La historia de un corazón roto.

Te espero.

Ya no sé que escribir.
No sé que pensar.
Ni sé que decir.
Me has robado las palabras, mi mente se queda en blanco cada vez que te nombran.
Me has visto llorar, incluso mas de lo que me has visto reír.
Me siento un estorbo, creo que sin mi te sientes mas libre, mas feliz, y que solo soy un peso.
Me tratas como una estúpida, solo porque soy menor.
¿Crees que no lo entiendo?
Me miras con pena, quizás piensas que soy estúpida.
¿Ahora que se supone que haga? Quiero besarte y correr todos los riesgos que eso significa.
No quiero perderte.
No sientes ni la mitad de la soledad que yo siento.
Cada conversación contigo se hace mas escasa.
Tus palabras se hacen mas frías.
Nunca mas sentiré el mismo calor de tus abrazos.
¿Que se supone que hago aquí?
Mi corazón quiere estar contigo.
Quizás esta noche vaya tarde a dormir, siempre que sueñe contigo sera una buena decisión.
Todavía guardo las esperanzas de que me beses.
¿Me dejaras hacer el trabajo sucio? Porque ya tengo mis planes.
Voy a estar esperandote, mirando por esa puerta.
Posiblemente rompa en llanto cuando no te vea llegar luego de un tiempo.
Seguramente me embriague, para olvidar lo que acaba de pasar.
Pero estas constantemente en mi memoria.
Y lo mas doloroso sea que quizás tu me quieres lejos.
Creo que estas huyendo de mi, y yo estoy buscandote, me siento patética.
Me miras a los ojos y me pierdo, por favor no digas cosas que no sientes.
Te espero este sábado, exactamente a las 10pm.
Quizás este un buen rato observando una puerta que abre a paso a desconocidos y entre la multitud te vea llegar.
O quizás tu estés con tus amigos y no te enteres que estoy allí, solo hasta que te sorprenda con un saludo gentil, quizás un beso en la mejilla.
Mientras estés allí no me importa el modo.
Ni el lugar.
Ni el momento.
Mientras estemos ambos juntos.