo, se acerco con una sonrisa hacia el pequeño
- hola
- hola - en sus pequeños cachetes se formo una hermosa sonrisa dirigida al azabache
- mi nombre es takao kazunari y el tuyo pequeño
-shin midorima
- que hermoso nombre - pasaron unos quince minutos donde estuvo hablando con el pequeño shin en donde se entero de cosas interesantes, como por ejemplo que su madre murió cuando el nació.

A lo lejos se escuchaba el discurso de midorima a punto de concluir, una sonrisa se formo en sus labios, era el momento de la verdad, se despidió del  pequeño.

Con paso lento se fue acercando al podio donde se pudo escuchar su seudónimo

- ahora déjenme presentarles al principal inversionista de este proyectó, al señor Taylor gold - su mirada se poso al azabache que se acercaba lento, su corazón se detuvo, su mente le estaba jugando una mala pasada.
- takao
- midorima